Estimado lector, cómo le fue de grito; digamos que ya es clásica la pregunta entre nosotros los afortunados seres humanos que nacimos en esta tierra tocada por la mano del creador y olvidada por toda la corte celestial. Si revisó los encabezados electrónicos de ayer seguramente se pudo percatar de la pluralidad de las opiniones, en algunos portales, los más alineados, señalaron que fue todo un éxito la verbena popular organizada alrededor de esta bella tradición nacional, otros, los más críticos e incisivos, reportaron autobuses de acarreados priistas estacionados en el Palacio de Bellas Artes, quienes fungieron como el selecto grupo de asistentes a la plancha del Zócalo capitalino para ser testigo de la pirotecnia que año con año es la misma. Otros identificaron entre el respetable a grupos de jóvenes que protestaron con una serie de playeras blancas unidas a manera de lona donde con colores rojo y verde señalaron su malestar al jefe supremo de la fuerzas armadas del país de Huitzilopochtli. Las placas de los medios impresos dan fe de una plaza repleta y de colores que no se opacan por más que las noticias cotidianas no sean alentadoras para el pueblo. Qué le digo de la transmisión que se ofreció en cadena nacional la noche del 15, excelsa, impecable cada vez son más profesionales el personal de CEPROPIE, complementado claro está con los programas especiales de las dos cadenas mexicanas con más penetración en el público, después del grito sendos elencos con las estrellas del momento. Bueno, qué le digo, el júbilo por un hecho histórico que hoy por hoy no deja clara ni siquiera la cronología de los mismos pero que es la fuerza que mueve a México y lo une como nación; acá en la tierra de la gente buena no fue la excepción, si bien no tenemos una televisora local con los tamaños de las dos nacionales, lo resolvimos con un concierto gratuito del carismático Pepe Aguilar y su familia. Qué tal, esos son hechos, celebración al nivel que se merece un aniversario más del inicio de la gesta que al parecer, según la historia oficial dio inicio a la independencia de estas tierras de la corona española.
Y mientras nosotros, los buenos y alineados mexicanos celebrábamos la noche del martes y la cruda del miércoles, en otro lado del mundo (literal) ocho mexicanos fueron acribillados, para ser exactos, en Egipto. Confirmado por la cancillería. Gabriel Bejarano hermano de uno de las víctimas aseguró que el ataque fue por la vía aérea cuando se encontraban en un receso en pleno desierto. La Jornada el lunes 14 de septiembre publicó que policías y militares egipcios mataros a 12 personas, entre ellos ocho turistas mexicanos, el motivo, ataque por error, los confundieron, y yo que pensé que las pifias como esas sólo le pasaban a nuestras autoridades; usted disculpe, no es personal, pensamos que era al malo que andábamos buscando. Qué universal es nuestra complexión que en el lejano Egipto nos confunden con militares insurgentes, se imagina, yo creo que también podemos confundirnos con chinos, irlandeses, gringos, pero yo creo que somos más parecidos a los gallegos de los chistes.
En fin, las festividades de septiembre opacadas por la sombra de la muerte allá en el desierto grande, cuando acá en el rancho la muerte es cosa de todos los días, a mí me suena como una teoría de la conspiración por parte del resto del mundo, bueno y por nosotros mismos, para acabar con la raza de bronce. Lo menos que podía hacer la sobrina del señor Salinas era ir al Cairo a exigir una explicación a las autoridades egipcias del porqué de las confusiones. Y mientras eso pasada en el lejano oriente, en la cercana capital de todos los que tenemos Curp, el buen Andrés Manuel dedicaba su grito a los 43 jóvenes desaparecidos, qué poco incluyente es el otrora presidente legítimo, por qué no incluyó a los ocho turistas recién abatidos, así es ese hombre, qué bueno que no hay muchos como él; bueno, tenga cuidado, tenemos un personaje local que anda acaparando los reflectores de la prensa nacional y los derecho humanos por lengua larga, algo así como Don Andrés, usted cree eso, pero si la gente lo ama, hasta lo quieren en un puesto político para que saque adelante a la tierra de Posada. No se hagan bolas, ya lo dijo don Carlos el mejor de los mejores tricolores que ha tenido esta tierra, no se hagan bolas, para empezar, un líder de opinión es una persona que no necesariamente tiene presencia mediática permanente pero que emite su postura respecto a los temas de interés de la opinión pública y que influye sobre el vox populi, es percibido como una autoridad en la materia o una fuente confiable. Ah, bueno, si es así entonces nada de qué preocuparnos, ni en radio local ni en tele tenemos esa figura identificada, o qué, no me diga que piensa que los Betos, los Pepes y todos los demás son verdaderos líderes de opinión, que no les quiten sus licencias de locución si no luego, el espectáculo dónde queda, déjelos que hagan su show, como el hijo pródigo blanquiazul que regresó a su tierra a patear traseros y a demostrar que lo naco es chido; ya lo dijo el maestro Vargas Llosa, vivimos en la civilización del espectáculo.
Un verdadero espectáculo el de nuestros vecinos, los listos, no los del norte, le demostraron al mundo entero que la democracia en América Latina no está muerta, “con la pena, don Otto Pérez, pero no es digno de ser nuestro presidente”, y con esa premisa se volcaron hacia su objetivo y no cesaron hasta lograr poner al presidente de la República Guatemalteca tras los barrotes. Cansados de la corrupción señalaron con pruebas que Pérez Molina era líder de una red de defraudación fiscal, los resultados ya los conoce, convocaron a elecciones y ahora, aunque la Organización de Estados Americanos OEA canceló nuevamente la reunión del Consejo Permanente donde se iba a tratar el tema de un informe imperativo sobre la situación de Guatemala, el hecho está consumado, no más Otto Pérez Molina. Son listos los vecinos, los del sur claro, deberíamos aprender sobre democracia guatemalteca.
@ericazocar
