Ambientalistas
Día mundial de la conciencia ambiental
Este 5 de junio conmemoramos el Día mundial del Medio Ambiente, una vez más con buenos deseos y esperanzas de que empresas, gobiernos y sociedad se comprometan con acciones específicas para contar con un mundo más sustentable, es decir, menos contaminado y sobreexplotado, lo que conlleva reducir el consumismo voraz, derivado en gran medida de un cuantioso cúmulo de empaques y productos plásticos que se fabrican y se desechan cada segundo.
Prueba de lo anterior se muestra en el portal de National Geographic España, más del 90% de los plásticos del mundo se producen a partir de combustibles fósiles, el 42% de este se destina al empaquetado de alimentos y productos manufacturados; es decir, plásticos de un solo uso que apenas pasan unos minutos en las manos de los consumidores. Además, cada minuto, se vende un millón de botellas de plástico en todo el mundo y cada una de ellas tarda unos 450 años en descomponerse, si está a la intemperie, sino la cifra se aproxima a los 1.000 años. Aunado a esto, 8 millones de toneladas de residuos plásticos acaban en los océanos cada año y si la tendencia se mantiene, los océanos contendrían más plástico que peces en 2050. Si se suma la producción de plástico durante toda la historia, con base en datos de la ONU, para el año 2015 ya se habían producido 7.800 millones de toneladas de plástico, lo que equivalía hace 10 años atrás a una tonelada de plástico por persona en el mundo (https://goo.su/dIfNN). No quiero dejar pasar por alto que hay estudios que demuestran que el 91% de los residuos plásticos del mundo no se reciclan (OCDE, 2022), así que NO ES un argumento para validar la práctica tan común de usar y tirar, y mucho menos una solución.
En este mismo sentido, el artículo de Seth Borenstein, publicado el 22 de septiembre de 2024 en el periódico Los Ángeles Times, en el que señala que “el mundo genera 51,7 millones de toneladas de contaminación plástica cada año y la propaga desde las profundidades del océano hasta las cumbres más altas y el interior del cuerpo humano”. Y para darnos una idea gráfica de esto señala que esta cantidad de residuos “basta para llenar Central Park, en Nueva York, con desechos plásticos hasta una altura equivalente al Empire State” (https://goo.su/fqDcQzk).
A finales de la década de 1990 se hacía una referencia análoga en nuestra ciudad, señalando que en Aguascalientes se tenía que cavar una zanja todos los días del tamaño del edificio Torre Plaza (ubicado frente la UAA) para enterrar los desechos que se producían en la ciudad (en ese momento rondaban en las 360 toneladas por día). El 18 de febrero de este año se publicó una nota en esta editorial (LJA.MX) en la que se señalaba que “actualmente, el relleno sanitario recibe en promedio 8 mil toneladas de basura a la semana, es decir, mil toneladas diarias” (https://goo.su/pc7SM). Como podrán darse cuenta, en menos de dos décadas hemos duplicado la cantidad de desechos que generamos, a pesar de que contamos hoy en día con mucha información al respecto y se nos invita por varios medios de comunicación a modificar estos patrones de consumo; sin embargo, los hechos muestran que no se hace caso, pues ni las empresas que producen los empaques, ni las que los usan para empacar sus mercancías, ni la ciudadanía están dispuestas a cambiar el modelo de usar y tirar.
Es por ello que, frente a la magnitud de este alarmante problema, este día, la ONU hace un llamado a la acción colectiva para enfrentar este desafío global y se comience a erradicar la contaminación por plásticos a nivel mundial, lo que abonaría al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente los relativos a la acción climática, la producción y el consumo sostenibles, la protección de los mares y océanos, la recuperación de los ecosistemas y la conservación de la biodiversidad (https://www.unep.org/events/un-day/world-environment-day-2025). Pero este llamado no se limita a esta fecha, sino que marca el inicio de la toma de conciencia del problema para su solución inmediata, ya que las “venas, los pulmones y la piel” de nuestro planeta están muy dañados por nuestra culpa, así que es nuestra obligación emprender acciones para sanarlo.
La primera acción más urgente es dejar de consumir plásticos en la medida de lo posible, dado que casi todas las mercancías que se compran están empaquetadas con este material, pero, cuando se pueda, evitar hacerlo. Por ejemplo, en la tortillería en la que compro las tortillas que consumo siempre preguntan si quiero una bolsa, además de la envoltura de papel. ¡Esa es una oportunidad para rechazar unos centímetros y gramos de plástico! Yo siempre la rechazo, pero soy de los menos, la mayoría la acepta. Hago referencia a unos gramos y centímetros de una bolsa de plástico que parece no contribuir a la solución, ¡pero sí al problema! Si el 85% de los clientes acepta la bolsa, empeora la situación. Por eso todos deberíamos rechazar amablemente la cortesía del comerciante cuando ofrece bolsas innecesarias.
No está de más volver a insistir en evitar comprar agua embotellada y optar por cilindros o termos, hábito que va en crecimiento, pero aún falta mucho para conseguir que sustituya por completo la compra de bebidas envasadas.
Otra acción importante es colaborar en los trabajos de restauración ecológica que se realizan para que, mediante un trabajo coordinado y con objetivos claros, se consiga esa meta. Por ejemplo, sumarse a las jornadas que se convocan para limpiar el río San Pedro y afín a esa actividad, está el participar en el mantenimiento de las áreas naturales protegidas, puesto que no por tener este atributo dejan de estar amenazadas. Ejemplos claros en nuestra entidad son la Pona, Bosque de Cobos y el Cerro del Muerto.
No está de más recordarles que Movimiento Ambiental de Aguascalientes tiene un proyecto de restauración ecológica que se desarrolla en el Parque México y que cada segundo sábado de cada mes se hace una invitación a la ciudadanía a participar en ella y a conocer en qué consiste para evitar caer en la tentación de reforestar inmoralmente, porque si plantas un árbol, ¡debes cuidarlo!, es un ser vivo que requiere atención durante los primeros años de vida; y si no lo vas a cuidar ¡no lo plantes! No seas cómplice de ecocidios orquestados por el gobierno o empresas que solo lo hacen para tomarse la foto y justificar su contribución social. En otras palabras, evite participar en campañas de reforestación sino planea regresar al sitio a acompañar responsablemente a esos seres vivos para que mueran de inanición.
En suma, estas fechas conmemorativas tienen como objetivo que se tome consciencia de la situación en la que nos encontramos. Está en nuestras posibilidades hacer algo, pero lo más importante: generar los cambios que se requieren para contar con un medio ambiente saludable.
