En 2017 una exalumna que fue a Francia a estudiar una licenciatura de mecatrónica en el Instituto Tecnológico de Niza me contaba que cuando las personas sabían que era mexicana le decían en español “México, de donde vienen los narcos” además de preguntarle si ella también era narco.
La narcocultura también invadió la televisión, las sangrientas series televisivas de narcos latinoamericanas se han distribuido en todo el planeta, por lo que son un éxito nocivo que continúa reproduciéndose.
Evito lo más posible el ver series de narcos, me parecen terribles, uno solo tiene que encender la radio o la tele para observar cómo todos los días los casos de la vida real narran situaciones inimaginables por lo que la verdad no le encuentro sentido a que esa violencia brutal sea llevada a la pantalla con la misma carga de violencia social, pero con un poco más de glamour.
Creía, por la experiencia de las producciones latinoamericanas, que, forzosamente, las series que tratan asuntos de narcotráfico tendrían que ser violentas, sangrientas y dramáticas hasta que encontramos Family Business (Negocio de familia) una producción francesa que hace de la tragedia del narcotráfico una comedia.
Joseph Hazan es un desarrollador judío que fracasa una y otra vez con sus aplicaciones, su padre Gérad Hazan, carnicero de profesión, se siente muy desilusionado al ver que Joseph no tiene talento para ser desarrollador, además de no querer tomar las riendas del negocio familiar.
Gérad está deprimido por la reciente pérdida de su esposa por lo que la carnicería está al borde de la quiebra, y Aure, la hija mejor de la familia, se irá a Japón indefinidamente, por lo que el negocio familiar está realmente en peligro.
A punto de aceptar que su vida es un fracaso Joseph escucha que la marihuana en Francia se va a legalizar, así que con la promesa de ser legal en 3 meses junto con su amigo Olivier planean convertir la carnicería en un salón de venta y consumo recreativo de marihuana avalado por el ministerio.
Cualquier parecido con la realidad actual de México es mera coincidencia, pero ¿qué haría usted en su lugar si le interesara salir de problemas económicos con un negocio de ese tipo? Pues claro, comenzar un plantío de marihuana y, con la promesa de que se liberará en 3 tres meses se enfrenta a diversas situaciones para lograr su cometido que van de lo más complicado, como lo es convencer a su familia, sobre todo al duro de su padre y luego pasar los brotes de la mariguana desde Ámsterdam hasta París sin que los detenga la policía.
Nunca la familia Hazan había sembrado marihuana así que no sabían que el olor a la distancia puede ser penetrante y con el campo de tiro de la policía al lado de su granja deciden ocultar el olor haciendo la receta tradicional de la familia, la pastramaría.
Ya con las plantas de marihuana en su punto y habiendo engañado a sus vecinos y remodelado la carnicería para abrir, la iniciativa para legalizar la marihuana es desechada y ellos se quedan con 2 millones y medio de euros en mercancía.
Lo que no imaginó la familia Hazan, tal como sucede a muchas personas que inician en el “negocio” es que no pueden salirse de este aún sin vender un solo gramo de esta por lo que el enredo se vuelve más interesante cuando una traficante los amenaza para que continúen cosechando la marihuana, siendo ella la única compradora, para puedan conservar la vida.
Aunque los Hazan se vuelven memorables gracias a la pastramaría los problemas con los traficantes en Francia y su inocencia logran enredos donde gracias a golpes de suerte siempre logran salir de todos los problemas o al menos eso parece.
Negocio de familia muestra que no se necesita la violencia para crear una serie de traficantes. Es una historia con un mínimo de violencia y con mucha diversión.
La ingenuidad de Joseph y los miembros de su familia crean un ambiente de comedia gracias a que no comprenden cómo operan los traficantes y cómo se lleva un negocio de esa complejidad.
Al final, descubrimos que no es tan difícil el encontrar otra manera de contar la historia que tanto aqueja al mundo y no me refiero a la comedia sino a la violencia explícita.
El uso de la marihuana recreativa y la legalización es un tema que interesa a muchos y cierto es que en lugares como Ámsterdam ofrecen diferentes opciones para “recrearse” legalmente.
Esperamos el estreno de la tercera temporada de Family Business sobre todo porque el último capítulo de la segunda desenmascara a un personaje que por demás parece siniestro y ellos se encuentran en una situación verdaderamente desfavorecedora donde, todo puede pasar.
Ya sabe, por aquello de que el parecido con la realidad es mera coincidencia me pregunto cuántas personas en México tuvieron la misma idea que los Hazan una vez que se lanzó la iniciativa de la legalización del uso lúdico de la marihuana y cuantos planes de marihuana boutique se quedaron estancados gracias a que sigue prohibida su comercialización.
Laus Deo
@paulanajber
