El jueves de la semana pasada unos vecinos de la Colonia Guadalupe Peralta llamaron a la policía para que investigara un domicilio. Ellos sabían que en ese lugar habitaba una mujer consumidora de drogas y que por tal motivo tenía en el más terrorífico abandono a sus cuatro hijos. Los elementos del orden encontraron en la calle a una pequeña de año y medio totalmente desnuda. Al ingresar a la casa hallaron una inmundicia de basura, materia fecal y fauna nociva en medio de la cual estaban otros tres niños, el mayor de siete años. La mujer les permitió el ingreso sin oponer resistencia precisamente porque se encontraba intoxicada. Ese mismo día en la Colonia San Luis, una joven de 19 años fue detenida también por los guardianes debido a que escandalizaba en la vía pública, debido a que hallaba drogada. Esa es la realidad actual de uno de los estratos de nuestra población. Ahora viene lo interesante, nosotros como sociedad: ¿Qué vamos a hacer? Los niños fueron protegidos por el Sistema DIF ubicándolos en la Casa Hogar, donde estarán cuidados, alimentados y vestidos durante ¿Cuánto tiempo? ¿Sabe Usted que capacidad tiene el DIF para tenerlos ahí? ¿Cuál es el futuro? Piensa Usted tal vez que ante la imposibilidad de regresarlos a la madre, deberán ser entregados a sus familiares. ¿A quiénes? No hay padre, porque seguramente los abandonó. La familia de este hombre ¿se hará cargo de ellos?, ¿desea hacerlo? Y en el caso de que desee, ¿tiene la capacidad económica y moral para sostener y educar a cuatro niños? Hasta ese día, no se habían hecho cargo ni habían tomado participación en su cuidado. ¿Lo harán ahora cuando la madre tal vez esté en prisión? Y volviendo a la madre. ¿Serán los familiares de ella quienes se hagan responsables? Seguramente que tampoco, puesto que sabían muy bien, en caso de existir que los niños estaban siendo maltratados. ¿Y que pasará con la joven que escandalizaba en la vía pública? Lo que suele hacerse con los borrachos escandalosos, tenerla en custodia unas horas o unos días en el mejor de los casos y después soltarla para que regrese a su casa, con su gente y muy seguramente también a su vicio. La policía no es la encargada de acciones tendientes a que dejen de intoxicarse. Esa no es su función. Entonces ¿Quién sí es el responsable? Mucho me temo que nadie. En noviembre de 2008 en todo el país se establecieron las Uneme CAPA, que son unidades médicas como Centros de Atención Primaria de las Adicciones, cuya labor es preventiva. No son lugares para que los adictos sean retirados del consumo. Sí se les ofrecen consultas de terapia, lo cual equivale a nada, a perder el tiempo y a llenar las estadísticas oficiales, donde se asegura que se atendieron. En su enorme mayoría los adictos que acuden a estos centros son enviados por orden judicial y asisten solo para cumplir con el mandato. En ningún momento dejan la adicción. ¿Qué se necesita? Que existan los verdaderos centros de desintoxicación y rehabilitación. En nuestro estado existen cuatro Unemes CAPA y solo un centro de tratamiento oficial. El sitio es el Capra que funciona dentro del Hospital de Psiquiatría Dr. Gustavo Mojica, lo cual ya de por sí es incorrecto. Un centro de rehabilitación debe estar destinado exclusivamente a este tipo de pacientes que son únicos. Ello ha ocasionado que existan no más de cinco centros privados que funcionan correctamente pero que están al alcance de muy pocas familias por su elevado costo. Y desde luego están los muy conocidos “Anexos” a los cuales oficialmente se les dio el elegante nombre de Centros Residenciales que son ilegales, clandestinos e irregulares. Los medios de comunicación han reportado innumerables casos de maltratos, e incluso de fallecimientos al interior de tales lugares por las condiciones insalubres, inseguras y desde luego ineficaces para la recuperación de las personas adictas. Lo peor del asunto es que no se avizora ninguna mejoría ya que el nuevo titular de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) el Dr. Gady Zabicky al tomar el cargo aseguró que la función de su institución será la prevención. Nunca habló del tratamiento, no mencionó ningún plan para crear centros de rehabilitación. Después vino a Aguascalientes y repitió su mismo ofrecimiento. Se invertirán millones de pesos en la prevención. Y ya los estamos viendo y escuchando, en la radio, la tele y la prensa escrita, campañas motivadoras para que los jóvenes no entren al mundo de las drogas. Ajá muy bien, eso debe hacerse. Sr. Comisionado ¿Y qué haremos con estas dos mujeres? ¿Y qué haremos con los miles de drogadictos en activo que ya tenemos en nuestro estado? Les repetimos los mensajes preventivos? Ya son adictos, ya están deteriorando su salud, su estabilidad familiar y agrediendo a la sociedad. No es casualidad que la violencia del narcotráfico haya crecido en nuestra entidad. ¿Qué no les parece lógico? Si hay narcotráfico, es porque hay adictos. Y el narcotraficante se encarga de fabricar adictos, porque serán sus clientes. ¿Qué no les queda claro? Las campañas preventivas iniciaron hace 11 años y el resultado ha sido muy pobre. Ahora lo que urge son los centros de tratamiento. No se necesita ir muy lejos para comprenderlo, en Medicina existen las campañas preventivas para el cáncer, la diabetes, las cardiopatías, la obesidad y muchas más. Pero no por eso se dejan de hacer hospitales. Se requieren la prevención y la atención. Por el momento nuestros adictos, que son conciudadanos, parte integral de nuestras familias están muy prevenidos pero muy desatendidos.




