“La mentira y el engaño tienen fecha de caducidad, al final todo se descubre, y al mismo tiempo la confianza muere para siempre”, Walter Riso.
Estimado lector de LJA.MX, con el gusto de saludarle como cada semana, en esta ocasión quiero dilucidar algunos puntos en los que es evidente que el presidente miente y sus hechos son muy distintos a sus palabras. Estamos ante un megalómano que expresa datos que no coinciden con los de organismos internacionales, su información es de fantasía y del mismo modo constantemente repetitiva, muchas palabras, pero muy pocos hechos.
En el manejo de la pandemia hemos visto un verdadero circo, en donde López Gatell se ha contradicho hasta el cansancio, y justo en el auge de la tercera ola, AMLO decide implementar el regreso a clases, por cierto, somos el cuarto país con más muertes por la pandemia, referente a la estrategia de vacunación nos encontramos en el deshonroso lugar 101. En cuanto al medicamento existe un desmedido desabasto, compras consolidadas totalmente fuera de tiempo. Gracias a que AMLO extinguió el seguro popular, ahora en el país hay 37 millones de personas sin acceso al sistema de salud, y en sus discursos tiene la desfachatez de decir que el mexicano no debe ser aspiracionista, sus palabras fueron las siguientes: “Es terrible constatar en manos de quién está el país. El enemigo es la clase media, ‘egoísta’, ‘aspiracionista’, ‘hipócrita’, con licenciatura, con maestrías, con doctorados”.
Estamos a punto de llegar a 100 mil homicidios dolosos en el sexenio, su estrategia de seguridad pública ha sido un fracaso, en sus palabras dijo que iba a enfrentar a los criminales, pero la “honestidad valiente” prefiere ir a darle la mano a la mamá del Chapo, que extenderles la mano a las víctimas de la catástrofe de la Línea 12, se envalentona ante sus enemigos políticos, pero al momento de poder capturar a Ovidio Guzmán, el hijo del Chapo, se dobló. A los narcos los trata con deferencia y a los migrantes con patadas en la cabeza.
La fiscalía a modo sirve únicamente para perseguir a sus adversarios, como Ricardo Anaya o Carlos Ahumada, en el caso del empresario argentino, ha destinado cualquier tipo de recursos legales ridículos e improcedentes con el firme propósito de extraditarlo, se le acusó por defraudación fiscal por un monto de dos mil pesos, a lo cual la justicia argentina declaró en estado de incompetencia la petición del gobierno mexicano, pero eso sí, a sus hermanos que han sido captados recibiendo fajos de dinero, la justicia mexicana, no ve, no escucha y no dicen nada, y por si fuera poco en el caso de Ricardo Anaya toman a Emilio Lozoya como referente para intentar fraguarle falsas acusaciones, no le dan acceso a la carpeta de investigación y le mandan a citar al reclusorio norte. Esas son acciones con ínfulas dictatoriales. Mientras el país se cae a pedazos, se derrumba en lo más deleznable, AMLO asigna tiempo, esfuerzo y dinero, a la persecución de sus enemigos.
“Nunca se miente más que después de una cacería, durante una guerra y antes de las elecciones”, Otto Von Bismark.
En cuanto a economía se refiere, ha invertido cifras estratosféricas en proyectos mal planeados como el aeropuerto, el cual no cumple con la normatividad internacional. El mundo avanza a las energías renovables, mientras que él decide invertir en refinerías, definitivamente AMLO no entiende cómo se avecina el futuro. Y referente al tren maya se han presentado una serie inaudita de atropellos al medio ambiente. Su frase de campaña “no mentir, no robar, y no engañar”.
México en noticia en el mundo, por las incoherentes declaraciones de AMLO, el semanario británico The Economist, llamó al presidente Andrés Manuel López Obrador “falso mesías”, del mismo modo y bajo la misma tesitura el diario francés Le Monde, publicó un artículo en donde se refiere a mandato como una “hiperpresidencia”. Fiel a sus venganzas el presidente limita, evade y calumnia a los periodistas que no le rinden pleitesía, tal es el caso de Victor Trujillo y Carlos Loret de Mola.
Estimado lector, es evidente mi molestia ante las mentiras de AMLO, me generan enojo y frustración, la historia siempre ha esgrimido la verdad, y el tiempo es el mejor juez, nadie se escapa de él, en ocasiones tarda, pero siempre llega.
“La mentira gana bazas, pero la verdad gana el juego”, Sócrates.
In silentio mei verba, la palabra es poder.
