- 25 por ciento de las personas LGBT en el país ha tenido ideación suicida por lo menos una vez en su vida
- Registros oficiales de suicidios no toman en cuenta la orientación sexual o de género como una variable
A decir de Luis Berdeja, coordinador de la asociación civil Fundación Omacatl que se centra en la atención de grupos vulnerables a la violencia como mujeres, personas de la tercera edad y de la Comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero, Travesti e Intersexual (LGBTTTI); las personas que pertenecen a este último grupo son más vulnerables ante el suicidio y a pesar de ello, las políticas de las instituciones del estado para el combate a esta problemática no han tenido un enfoque particular.
Omacatl brinda atención sicológica a sus pacientes y en éstas se ha determinado que más de la mitad de los individuos que pertenecen a la comunidad LGBT han tenido ideación suicida por lo menos una vez en su vida, mientras que un porcentaje menor ha señalado que ha llegado al punto de intentar quitarse la vida, tendencia que aumenta de manera importante en las personas transgénero y transexuales.
Según la primera y última Encuesta Nacional sobre Bullying Homofóbico que realizó en el país la Alianza por Diversidad y la Inclusión Laboral en 2012, en México el 67 por ciento de las personas LGBT dijeron haber sido víctimas de bullying, lo cual derivó en que el 25 por ciento de las personas de esta comunidad que sufrieron este acoso haya considerado el suicidio como una opción.
La Encuesta de Salud de Sero-Prevalencia en Mujeres Transgénero en la Ciudad de México reveló que el 41 por ciento de este grupo han considerado quitarse la vida y el 22 por ciento ya lo intentó, a pesar de que esa entidad es de las más avanzadas en el ámbito nacional en materia de protección a grupos vulnerables.
Lo que revelan estos datos, consideró Berdeja, es que las personas LGBT no tienen como una de sus características particulares una mayor inestabilidad emocional o tendencias al suicidio sino que es el ambiente hostil en el que se desarrollan el que por medio de la discriminación los ha llevado a tomar este tipo de decisiones.
A pesar de esto, en Aguascalientes prácticamente no existen políticas para la atención especializada en las personas con tendencia suicida que pertenecen a la Comunidad LGBT, las cuales no son incluidas de manera explícita en programas como Ámate que emprendió el gobierno estatal para disminuir los índices de suicidio en 2017.
El estado ni siquiera toma en cuenta la orientación sexual o de género cuando brinda sus servicios de atención a personas que desean quitarse la vida que llaman a los servicios de emergencia y la Fiscalía General del Estado, no registra la discriminación por homofobia o transfobia como una causa para los casos consumados, lo cual habla, según Berdeja, de una invisibilización institucional de las personas LGBT frente a esta problemática.
Hasta el 19 de diciembre de 2017, según un registro llevado por los medios de comunicación, en Aguascalientes se habían cometido 146 suicidios de los cuales se sabe de al menos uno que ocurrió por discriminación por parte de los padres del ausente debido a su orientación sexual, según una carta póstuma.
