Siempre he intentado mantener cierta distancia entre el contenido de esta columna, El banquete de los pordioseros y mis comentarios de los conciertos de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes publicados ambos en este medio, y orgulloso además de poder hacerlo. No obstante, en esta ocasión quiero ocuparme de los cuatro conciertos que dirigió con nuestra máxima entidad musical el maestro Iván López Reynoso desde la trinchera de esta columna, no con la intención de proponer un análisis crítico, loco estaría si lo intentara, sino simplemente ofrecerte un punto de vista sobre el trabajo realizado, y señalar la valiosa labor del maestro Iván López Reynoso como director interino de esta nueva etapa de transición que vive ahora la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes.
Esta es la segunda ocasión que el maestro Iván López Reynoso trabaja con la OSA como director interino, la primera fue en la transición del período del maestro Román Revueltas y la llegada del maestro José Areán, después de una temporada sin director titular y otra con el interinato de la batuta de López Reynoso. Ahora, por una vez más regresa el maestro al frente de la OSA en un segundo período como interino aunque en esta ocasión no se le llamó como tal, pero funcionó exactamente así en este espacio de transición entre la salida de José Areán y la llegada del nuevo director de la OSA, el maestro Lanfranco Marcelletti.
En este intervalo de cuatro conciertos y en circunstancias completamente atípicas, el maestro Iván López Reynoso toma las riendas de la Sinfónica en una temporada pequeña de cuatro conciertos que se ha llamado temporada de reactivación considerando que estamos metidos en medio de una verdadera pesadilla que ha puesto en modo de pausa todo tipo de actividad social, específicamente cultural, sin embargo, a pesar de esta lamentable situación, me queda claro que no hay pandemia ni contingencia que pueda detener la oferta cultural, simplemente porque el arte y la cultura son parte de nuestra naturaleza y sin arte el ser humano estaría desfigurado, fragmentado y mutilado, simplemente dejaría de ser, no tengo la menor duda de que todos los seres humanos, por el simple hecho de serlo, tenemos una tendencia natural hacia el lenguaje de las artes, tristemente tenemos una serie de distractores que muchas veces olvidamos esta tendencia tan nuestra.
Por otro lado, el hecho de reactivar la actividad cultural en general, en este caso específico, la actividad musical, es la mejor forma de enfrentar una situación inédita para todos y que ha lesionado, no solo en la salud, sino en la economía, en el estado de ánimo y sobre todo, nos ha limitado en nuestra esencia natural, el abrazar y estar cerca de las personas que queremos. Para eso, entre muchas otras cosas, está el arte, tenemos el arte para liberarnos del caos y es impensable poder sobrevivir o por lo menos soportar una situación como esta sin las caricias del arte en todas sus diferentes presentaciones.
La Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, consciente de esta situación, ha hecho esta pequeña temporada de reactivación con cuatro conciertos, todos a puerta cerrada y con repertorios que no exigen la presencia de más de 20 músicos, todo el período barroco, parte del clasicismo musical, incluso algunas cosas del romanticismo o de la música contemporánea exigen no más de una veintena de atrilistas en el escenario lo que permite guardar la sana distancia entre los músicos en un escenario muy grande en donde fácilmente cabría una orquesta de cien músicos.
Por otro lado, tuve la oportunidad de charlar brevemente, primero con el maestro Iván López Reynoso al terminar la grabación del concierto en donde se ejecutaron dos sinfonías tempranas de Mozart y que podremos disfrutar el próximo domingo a través de la frecuencia de Canal 26 de Radio y Televisión de Aguascalientes.
El maestro López Reynoso se va satisfecho del trabajo realizado, con comentarios muy positivos de la OSA, una orquesta que él ya conoce bien y que la orquesta también lo conoce bien y en donde ha habido, definitivamente, una buena relación, lo que por supuesto se refleja en el resultado final que su majestad la música. Ahora el maestro López Reynoso se va España, estará en Oviedo y en Sevilla en la reapertura de la actividad operística en la península Ibérica tocando ya con público, aunque por supuesto, con acceso controlado y restringido.
Durante la grabación de este concierto, estuvo el maestro Lanfranco Marcelletti, estuvo platicando ampliamente con el maestro Iván López Reynoso y al terminar su charla, y poco antes de una reunión de trabajo que tenía con los integrantes de la Sinfónica de Aguascalientes, tuve la oportunidad de charlar brevemente con él y hablar sobre sus planes de trabajo, por supuesto, continuar trabajando con repertorios que no convoquen a toda la orquesta completa y bueno, lamentablemente seguir haciéndolo a puerta cerrada, por lo menos en lo que resta del año. La situación que ahora vivimos es peor que una película de ciencia ficción o de esas películas catastróficas muy comunes en los años 70, y ante semejante circunstancia, hay que actuar en consecuencia, pero dentro de todo, la buena noticia es que la Sinfónica regresó al trabajo con cuatro conciertos de reactivación en una sala de conciertos que será en poco tiempo la casa de la Sinfónica, un inmueble precioso y moderno, a pesar de todos los problemas que tiene de acústica, pero ya vimos que con una buena sonorización se puede lograr una digna audición musical.
Bienvenido maestro Lanfranco Marcelletti.




