- Hay un retroceso de 18 años en la participación laboral de las mujeres a causa de la pandemia
- Fundamental que exista un pacto fiscal para la consolidación de sistemas de cuidado
Durante la inauguración del XXIII Encuentro Internacional de Estadísticas de Género, Ana Güezmes, directora de la División de Asuntos de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), señaló que se vive un momento difícil para la disminución de brechas de desigualdad en todos sus aspectos pues, actualmente hay varias crisis que impedido trabajar en torno a esta, como la pandemia del Covid-19, la crisis financiera, económica y social, la inflación en alimentos y varios productos básicos así como los efectos del cambio climático.
En entrevista, informó que la CEPAL identificó que hubo un retroceso de 18 años en materia de participación laboral en la región como consecuencia de la pandemia del Covid-19. Una de las causantes fue el aumento de carga de trabajo no remunerado dentro del hogar, sobre todo para quienes tuvieron que ser apoyo para sus hijos en labores escolares.
La pérdida de trabajo fue algo común al inicio de la pandemia y por lo tanto disminuyó el poder adquisitivo de cada persona y sus familias. Sin embargo, comentó que la recuperación del empleo de los hombres avanza con mayor rapidez en comparación con las mujeres. Esto se debe a que el 70% de los sectores en donde más se emplea a las mujeres ha sido el más golpeado económicamente: la manufactura, el comercio, turismo y el trabajo doméstico
“Desde la CEPAL, estamos planteando que no podemos volver al mismo modelo productivo y laboral que definitivamente genera y produce desigualdades. Debemos hablar sobre un nuevo estilo de desarrollo enfocado en la sociedad del cuidado que articula igualdad con sostenibilidad y la importancia de cuidar personas”, comentó Ana Güezmes.
Para que se logre este cambio primero se deben establecer primero pactos culturales, sobre todo en los jóvenes, haciendo hincapié en la importancia de tener relaciones menos estereotipadas, terminar con la división sexual del trabajo, articular políticas de salud, educación y empleo y, sobre todo, se necesita un pacto fiscal.
“Hemos calculado que con el 1% del PIB posiblemente México podría llegar a la universalización del cuidado infantil. Entonces, hay que dar inversiones fiscales importantes porque el cuidado no puede esperar”, declaró Güezmes.




