No todos los días se abren las puertas del infierno, resulta aún más sorprendente que un buscador para iphone nos diga que el 27 de julio sucederá esta extraña situación. Y es que fue viral en redes sociales que un usuario preguntó a la aplicación SIRI “Qué día es el 27 de julio de 2014” su respuesta fue macabra: “Será domingo 27 de julio de 2014. (Apertura de las Puertas del Infierno)”. La explicación tampoco tardó en llegar, según la nota periodística el buscador se refería no al “fin del mundo, sino porque se basa en la religión musulmana y en el Ramadán, el último mes de su calendario sagrado de 9 ciclos. Según sus creencias, el 27 de julio se cierran las puertas del cielo y se abren las 7 del infierno donde ingresan los pecadores que sólo pueden salir si este día las personas ayunan y piden por ellos.”
La anécdota bien podría ser el leit motif para una de tantas y brillantes comedias satánicas del maese del género Alex de la Iglesia; su trayectoria lo ha llevado a deambular por una amplia variedad de cintas que lo mismo hablan de esta idea satánica, demoniaca y de ultratumba que de paroxismos inclementes de humor negro sobre desquiciados mentales que van desde su clásico cortometraje Mirindas asesinas, hasta los largometrajes 800 balas, Perdita Durango, Balada triste de Trompeta y la reciente Las brujas de Zugarramurdi, entreotras.
Pero su película hito es El Día de la Bestia (1995) todo un clásico para los amantes del cine de terror y de comedia. En la cinta nos topamos con un singular sacerdote que ha descubierto el día en que nacerá el anticristo, y se lanza a buscar el lugar, para ello se auxiliará de un vendedor de música de metal interpretado de manera magistral por Santiago Segura y por un escritor y presentador de TV de ciencias ocultas. Esta triada hará las cosas más inverosímiles (o muy verosímiles vistas desde el punto de vista de lo sobrenatural) para lograr dar con el lugar donde nacerá el anticristo. Lo más maravilloso de Alex de la Iglesia es su genialidad para lo mismo hacernos reír, que crear escenas auténticamente escalofriantes como aquella alucinógena donde satanás en forma de cabrío se aparece a los protagonistas. Además retoma todo aquello que en los ochentas era clásico en materia non sancta: ritos satánicos con sangre y extraños simbolismo (jugar a la ouija era clásico en secundaria) música con mensajes ocultos (¿Cuántos no dañamos nuestros tocadiscos tratando de escucharlos?) rockeros de tatuajes malignos y largas cabelleras (que hoy tanta risa nos provocan) y un largo y divertidísimo etcétera. Destaca en su cinematografía además esa guía por la ciudad de Madrid, la cinta hace énfasis de escenas urbanas que cualquier visitante de la capital de España no podría olvidar, la delirante secuencia de los tres antihéroes bajando por las letras de Schweppers del edificio Capitol son el mejor ejemplo de ello.
El sacerdote (“catedrático en teología” como se presenta a sí mismo) interpretado por Alex Angulo es una auténtica obra de arte del histrionismo español, su actuación nos deja boquiabiertos, nos mata de la risa en su búsqueda de hacer el mal (el momento en que arroja por las escaleras a un mimo no tiene precio) la escena en la tienda de música de metal, donde conoce a Santiago Segura, no tiene desperdicio alguno. Sin lugar a dudas este papel marcará una carrera llena de otras grandes interpretaciones, misma que desgraciadamente fue truncada la semana pasada cuando falleció en un accidente carretero, de hecho las voces no se hicieron esperar y prácticamente todo el mundo cinematográfico español lloró su pérdida.
El director, con su esperpéntico método, utiliza las situaciones más inverosímiles para hacer una agria y ácida crítica social, si como ya dijimos en su excelsa Las brujas de Zugarramurdi (La Jornada Aguascalientes, 28 de octubre de 2013) hace patente que las verdaderas arpías de la España reciente son la crisis económica y sus consecuencias, en El día de la Bestia, su crítica se concentra en la xenofobia que afecta no sólo a España sino a toda Europa, un grupo neonazi que quema indigentes e inmigrantes es el verdadero anticristo, por ello no es raro que el nacimiento del hijo de satanás vaya a ser en los edificios madrileños conocidos como Puerta de Europa, de esos amargos detalles de la Iglesia, pues España, junto con Italia, son el acceso por donde miles de inmigrantes africanos tratan de ingresar en busca del sueño europeo, sueño que, como a nuestros inmigrantes mexicanos, les puede costar tantas y tantas vejaciones e incluso la vida. Sea esta columna pues, un homenaje a Angulo, ese inolvidable sacerdote, y a toda esa crítica social tan macabramente divertida de Alex de la Iglesia.




