Otra de las caras que van a intervenir de manera importante en el proceso de elección presidencial del 2024 y en la vida política del país es Morena como partido político. Ya vimos cómo se ha desarrollado la vida interna del resto de los partidos, ahora revisaremos el papel de Morena en el escenario democrático del país.
Morena es un partido en formación que de manera atípica llega al poder muy rápidamente y de forma prematura, todavía no acababan de hacer la transición de movimiento social a partido, cuando ya estaban ostentando el poder en la Presidencia de la República.
Los cuadros que fueron integrando los órganos de dirección provienen principalmente del PRD al igual que AMLO, y se sumaron cuadros del PRI y de movimientos locales o con demandas específicas como pueden ser colectivos de campesinos, de movimientos urbano populares, algunos sectores universitarios, entre otros.
Esta diversidad ha hecho muy compleja la vida interna del partido; primero porque el origen de las disputas tiene que ver con ambiciones personales para ostentar cargos, segundo porque el traslado del PRD a Morena se hace con grupos en disputa que se volvieron antagónicos, desde que pertenecían a las tribus del PRD. Los mecanismos de representatividad no son aceptados por muchos, y no existe un mecanismo donde los contendientes que disputen un cargo o representación lo acepten. Impera una anarquía y un descontento permanente cada vez que hay algún tipo de elección.
Muchos de los agravios reportados tienen que ver con prácticas realizadas en épocas donde la democracia era prácticamente inexistente; el acarreo, la compra de votos, el control de los grupos a partir de advertencia de quitar los programas sociales, etc. Las peores prácticas que atentan contra la democracia y la dignidad de las personas se realizan de manera impune en cada proceso electivo por una parte de los miembros de Morena.
La vida interna del partido está totalmente centralizada. El manejo de los recursos financieros, quien presida los órganos locales que en muchas de las ocasiones se resuelven con delegados nacionales además de otras, son prácticas persistentes por la imposibilidad de autogobierno y la construcción de consensos al interior de algunos equipos estatales. La definición de reglas claras donde todos las cumplan, es prácticamente inexistente.
La debilidad institucional de Morena siendo el partido que ostenta el Gobierno, son componentes ideales para que en el corto plazo se genere una tormenta perfecta.
No se observa ningún indicio o indicador mínimo, para esperar que Morena como partido político, pueda coadyuvar a consolidar estructuras institucionales y políticas mucho menos democráticas de este país. Están muy por debajo de las exigencias y necesidades de la población mexicana.
@normaglzz
