Creo que es tiempo de hacer una reflexión real y constructiva de lo que está pasando en nuestro país y por qué; y quizá algunas salidas a estos problemas.
El Presidente Enrique Peña Nieto se encuentra en Europa visitando Portugal, El Vaticano y España. Creo que tanto como vimos en Portugal, y quizá en España, la estrategia es buscar que los inversionistas europeos se interesen en invertir en México y buscar que el comercio entre el viejo continente y nuestro país se incremente, pues la realidad es que son muy pocas las inversiones y sólo en las áreas de agua, generación de electricidad e importaciones hacia México. El presidente ha declarado que es importante buscar una renegociación del Tratado de Libre Comercio con Europa, pues nos deja en desventaja y sólo ha servido para que países que necesitan exportar a Europa lo hagan triangulando por México.
Pero veamos qué es lo que realmente necesitamos. Bueno, pues necesitamos lo que cualquier país: Que las inversiones sean productivas, que generen empleos y paguen impuestos en nuestro país, y no que sean especulativas y que al menor movimiento brusco se vayan a otro lado.
Hay dos secretarías en las que descansan las estrategias internas y externas, en cuanto a inversiones, producción, generación de empleos y riqueza. Éstas son: La Secretaría de Hacienda y Crédito Público y la Secretaría de Gobernación. La primera, encargada de la conducción económica del país, y la segunda, de la seguridad nacional, pública y de estabilidad interior. Las demás secretarías dependen del presupuesto que Hacienda les da y en las cantidades que se les asignan. Los estados, municipios y la federación, para su desempeño, necesitan de un entorno de seguridad jurídica, pública y social, y esto se logra con un combate a la delincuencia efectivo, castigo a los corruptos y transparencia en el actuar de la autoridad. Lo anterior depende de la Secretaría de Gobernación, pues tiene bajo su coordinación a la policía federal y a las fuerzas armadas, que están ahora cargando con el peso de la seguridad pública y nacional.
En un principio se habló de las dos “súper secretarías”, las cuales están encabezadas por dos colaboradores -desde su campaña- del presidente, y los que quizá, si esta administración logra superar los graves problemas nacionales, tendrán un futuro político muy promisorio; y si no se da esto, probablemente serán las primeras cabezas que rodarán.
En materia de seguridad se rompió el pacto federal, sin que lo reconozcan, al intervenir con un “comisionado” para la paz en Michoacán y cambiar a todos los funcionarios en el área de justicia y seguridad, por personas de confianza del enviado que coordina a las fuerzas federales para que se hicieran cargo de la seguridad en el estado y dar de baja a la mayor parte de los miembros de los cuerpos de seguridad por estar en contubernio con la delincuencia, y hacer una revisión del actuar de los miembros del Poder Judicial, pues la impunidad y el disimulo eran, y son, la constante. El caso de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Sinaloa, Oaxaca, Guerrero, Morelos y Estado de México, son igual de preocupantes y demandantes de acciones de fondo para recuperar el Estado de Derecho y evitar el secuestro y la extorsión. De acuerdo a datos de las organizaciones civiles no gubernamentales especializadas en el tema, la delincuencia ha subido de manera preocupante y los asesinatos no cesan, con la agravante de que no se detiene a los responsables. Todo esto causa temor y desconfianza en la sociedad, pero también en los inversionistas, y éstos deciden no abrir nuevos centros de trabajo, y otros, a cerrar los que ya existen. Esto por supuesto es un factor negativo en los planes de desarrollo, y políticamente estamos ante un nuevo sistema centralista en este rubro, pues los estados y municipios se declaran incompetentes para dar seguridad a sus ciudadanos, que es la tarea primordial de cualquier gobierno y, sobre todo, su razón de ser.
En materia económica ya hemos dicho lo grave que es que hayamos entrado en recesión cuando en campaña el actual presidente y el ahora Secretario de Hacienda ofrecieron un crecimiento de 5 o 6 por ciento anual; y ahora, los que hasta hace poco elogiaban el manejo tanto del Presidente como del Secretario de Hacienda, declaran que ha sido un fiasco la famosa reforma hacendaria y las medidas que tomaron de no gasto en el 2013 y que nos postraron en materia de crecimiento, con el cierre de miles de micro, pequeñas y medianas empresas, que en el corto plazo traerá consecuencias no cuantificadas -y sobre todo la no generación de empleos.
Todo va de la mano en los cambios de cómo se dan las noticias, pues ahora ya no se habla de “gasolinazos”, hoy es el ajuste mensual. No se habla de los muertos del presidente, se habla de los muertos entre bandas criminales. Hasta en eso cambió el entorno.
Pero no sólo es en el exterior donde se avisa de que vamos mal, por ejemplo la Procuradora de Defensa del Contribuyente, Diana Rosalía Bernal Ladrón de Guevara, declaró que si para el 2015 no da resultados la reforma fiscal, el Poder Legislativo debe revisar y promover otra, o cambios que reactiven la economía; lo que sucedió afectó la creación de empleos ya que ahora sale más caro generarlos, pues sólo se autoriza una deducción parcial de las prestaciones exentas y a cambio quitaron el impuesto mínimo.
Los analistas financieros han detectado que el crédito al consumo creció muy fuerte y al mismo tiempo la morosidad. Hoy hay muchísimos hogares sobreendeudados que no pueden pagar, pues el crédito de Abril de 2011 a Abril de 2014 creció de 416,906 millones de pesos a 680,323 millones de pesos, y el porcentaje de morosidad subió de 3.82% a 5.21%. O sea que el porcentaje de no pago es muy superior, pues sobre una cantidad mayor de 64% y la morosidad subió un 37%, pues era en 2011 de 15,925 millones de pesos y ahora es de 35,444 millones de pesos.
Así las cosas, no creo que los inversionistas extranjeros y nacionales, por más viajes que se hagan al extranjero y discursos que nos digan que vamos bien, van a cambiar nuestra realidad. Se deben tomar medidas reales y rápidas para revertir lo que está pasando.
