Con el menor ánimo de encerrar esta columna en espacio temporal, porque eso sería terrible, cabe mencionar que el día de la publicación original de Bocadillo en LJA (21/02/2015) sucederá la entrega de los Premios de la Academia. En días pasados grabé dos podcasts con grandes amigos, muy diferentes entre sí, acerca los nominados y las películas [serias, já] del año pasado. Hubo un sentimiento general: dejar de tratar de entender a ese ente amorfo llamado La Academia [no la de Yuridia] y que en el cine, uno tiene sus favoritos, más allá de lo que un montón de viejos WASPy decidan en Los Angeles.
Dentro de lo que mucho o poquísimo que tuve la oportunidad de consumir en cuanto a cine en el último año, definitivamente considero que Gone Girl ha sido robada. Es algo impactante, hayas o no leído el libro. Ben Affleck está excelente pero es la película de Rosamund Pike, aunque su rol en el cine haya sido algo capado en tiempo dentro del guión. En años futuros seguiremos hablando del discurso de la Cool Girl, no de si Eddie Redmayne interpretó muy bien a una de las mentes más brillantes del mundo. Tampoco creo que le espere un recuerdo esperanzador al maquillaje facial de Steve Carell, más allá de ser la típica película que repetirán hasta el cansancio en TNT.
Hay quién me ha dicho que su favorita es The Imitation Game, efecto que se reduce si ya eras fan de Cumberbatch. Otros no bajan a Birdman del pedestal por la mentada planosecuencia. Meh, la vuelven grande otros aspectos. Percibo que Boyhood es la producción que menos curiosidad ha causado entre mi círculo social y laboral; pocos la han visto, muchos menos la consideran la mejor de año. No tiene una toma infinita o a JK Simmons, pero definitivamente te llega al corazón si te interesa el tema padres – hijos.
Whiplash, al final es la que más me ha gustado. De cerquita tiene a Wild dentro de mis juicios, ya que es un montaje mucho más interesante y ambicioso (sin caer en lo pretencioso) pero la actriz principal cae en vicio de haber pagado caro un monumento a su ego. Igual Whiplash me gusta porque tiene un personaje cercano a mi edad. Leía en una entrevista de Miles Teller en Deadline (http://i.lja.mx/19TgqDM), que el papel le resultaba interesante porque no era el hermano pequeño, el hijo, el ayudante o un rol más de reparto. Era una historia con protagonista en alguien de menos de 30 años. No sé, para mí eso es algo importante ya que sucede una edad en la que no te ves reflejado en el cine y es difícil identificarse con los hombres blancos de 47 años en crisis de la adultez. Asimismo, soy empático con el dilema de enfrentarse a mentores maduros que te subestiman en un primer momento, sumado a sus particulares fantasmas.
Hemos hablado mucho de Whiplash por acá, pero no está de más mencionar que especialmente está telegrafiada a los jóvenes. ¿Por qué? Porque cuando estás empezando en cualquier disciplina es de lo más natural que no crean en ti y te pongan obstáculos simplemente por ser joven. Por eso me parece tan parecida a Social Network, muchas veces sabes que eres grande, que tú idea lo es todavía más, ocupas tiempo para ejecutar y simplemente la gente no confía en ti.
En /AUTONOMÍA una vez hablamos de que Breaking Bad es el sueño de todo hombre. Yo soy creyente de que Whiplash es el sueño de todo joven: pintarle dedo a la autoridad. ¿O qué creen que significa que el chico se haya quedado a darlo todo en el concierto? Es lo que todos deseamos.
@masterq




