- Preocupan contrarreformas locales en educación inconstitucionales
- Hay permanente amenaza contra los derechos humanos, particularmente contra los de las mujeres
Discutir a estas alturas del siglo XXI sobre la laicidad como la garantía de un derecho humano representa un retroceso, si se considera que este debate ya se dio hace cien años, señaló la doctora Leticia Bonifaz Alfonso, exdirectora general de Estudios, Promoción y Desarrollo de los Derechos Humanos en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al referirse a las iniciativas de reforma educativa estatales para introducir en ellas el llamado Pin Parental en sus legislaciones.
“Quisiera decirles, es que no quisiera estar discutiendo esto a estas alturas, la verdad si retrocediéramos 100 años tal vez sería un tema, pero no puedo creer que cien años después lleguemos así y seguir en la misma como si no hubiéramos avanzado”, expuso la abogada y activista durante su participación en el Ciclo de diálogos: entender y pensar la laicidad, organizado por Cultivando Género A.C y otras organizaciones civiles en el ámbito nacional.
Bonifaz Alfonso observó que es permanente la amenaza contra los derechos, particularmente de las mujeres, a pesar que está plasmado desde 1917 en la Constitución mexicana la laicidad como un principio fundamental de la organización del Estado mexicano, es decir: la separación de la Iglesia y el Estado como algo fundamental, y que también impactan en la educación, porque no puede pensarse sólo la libertad de cultos sin pensar en la obligación del Estado Federación, estados, municipios, en cómo se forman los futuros ciudadanos y cómo se forman los niños: “Estamos permanentemente en defensa del Estado Laico muy preocupadas, pues las contrarreformas que se están dando en varios estados de la República, como si no existiera la Constitución, como si no existiera el principio de laicidad y se partiera de cero. Pretenden llevar desde los estados reformas que de entrada serían inconstitucionales porque chocarían con la Constitución general de la República”.
La activista se refirió específicamente al llamado Pin Parental, reforma impulsada desde España por el partido conservador VOX que pretender ir en contra de algo que los conservadores llaman “ideología de género”, al señalar así a todos los avances que se han tenido en relación con los derechos de las mujeres en igualdad y dignidad y también a los derechos de las personas homosexuales, lesbianas, transexuales, transgénero, intersexuales y más: “La preocupación del Pin Parental es que sean reformas a nivel local que sobrepasa los principios de la constitución a nivel federal y que fundamentalmente pretende poner un alto a la educación sexual en las escuelas y a lo que llaman ideología, para que los padres de familia puedan impedir que sus hijos asistan sobre todo actividades extracurriculares”.
Recalcó que las iglesias no deben interferir en las obligaciones del Estado, y parte de estas obligaciones es que la educación sea, además de incluyente, que esté cercana al saber científico, “entonces la principal preocupación hoy es, ¿qué va a pasar si se llega, como ya sucedió en Aguascalientes, a consumar reformas a nivel local que van directamente en contra de los principios de laicidad y de los contenidos que debe tener educación’”.
Explicó que los padres de familia cuentan ya con el derecho de formar a sus hijos con los valores y la religión que quieran, pero corresponde al Estado, en este caso a la Federación, la competencia de diseñar los contenidos educativos, pues estos no se pueden determinar en el ámbito estatal.
“No podemos tener en México una Federación en donde cada estado vaya determinando de manera distinta los contenidos de la educación que además vayan en contra de los principios del estado Laico”, recalcó Leticia Bonifaz
