17.8 C
Mexico City
viernes, diciembre 5, 2025

Tribu/ Bajo presión 

Edilberto Aldán
Edilberto Aldánhttp://edilbertoaldan.blogspot.com/
Ex Director Editorial LJA.MX (2012 - 2024)

Te podría interesar

Emilio Azcárraga Milmo, el Tigre, celebraba el éxito de la telenovela Los ricos también lloran, y en un discurso improvisado explicó cuál creía que era su tarea como dueño de Televisa: “México es un país de una clase modesta muy jodida, que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil”. Esto fue dicho por el autonombrado soldado del PRI un 10 de febrero de 1993, las redes sociales apenas comenzaban a imaginarse, la posibilidad de que la televisión fuera un apoyo para la educación se había descartado desde hacía mucho tiempo. Ayer, el Gobierno Federal anunció un convenio con los representantes de Televisa, TV Azteca, Imagen y Multimedios, para que, junto con los canales del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, contribuyan a la impartición de contenidos educativos para 30 millones de estudiantes de 16 grados escolares de educación básica y media superior en un esquema oficial y válido. La televisión tiene que dejar de producir para entretener jodidos.

La pregunta sobre el papel que debe jugar la educación en la televisión siempre ha estado presente, en 1948, el presidente Miguel Alemán le encargó a Salvador Novo y Guillermo Camarena un informe para normar las políticas de gobierno frente a la televisión. El análisis es amplio y concienzudo, en algún momento, el poeta Novo señala que sí puede haber lugar para la educación y la cultura en la televisión, pero que se debe de ganar, a partir de elaborar “un plan digno de consideración futura para el aprovechamiento del radio y la televisión como instrumentos auxiliares de la enseñanza académica”.

Novo proponía un esquema monopólico para la televisión, en donde el Estado tuviera a su cargo el cuidado de los contenidos televisivos, no arrancó así la televisión mexicana, no siguió de esa manera tampoco. Hasta hace poco, la propuesta educativa y cultural de la televisión respondía a un esquema meramente comercial, ante la pandemia, el gobierno se ha visto en la necesidad de inspirarse para aprovechar esos canales. El escepticismo ante esa medida es válido, ya un sector del magisterio acusa al gobierno de proponer ese “modelo híbrido educativo” para rescatar a las televisoras en decadencia. Cuando el presidente hizo el anuncio, no faltó el palero imbécil que se fue por la fácil de calificar a la televisión como la “caja idiota”, a 20 días de que inicie este esfuerzo, surgirán muchas más voces que se opongan al uso de la televisión para educar a nuestros hijos, por supuesto, no faltarán los padres de familia que rechacen este modelo.

Ante la falta de definiciones de lo que la nueva normalidad tiene que ser, emplear estos canales para educar a nuestros hijos debe ser una oportunidad a aprovechar, antes que rechazarla, estamos obligados a participar en la conformación de un verdadero Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano.

Coda. Otra vez José Antonio Marina, en su libro El aprendizaje de la sabiduría señala que “Los padres solos no pueden educar a sus hijos, hagan lo que hagan, porque no pueden protegerlos de otras influencias muy poderosas. Los docentes solos no pueden educar a sus alumnos, por la misma razón. La sociedad tampoco puede educar a sus ciudadanos, sin la ayuda de los padres y del sistema educativo. La intervención de padres y maestros es imprescindible, pero todos debemos conocer sus limitaciones y reconocer que, en la tupida red de influencias en que vivimos, todos ejercemos una influencia educativa, buena o mala, por acción o por omisión. Vivimos haciendo surf en la cresta de una ola que procede de mares muy distintos. No podemos andar con paños calientes. Si queremos educar bien a nuestra infancia, es decir, educarla para la felicidad y la dignidad, es imprescindible una movilización educativa de la sociedad civil, que retome el espíritu del viejo proverbio africano: ‘Para educar a un niño hace falta la tribu entera’.” Quizá la nueva normalidad nos obligue a transformar la definición de tribu, no sólo una agrupación social con un antecesor común, sino una comunidad activa, que comparte un origen, una lengua, un propósito, ciudadanía participando.

 

@aldan

RELACIONADOS

¿La nueva Ley de Extorsión pone en riesgo las libertades informativas?

Los funcionarios públicos, por su propia naturaleza y por el cargo que ocupan, están bajo escrutinio. La crítica (cuando es verídica, razonada y...

La dupla Sheinbaum-Godoy: del control en la CDMX al Poder Judicial nacional

La ratificación de Godoy en el Senado abre la posibilidad de que se repita la fórmula política que aplicó junto a Claudia Sheinbaum...

Una nueva fiscal: Ernestina Godoy

Alejandro Gertz Manero, como embajador, nos va a representar dignamente. Se habla de que será enviado a Alemania, lugar de origen de sus...

Sheinbaum se reunirá con Trump en su viaje para el sorteo del Mundial 2026

La presidenta también tendrá un encuentro con el primer ministro de Canadá, Mark Carney, donde podrían tratar temas como el T-MEC  La presidenta Claudia...

No hay razón para bloqueos en cruces internacionales: Secretaría de Gobernación

SEGOB afirmó que ya atendió planteamientos de productores sobre la nueva Ley de Aguas y mantiene mesas permanentes de diálogo El Gobierno federal...

La coordinación estatal de becas para el bienestar informó avances del operativo de entrega de tarjetas

42.12% de avance en reposiciones de tarjetas Operativos en 192 escuelas y más de 14 mil tarjetas por entregar Expansión histórica del programa...
- Advertisement -spot_img
- Advertisement -spot_img

Recientes en LJA.MX

¿La nueva Ley de Extorsión pone en riesgo las libertades informativas?

Los funcionarios públicos, por su propia naturaleza y por el cargo que ocupan, están bajo escrutinio. La crítica...
- Advertisement -spot_img

MÁS INFORMACIÓN EN LJA.MX

- Advertisement -spot_img