- Ofrece entrevistas exclusivas a medios escritos y electrónicos, a excepción de La Jornada Aguascalientes
- Cuidan al precandidato de entrevistas que no sean “a modo”
Visita Aguascalientes el precandidato a la presidencia de la República por la alianza denominada Meade Ciudadano por México, con una amplia agenda a cubrir con todos los medios de comunicación grandes y pequeños, nuevos y consolidados, escritos y electrónicos con entrevistas exclusivas; todos, menos uno: La Jornada Aguascalientes… ¿así será el gobierno de José Antonio Meade también para los ciudadanos en caso de llegar a captar la cantidad necesaria de votos para ocupar la silla presidencial?
Un día anterior a los eventos oficiales con militantes y simpatizantes priista, la situación era evidente, este medio no estaba en la lista de elegidos para entrevistar solo al precandidato; tal vez para protegerlo de incómodas preguntas.
Después de encontrarse en un hotel del centro de la ciudad con al menos cien connotados priistas locales, entre diputados locales y federales, senadores, regidores, exgobernadores e integrantes de los diferentes grupos políticos del PRI, el precandidato concedería varias entrevistas exclusivas con los medios de comunicación de Aguascalientes, mismas que fueron asignadas en horarios por el área de comunicación del Comité Ejecutivo Nacional del tricolor, o al menos esa fue la explicación que dieron en lo estatal del porqué se había excluido a La Jornada Aguascalientes.
Minutos antes de arribar al mencionado encuentro, Meade accedió a una entrevista de menos de cuatro minutos con los reporteros que se encontraban en ese momento; en ella el precandidato se justificó ante quienes le llaman “el padre de los gasolinazos”, al señalar que “el precio de la gasolina de determina internacionalmente, y fluctúa conforme sus condiciones de costos”; pero no explicó que los impuestos al precio del energético de definen desde la secretaría que él encabezó.
Fue inútil insistir en que se diera a La Jornada Aguascalientes el mismo trato que al resto para el espacio y tiempo de entrevista con el precandidato. En el PRI estatal se justificaron con decir que la programación fue realizada desde oficinas centrales del partido. La solicitud de que interviniera el presidente estatal del organismo, Enrique Juárez Ramírez, fue en vano; luego de al menos tres horas de insistencia y espera para “ver que se podía hacer” llegó una respuesta: no se garantizaba que se fuera a dar la oportunidad de entrevistar a José Antonio Meade, por lo que se tomó la decisión de retirarse ante tan vaga posibilidad.




