Mucho se ha hablado sobre la defensa a ultranza de la familia natural, sus discursos, sus opiniones y todo lo que estos grupos conservadores creen que debe ser y no ser. Lo destacado para estas movilizaciones sin duda es el financiamiento que reciben, algo sumamente parecido a las campañas políticas, es decir, playeras impresas por millares, sobrillas, calcomanías, pancartas, pendones, espectaculares, mega sonidos, gafetes, listas de asistencia, autobuses para transportar a la gente y así un despliegue estructurado muy parecido a lo que hace un partido político y aunque para el caso de Aguascalientes fue evidente que la marcha en defensa de la familia natural estaba estrechamente vinculada al Partido Acción Nacional no debemos dejar de lado el buen impulso que les dio la Iglesia católica, la movilización fue convocada desde distintos templos y fue así que en términos políticos ambos se reforzaron, el PAN sigue haciendo campaña y la iglesia que pretende seguir mostrando el músculo político en mira al siguiente congreso que en su mayoría estará pintado de azul panista.
No cabe duda que seguro mucha gente que defiende a su familia, a la familia, lo hace de convicción pero hay algo más profundo que marca diferencia entre defender a la familia de una imposición del Gobierno Federal (porque vale la pena destacar que el discurso pro familia distingue muy bien al Gobierno Federal para no dejar solo la palabra gobierno, es decir especifican muy bien en su discurso que es contra el PRI y no contra el PAN) y creer que se defiende bajo una serie de mentiras, chantajes y ataques que aprovechan estos grupos conservadores para intentar manipular a la población en un país con tanto descontento social, con tanto hartazgo por la corrupción y la pésima calidad de vida económica, la nula seguridad. No es difícil que la gente responda a una serie de mensajes que a propósito van omitiendo la mitad de la información y en otros casos francamente tergiversando y faltando a la verdad.
La marcha convocada por el Frente Nacional por la Familia no es un movimiento social, porque un movimiento busca justicia, ningún movimiento crece violando los derechos humanos de otras personas. La inversión que vimos en la marcha del 10 de septiembre difícilmente la volveremos a ver, porque es algo político partidista, porque es complicado que sigan dando tanto dinero a algo que a final de cuentas ya no supo cuál era su fin, si estar en contra de la unión entre parejas del mismo sexo, si transversalidad del género en las políticas públicas o los libros de texto, o el derecho de adolescentes a recibir educación sexual y las recientes reformas a la Norma Oficial Mexicana 046 que contempla la interrupción del embarazo en caso de violación para las niñas menores de 12 años, en fin ya hicieron tantos pronunciamientos que prácticamente estos grupos conservadores proponen una vuelta al oscurantismo, ya nomás falta que declaren que la tierra es plana.
Algunos medios de comunicación, analistas, gente de la academia y hasta activistas han hablado de la “polarización” social en que ha derivado el tema o asunto de los homosexuales. Muchos encabezados aseguran tal cosa.
Estimada lectora y lector, yo no creo que eso sea cierto. Es decir, no digo que mientan pero creo que usan las palabras ligeramente, las direcciones contrapuestas dependen mucho donde nos ubiquemos para mirar. He escuchado a mucha gente heterosexual que le parece innecesaria esta discusión social sobre el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo, una y otra vez lo que escucho es a esas personas hablar desde sus privilegios heterosexuales, no tienen ni la menor idea de lo que es vivir en una sociedad que te ha colocado una gran etiqueta y que debido a esa etiqueta que además no puedes y no quieres quitarte vives con los derechos restringidos.
Imaginemos que en esa polarización de la que hablan hay una línea en medio, de un lado están los grupos conservadores que creen que no debemos tener los mismos derechos y del otro están las personas de la diversidad sexual y gente aliada que está a favor de la igualdad de derechos. Entonces esa línea media son los derechos humanos y el primer grupo está colocado a mucha distancia de esa línea en una franca deslegitimación de cualquier reconocimiento de la diversidad sexual y cerquita a esa línea media está el segundo grupo, quienes creemos firmemente que somos personas y que eso nos debe garantizar los mismo derechos que tiene la demás gente. ¿Dónde está la polarización? Yo veo a un grupo conservador en un extremo muy peligroso y al otro lo veo junto a los derechos humanos.
Es muy claro hay un grupo que bajo chantaje a impulsado, financiado y llevado a la calle a gente con el único fin de arrebatar la posibilidad de los derechos humanos a otro grupo, y ese grupo que históricamente ha sido despojado de sus derechos que es el de la diversidad sexual en ningún momento ha propuesto que le arrebaten el derecho de reconocimiento de pareja, de hijas e hijos en adopción o no, en ningún momento la diversidad ha planteado que al otro grupo le sean violados sus derechos y les sea negada la posibilidad de vivir con libertad y dignidad. ¿Cuál polarización? Yo lo que veo todos los días, escucho y siento es un constante discurso de odio hacia lo diferente, impulsada por los grupos conservadores, por la iglesia pero también por los distintos gobiernos y otros agente políticos, de ninguna manera veo una contienda justa, quitarle los derechos a quienes ni siquiera todavía los tienen.
@Chuytinoco




