- Además, 245 mil personas están excluidas o en semáforo rojo
- Necesarias políticas públicas para generar empleos de calidad
Aguascalientes está en semáforo amarillo en cuanto a precariedad laboral, advirtió Jael Pérez Sánchez, vicepresidente de la confederación regional del Colegio de Economistas, quien aseguró que casi el 50 por ciento de las personas ocupadas actualmente tienen un trabajo precario con cuyo salario no alcanza para la canasta básica ni cuenta con seguridad social.
Destacó que uno de los indicadores más importantes de una economía es la ocupación o desocupación, pero pocas veces se analiza la calidad de esos empleos y sus características como el promedio de ingresos y si tiene acceso a la seguridad social.
Con datos de la asociación civil Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, que con base a la Encuesta de Ocupación y Empleo del INEGI genera el semáforo de Trabajo Digno, destaca que Aguascalientes, de una masa laboral de alrededor de 600 mil personas, 145 mil cuentan con trabajo formal, aunque 271 mil personas están con trabajo precario, sin IMSS y no les alcanza la canasta básica. Además, 245 mil personas están excluidas o en semáforo rojo.
“Las políticas públicas no solo deben estar encaminadas a que la gente tenga empleo, sino a que la gente tenga un buen empleo, con formalidad, mejores características de ingreso salarial, además de certidumbre, con garantías y derechos de ese trabajo”, observó el especialista, quien destacó que los gobiernos estatales y la federación son parte importante de este engranaje.
Pérez Sánchez subrayó la importancia de que las políticas públicas tengan mecanismos de evaluación, al ser una parte débil de los gobiernos.
Detalló que en el país 9 millones de personas, de casi 57 millones, cuentan con un trabajo de calidad con seguridad social e ingreso suficiente para cubrir la canasta familiar. Además, 35.3 millones de personas tienen un trabajo precario, sin seguridad social y/o no les alcanza para la canasta básica. En semáforo rojo, donde se encuentran las personas que están excluidas o desempleadas o no pueden encontrar trabajo remunerado por labores domésticas, se encuentran 24.6 millones de personas.
Observó que según el concepto de trabajo digno, al ser aquel con el que se percibe un salario digno, se garantiza la igualdad de género y permite que la persona y la familia vivan en condiciones decentes, cubriendo sus necesidades básicas como alimentación y sanidad.
Señaló que la precariedad laboral se define como la situación en la que viven las personas trabajadoras que por razones diversas conllevan inseguridad, incertidumbre y falta de garantías en las condiciones de trabajo, más allá del límite considerado como normal.




