- Alberga buena parte de la Cuenca Río Verde, pero sólo Jalisco y Guanajuato tienen proyectos
- 90 millones de metros cúbicos emigran a Jalisco por falta de embalses
Si bien la construcción de la controvertida presa El Zapotillo compete únicamente a las autoridades de Jalisco y Guanajuato, hay un hecho que podría convocar a la administración de Aguascalientes, ya que por su territorio se extienden cuatro mil 300 de los 20 mil 500 kilómetros que componen la interestatal Cuenca Río Verde, misma que llenará el estómago a la magna obra.
Este proyecto fue aprobado en 2005 con la venia del Gobierno Federal; la cortina de El Zapotillo mediría 80 metros. Sin embargo, dos años más tarde, los entonces gobernadores de Jalisco y Guanajuato, Emilio Márquez y Juan Manuel Oliva, convinieron con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) elevar la altura de la barda hasta los 105 metros. Con mayor capacidad de almacenamiento se podría llevar líquido a León, Los Altos de Jalisco y la zona metropolitana de Guadalajara.
Todo quedó entre panistas.
El pasado 7 de agosto, la segunda sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) anuló tal acuerdo verbal a través de la controversia constitucional 93/2012, promovida desde el Congreso jalisciense. Con una cortina a 105 metros los poblados de Temacapulín, Acasico y Palmarejo serían sepultados por el agua.
Gerardo Ortega de León es un ciudadano aguascalentense; hoy tiene 70 años, 50 de los cuales ha pasado como ambientalista. Él ha documentado el conflicto desde sus comienzos. En el fondo, presume, las autoridades locales consienten un despojo de recursos naturales.
“Nos dio mucho gusto ver que en agosto la Suprema (Corte) estuvo con los pueblitos, con su gente, con los pobladores y con Aguascalientes, pero ahora resulta que quieren volver a hacerla. El director general de la Conagua, David Korenfeld Federman debe decir: no, eso es ilegal, Aguascalientes también tiene derecho a su agua, a la que cae en su territorio”.
El 19 de septiembre El Informador de Guadalajara publicó que, a pesar del fallo de la SCJN, el proyecto de Presupuesto Federal de Egresos 2014 contemplaba 980.2 millones de pesos más para El Zapotillo, y todo “mientras la Comisión Nacional del Agua evade entrevistas para confirmar el avance del proyecto o si la cortina del embalse quedará en 80 o 105 metros” ya que en la diferencia de la altura está en juego la inundación del poblado de Temacapulín.
“Es un tema muy serio -dice Ortega de León a La Jornada Aguascalientes-. El problema ecológico más grave en Aguascalientes es que se está acabando el agua, el agua que ya estamos sacando de las profundidades tiene metales pesados y arsénicos, está afectando la salud pública”.
En la entidad sólo se captura alrededor del 15 por ciento de las aguas, por lo cual “estamos hablando de que cerca de 80 o 90 millones de metros cúbicos de aguas residuales, una buena parte de ellas tratadas, emigran a Jalisco”.
Este proceso se lleva a cabo por conducto del río San Pedro, el cual tributa al río Santiago, ubicado en Jalisco.
En 2007, fecha del “convenio en lo oscurito” entre Márquez y Oliva, recuerda el declarante, se realizaron denuncias mediáticas para llamar la atención del entonces gobernador Luis Armando Reynoso Femat.
“El gobierno estatal no actuó, simple y sencillamente se disciplinó a la voluntad del Gobierno Federal de Calderón. También los senadores del PAN en ese momento: Felipe González González y Rubén Camarillo Ortega, como representantes del estado de Aguascalientes, simple y sencillamente guardaron silencio, se disciplinaron a la voluntad del presidente de la República que favorecía a Guanajuato y a Jalisco y que auténticamente nos despojaba de agua”.
En 1995, Ernesto Zedillo publicó un decreto con la Reserva de agua para uso público, urbano y doméstico de Guanajuato y Jalisco. Las cifras de aquél estado quedaron en 120 millones de metros cúbicos mientras a éste se le asignaron 370 millones.
Se calcula que con una cortina de 80 metros en El Zapotillo ambos estados asegurarían albergue para 400 millones de metros cúbicos de agua. Si la obra se ejecuta a 105 metros habría capacidad para almacenar 900 millones.
Para garantizar el abasto “se requeriría una aproximadamente de 100 millones, que se hiciera un poco antes de salir de Aguascalientes para que conservemos todas nuestras aguas de lluvia. Esas aguas nos pueden ser de utilidad, es nuestro derecho porque esa agua cae en nuestro territorio, no en Jalisco, no en Guanajuato. Tenemos un derecho absoluto, está contemplado en el mismo decreto de Zedillo, estas aguas son de nosotros”.
La administración en turno es consciente del problema con el agua, no obstante el Plan Sexenal de Gobierno 2010-2016 no prevé la construcción de nuevos embalses.
En Aguascalientes, señala el documento, hay tres mil 200 “pequeños bordos” y ocho presas con una capacidad total aproximada de 500 millones de metros cúbicos.
“Debido a la escasa precipitación que ocurre en la entidad, se estima que sólo hay una disponibilidad anual promedio de 190 millones de metros cúbicos”. Sólo el riego agrícola demanda, cada año, 776 millones de metros cúbicos de agua.
“De seguir con el consumo actual habrá menor captación de agua en los mantos acuíferos por la falta de lluvias, será mayor la erosión del suelo provocando poca productividad agrícola, se requerirá importar productos forrajeros para el abastecimiento estatal de la ganadería y por lo tanto disminuirán las utilidades de la producción agropecuaria por el aumento de los costos de forrajes y agua”.
El déficit de líquido deja expuesto al 90 por ciento de las hectáreas productivas del estado, mientras las metas gubernamentales se limitan a “dar un mejor aprovechamiento a las aguas tratadas en la planta de la presa del Niágara” y construir cuatro mil 400 “obras para la micro captación de agua”.
En 2012, durante el Seminario de Evaluación de Conformidad en Materia de Agua, Ambiente y Eficiencia Energética, se hizo referencia a la migración del agua tratada, cuyo 90 por ciento se desliza hacia Jalisco.
La administración es omisa, considera Gerardo Ortega, quien destaca la obsolescencia de una presa fronteriza como la de El Niágara. Ésta, edificada entre 1959 y 1963, tiene una cortina que palidece ante cualquiera de las dos planteadas para El Zapotillo. Sus 31.5 metros de altura le dan capacidad para almacenar 16 millones 188 mil 460 metros cúbicos.
Aunque Aristóteles Sandoval, actual gobernador de Jalisco, se ha pronunciado por una cortina de 80 metros, la última palabra está en la federación, quien de 2008 a 2014 habría aportado cinco mil 569 millones de pesos para el proyecto, añadió El Informador el 19 de septiembre.
“En febrero pasado, la Conagua informó que el avance físico de El Zapotillo era de 55.57%, mientras el avance financiero se ubicaba en 53.57 por ciento. También reportó 19 kilómetros de caminos de construcción en la zona de la presa; 343 metros de longitud de la obra de desvío (canal); en excavaciones suman un millón 762 mil 715 metros cúbicos (m3), que equivale a 81% de los dos millones 170 mil m3 aproximados que se deben excavar; el volumen de concreto CCR colocado en la cortina es de 587 mil 874 m3, que equivale a 35% del millón 670 mil m3 aproximados por colocar”.
El Zapotillo podría ser inaugurado en mayo de 2014.
El día 30 de septiembre, Correo expuso que “pese a que la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó, en agosto pasado, anular el convenio mediante el que se construiría la cortina de la presa El Zapotillo a 105 metros de altura, y obligaba a la Comisión Nacional del Agua a modificar el proyecto para reducir la estructura a 80 metros, actualmente el proyecto continúa sin ninguna modificación”.
Foto: Gilberto Barrón
