Dice el viejo y conocido refrán, no hay fecha que no se cumpla y plazo que no se venza. Los procesos internos han iniciado y en los partidos políticos ha comenzado ya también la efervescencia por los procesos.
Del PRI podemos decir que a escasos dos días para el arranque formal de las precampañas no hay definición ni rumbo; versiones van, versiones vienen, lo cierto es que siguen sin acuerdo entre los principales actores políticos de ese instituto y no es casualidad que Aguascalientes haya sido una de las pocas entidades en las que no se concretó la coalición del rojo y sus satélites.
Allá ellos y las secuelas de no entender que las imposiciones del centro y la necedad de algunos pueden seguirlos afectando, ni rumbo ni progreso ni cumplen, ¡ah!, pero eso sí, siguen prometiendo.
Tengo la plena certeza que tanto en ese instituto político como en otros partidos están a la expectativa de quien hoy por hoy encabeza las preferencias electorales en la entidad, como en la mayor parte del país, y desde luego, me refiero al partido en el que milito y respeto: Acción Nacional.
Y ser la cabeza de la contienda es orgullo y responsabilidad, obliga a la serenidad, a la inteligencia y sobre todo a la madurez para respetar, acatar y actúan en función de la necesidad y demanda social.
Me siento satisfecha y orgullosa de que la madurez haya alcanzado a los principales actores políticos, quienes tienen arraigo y preferencias entre la militancia y la sociedad.
Impensable era algunos años ver sentados en busca de consensos y acuerdos actores relevantes que hoy son alcaldes, diputados, senadores y líderes internos. “Hemos aprendido la lección, hay que buscar acuerdos”, escuché en los últimos días por doquier.
Y hay que señalarlo, eso no limita el derecho que tienen otros panistas, nuevos o acuñados, jóvenes o no tanto, mujeres y hombres, a mostrar su natural motivación e interés en participar. Nadie coartado su libertad de decisión y de acción, tan es así que han acudido a su registro, de la forma y modo como decidieron, acompañados algunos por su familia, otros por algunos funcionarios o representantes, otros más solos y algunos otros con el apoyo de militantes que se han volcado en torno el proyecto que algunos tenemos claro se llama Aguascalientes.
Acostumbrada a decir lo que pienso y como lo pienso, me parece burda, imprudente y novata la forma en cómo se han comportado algunos militantes que pareciera tienen instrucción y “motivación” para desestabilizar el proceso. Parece que el pago es por afectar al PAN y eso, que quede claro, no se permitirá.
Ojalá sólo sea producto de mi imaginación, alguna charla en un café, o bien, la influencia de una relación personal y compromisos del “pasado” para que ahora piensen que el PRI sí puede infiltrarse en el proceso del PAN. Cada quien a lo suyo.
Además, era previsible que así lo hicieran, pues en el PRI, al no ponerse de acuerdo sólo les queda tratar de enturbiar el proceso.
Vamos a las internas, cada quien hará su chamba, yo por lo pronto #VoyAM.
¿Y qué significa eso?, que creo en el proyecto de una mujer profesionista, que se ha abierto camino en la vida sola; su nombre Arlette Muñoz. Panista de cuna y convicción. Tengo certeza plena que su sencillez, su sentir ciudadano, dará oxígeno al PAN. Ímpetu hoy.
