- Vestido de civil y custodiado por policías, quienes empujaban a la gente, Eduardo Santamaría se atrincheró en el Palacio Municipal. Al otro día sería destituido por la represión a balazos de manifestantes
EMEEQUIS /Alejandra Galicia
Casi a las 20 horas del lunes, con paso rápido, vestido de civil y armado, llegó el jefe de la policía de Cancún, Eduardo Santamaría Chávez, a la protesta contra feminicidios que fue dispersada con balazos al aire.
Custodiado por elementos de seguridad, no permitió que miembros de la prensa lo cuestionaran. Hubo empujones para los informadores que intentaron acercarse.
Santamaría se abrió paso entre los escombros para acuartelarse en el Ayuntamiento de Benito Juárez, mientras bomberos apagaban conatos de incendio. A unos metros, varios policías llevaban a rastras a una manifestante. Al poco tiempo llegaron elementos de la Guardia Nacional, cuando la protesta tenía como media hora de haberse realizado.
El director de la policía sería destituido a la mañana siguiente, al ser señalado por el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, como el responsable de ordenar disparos al aire para disuadir a manifestantes que se reunieron el pasado lunes 9 de noviembre. Hubo más renuncias y ceses.
Cánticos de rabia
La Red Feminista Quintanarroense fue la encargada de lanzar la convocatoria para la protesta, a petición de familiares de la víctima de feminicidio, Bianca Alejandrina Lorenzana Alvarado, también conocida por amigos y familiares como Alexis. De tan solo 20 años, desapareció el sábado 7 de noviembre. Al otro día su cuerpo apareció desmembrado en el fraccionamiento Vista Real de Cancún.
Ante la indignación de la sociedad, se lanzó la convocatoria en redes sociales. Fue pactada a las 17 horas del lunes 9 de noviembre, aunque se abrieron otras para una hora antes en el Kilómetro 0. La más grande fue la congregación a las afueras de la Vicefiscalía de la Zona Norte con sede en Cancún, en la que participaron más de 500 personas.
Manifestantes, víctimas indirectas de feminicidio, estudiantes, madres de familia y jóvenes de todas las edades vestidos de negro permanecieron en las instalaciones de la Vicefiscalia.
Cantaron consignas exigiendo justicia, realizaron pintas en las paredes de las dependencias, colocaron fotografías de mujeres víctimas de feminicidio. Grupos de hombres lanzaron botellas, rocas, sillas de plástico, tubos y papeles para prenderles fuego.
El calor de la manifestación se mantuvo intenso por más de dos horas. Una ligera lluvia cayó por la tarde, sin embargo, no logró mover a los manifestantes del lugar de la protesta.
Minutos antes de las 19 horas, un grupo de activistas voceó que la protesta continuaría hacia el Ayuntamiento de Benito Juárez. El contingente recorrió avenidas principales hasta llegar a la explanada principal del Palacio de Gobierno.
El Ayuntamiento se encontraba vacío, sin trabajadores del gobierno, ni policías custodiando el recinto. Manifestantes llegaron directo a la zona y comenzaron a aplicar las mismas acciones realizadas en la Vicefiscalía de Cancún: cánticos exigiendo justicia, pintas en las paredes blancas del Ayuntamiento, destrucción de algunas partes de la fachada y quemas intermitentes con los documentos extraídos de las oficinas.
Los disparos del terror
La protesta continuó hasta después de las 19:30 horas. Manifestantes se encontraban golpeando las maderas que se colocaron en la entrada principal para evitar que entraran, cuando en uno de los costados del Ayuntamiento de Benito Juárez, al menos dos decenas de elementos de la Policía Municipal salieron con armas largas y comenzaron a disparar al aire para dispersar a los manifestantes.
De inmediato los manifestantes corrieron hacia las avenidas principales de la Tulum y otros hacia el Parque de las Palapas. Algunos policías perseguían a toda persona que comenzara a correr y también a aquellos que estuvieran grabando.
Los disparos duraron más de dos minutos. Los policías se dispersaron por la Avenida Tulum persiguiendo manifestantes, algunos de los elementos detuvieron jóvenes y los llevaron a la parte trasera del Ayuntamiento, sin embargo, en el reporte oficial de la Fiscalía General del Estado (FGE), no se procesó ante el juez a ningún manifestante, mientras que las autoridades municipales confirmaron lo mismo.
En la explanada principal, escoltado por policías, caminaba el director de la policía municipal de Cancún. Eduardo Santamaría, quien vestía una camisa negra y un pantalón café. De modo apresurado entró al Ayuntamiento y ya no se le vio salir. Minutos después de los disparos, llegaron elementos de la Guardia Nacional para proteger el inmueble.
En los disparos dos periodistas recibieron impactos de bala: una de ellas Cecilia Solís, recibió un impacto en la pierna, mientras que Roberto Becerril en el hombro.
Capella no estaba en la entidad
Por su parte, el encargado de la Seguridad Pública de Quintana Roo, Jesús Alberto Capella Ibarra, comentó que no se tenía previsto que manifestantes llegaran al Ayuntamiento, por lo que no había elementos policiacos en la zona.
Aceptó que no se encontraba en Quintana Roo mientras se suscitó la represión policiaca, porque estaba atendiendo asuntos familiares. También confirmó que se investiga la participación de seis elementos policiacos municipales por disparar al aire contra manifestantes.
A las 21:30 horas, un día después de la represión policiaca, el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, anunció que el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Quintana Roo, Jesús Alberto Capella Ibarra, fue separado del cargo, mientras se realizan las investigaciones sobre los hechos ocurridos el pasado 9 de noviembre en Cancún.
Capella Ibarra era secretario de Seguridad Pública desde hace dos años, cuando el gobierno estatal lo recibió y desde el 31 de octubre de 2018 tomó cargo del Mando Único, que tiene aplicación en 10 de los 11 municipios del Estado.
En entrevistas para medios nacionales el encargado de la seguridad en Quintana Roo dijo que incluso se investigaba si existen policías que hayan actuado por deslealtad institucional, aunque reconoció que no se cumplieron los protocolos, por lo que se debe de investigar.
“La responsabilidad moral de la institución es mía, yo nunca dije que no, pero cómo convencer en el discurso, sobre todo en redes, que estás asumiendo la responsabilidad y yo no voy a agarrar y dejar la casa tirada y que lo resuelvan como puedan. Hay que saber qué fue lo que pasó, quién nos traicionó, si es que nos traicionaron. Si es que hay un interés oscuro detrás de ello que no pueda ver, puede haber también una deslealtad institucional, por los cambios que estamos haciendo. Eso va a ser parte de la investigación también”, dijo Capella Ibarra.
Y llega el nuevo secretario de Seguridad
La Red Feminista Quintanarroense, en un pronunciamiento emitido a través de redes sociales, solicitó la renuncia del titular de SSP, ante los actos de represión policiaca suscitados en Cancún.
Se deslindaron de las mesas de trabajo con autoridades, en las que se llevaba trabajando más de cinco meses con colectivas y organizaciones civiles en temas de feminicidio y delitos de alto impacto, canalización a víctimas y salud sexual reproductiva.
Ante las presiones para que Alberto Capella Ibarra renunciara al cargo, el funcionario reaccionó en entrevistas con medios nacionales y respondió que estaba abierto a renunciar al cargo siempre que estas acciones ayuden a solucionar los problemas.
“El 26 de septiembre de 2019 yo puse en el escritorio del gobernador la aceptación al cargo y la renuncia, todos los días en las decisiones que tomo te juegas eso, si el tema de la renuncia es la solución, pues yo encantado”, dijo Capella Ibarra.
El gobernador de Quintana Roo, a través de sus redes sociales, un día después de las represiones policiacas, confirmó que aceptó la solicitud de renuncia de Jesús Alberto Capella Ibarra, quien se mantendrá separado del cargo mientras se realizan las investigaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE) y también la dirección de Asuntos Internos de la SSP de Quintana Roo, por los actos represivos contra manifestantes.
A la separación del cargo, se suma el director de la Policía Municipal de Benito Juárez, Eduardo Santamaría Chávez, renuncia que fue confirmada la mañana del martes, a través de la presidenta municipal, Mara Lezama. En el mismo día también fue confirmada la renuncia del Secretario General del Ayuntamiento de Benito Juárez, Isaac Janix, quien declaró desde su entrada al gobierno en turno representado por Mara Lezama que no se le ha permitido trabajar, al llegar al cargo por una invitación directa de la alcaldesa.
Este miércoles fue anunciado Lucio Hernández Gutiérrez como el nuevo encargado del despacho de la Secretaría de Seguridad Pública de Quintana Roo. El gobernador Carlos Joaquín hizo el nombramiento y lo dio a conocer a través de sus redes sociales.
@Carol_Galicia




