Todos los días se generan notas frescas en Aguas y en el resto de país, en todos los continentes y océanos, pero las que nos atañen obviamente son las que nos favorecen o afectan de manera directa o casi directa, por ejemplo, querido lector, si usted vivió aquel eclipse total del 91, seguramente el del pasado lunes 21 de agosto dejó mucho que desear o por lo menos por estos cielos; la tropa ya se estaba preparando para 15 minutos de tinieblas a partir de las 13:15 horas y nada. Sin nubes, con el astro sol cayendo sobre el asfalto y azoteas sin piedad, los más osados se atrevieron a voltear directamente hacia la bola de fuego para constatar si la luna había hecho de las suyas o no. El calor no aminoró y la oscuridad nunca se apoderó de la tierra que vio nacer a Posada; coincidió que ese mismo lunes, la comunidad estudiantil y docente de la Universidad Tecnológica de Aguascalientes (los vecinos de los más cuerdos de la gente buena), se quedaron como novia de pueblo, vestidos y alborotados, pues esperaban con ansia y vehemencia al mismísimo papucho de papuchos, pero no llegó; ni mi vuelta para poner el puesto de huevos y jitomates podridos para ser lanzados como pitcher rielero al Copetes, pero nada; que envía en su representación al más federal del gabinetazo, a don Penchyna, bueno y ese qué, si es el titular del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, Infonavit, de ese que les descuentan como si su casa estuviera en El Campestre.
Total, que a don David lo enviaron para que hiciera los honores en lugar del Copetes, acá en una de las entidades más pequeñas de este gran país. Pero para no hacer el cuento largo, querido lector, como que al Bigotes no le gustó el desaire y se desquito con el respetable, y mire que ese respetable estaba conformado por comunidad universitaria (sin menospreciar a los otros respetables); mi informante me dice que como buen político subido en tabique, cuando pasó frente a la comitiva de bienvenida al recinto ceremonial caminó sin ver a los mortales, mucho menos estrechó manos y mire que dicha valla era para que los medios imprimieran sus placas fotográficas con el ya conocido saludo del político dándose baños de intelectualidad, pero nada, se fue en banda y se siguió derecho, mejor don David, al ver tal acto de descortesía se regresó y saludó uno a uno a los 12 embajadores universitarios, ¿Qué pues, don Martín, le caló que su jefazo lo haya dejado de plantón? Ya lo conoce, se acabó el gel presidencial y no pudo salir de la casa de Chapultepec. Desangelado pues el evento, el discurso del Bigotes parco, sin ganas de hablar y mucho menos de ver a los ojos o por lo menos al frente durante el acto, Penchyna más animado, no usó el templete y bajó para estar en contacto con los mortales acarreados al evento. Bueno y usted dirá, qué me afecta a mí que se haya llevado a cabo un evento como ese en la Tecnológica y que el Bigotes estuvo sin estar; los dineros, querido lector, los dineros, cuánto nos costó todo eso. El acto se llevó a cabo para inaugurar el edificio XXV Aniversario que alberga 21 aulas de clases y una sala audiovisual, así como sus respectivas placas conmemorativas entre otras.
Qué cosas, ¿no cree?, lo peor de todo es que mi informante conoce al Bigotes desde que era un ferviente devoto del catolicismo, pregonaba fe y esperanza a los más necesitados, pero qué tal ahora, ni el saludo, vamos, ni el cruce de mirada de compas aceptó. Así es nuestra naturaleza… quiero pensar, les pasa a los políticos, a los deportistas, a los artistas plásticos, hasta los escritores, alguna vez me cruce con Luis Pescetti y excuso decirle qué momento tan desagradable, la fama pesa, la no fama más y el anonimato parece ser peor.
Total, que las frescas por la tierra de la gente buena apuntaron los reflectores hacia un escenario caprichoso a veces lleno de fieles seguidores, otras invadido por villamelones que sin saber de béisbol gritaron los cuadrangulares de la novena rielera. La postemporada de la Liga Mexicana de Béisbol hizo parada en el parque de pelota Alberto Romo Chávez gracias al buen desempeño de los Rieleros de Aguascalientes. La experiencia de ir al estadio se vuelve inolvidable cuando el encuentro se comparte con un experto en la materia como don Salvador Reyes, quien comentaba que por las facultades y habilidades que tenemos los mexicanos somos mejores beisbolistas que futbolistas, pero a final de cuentas la mercadotecnia y el negocio de las televisoras manda, en su experiencia como ex jugador profesional y empresario deportivo ve muy lejos como esa maquinaria aceitada que trabaja para promocionar el futbol, sin verdaderos resultados en el ámbito internacional, pueda dejar de funcionar o de pie para la consolidación de una liga mexicana de beisbol que esté a la altura de cualquiera de otro país que practica este deporte a nivel profesional. Bien por la novena de Aguascalientes, bien por su afición, mal por los medios convencionales, bien por el internet, mal por los productores de contenido del Riel para redes. El entretenimiento no necesariamente tiene que ser barato y simplón como nuestro futbol, de todos modos, la idea es distraer a la sociedad de los sucesos que marcan el camino del país.
La mayoría regresó a clases, las aulas igualitas a las de hace 30 años o más, una persona frente a un grupo, los discípulos sentado en pupitres individuales tratando de asimilar el monólogo del actuante, descontextualizado por completo por la brecha generacional y sin verdaderas ganas de compartir… es tiempo de cambiar de raíz, ¿no cree?
Donde vivo estamos exigiendo que la mesa directiva transparente las cuentas del condominio y que el vecino de enfrente deje de hacer su agosto con la renta de la casa club, nos organizamos y estamos buscando derrocar por la vía pacífica y legal a estos personajes, ojalá el movimiento se pudiera replicar en lo nacional.
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