12 C
Mexico City
viernes, diciembre 5, 2025

Un mosquito | Cuentos de la colonia surrealista por: Alfonso Díaz de la Cruz

Te podría interesar

Después de tres noches sin apenas poder pegar ojo por culpa de un mosquito por demás esquivo a mis manos y en extremo resistente al insecticida que esparcí por toda la casa, decidí, finalmente, amaestrarlo -tarea ardua, pero viable, dada la inteligencia que resultó tener el insecto en cuestión- y, al cabo de un par de días más, conseguí dicho propósito.

No fue algo sencillo. Al tener un cerebro menos desarrollado que los roedores o el resto de los mamíferos domesticables, mi paciencia, así como la instrucción de los comandos básicos, tuvieron que triplicarse, pero, finalmente, el martes de la semana pasada, por la noche, pude dormir plácidamente sin el molesto zumbido rondando por mi habitación y al lado de mi oído, puesto que el mosquito, ya domesticado, dormía, como yo, tranquilamente a mi costado derecho, sobre la almohada, con su diminuto antifaz y un gorrito de dormir a juego.

Resultó que el mosquito roncaba. No mucho, pero roncaba. Sin embargo, comparado con los molestos e incesantes zumbidos, sus esporádicos ronquitos resultaron ser un buen negocio.

No soy vengativo ni suelo moverme mientras duermo, por lo que el mosquito nunca corrió peligro de morir al dormir junto a mí y yo, en cambio, tuve varias noches de sueño reparador.

Murió diez días después por causas naturales, lo que para un mosquito macho se traduce en una vida muy longeva. Sin ninguna ceremonia más allá que el contemplarlo unos segundos agradeciendo las noches en calma, lo tiré hace unos minutos a la basura, tendí mi cama e hice una llamada telefónica. Si bien, la experiencia fue fructífera y poco usual, no estoy dispuesto a vivirla de nuevo, por lo que la fumigación de la casa quedó acordada para mañana a primera hora.

Solo espero poder dormir bien esta noche.

 

RELACIONADOS

Enrique Eduardo Palos — “El guardián fiel de la portería felina”

Trayectoria desde Aguascalientes hasta la élite Enrique Palos nació el 31 de mayo de 1986 en Aguascalientes, Aguascalientes. Como guardameta, desarrolló gran parte de su carrera...

José Manuel Abundis — “La Máquina” que marcó una época en Toluca

Carrera como jugador: goles, títulos y gloria José Manuel Abundis Sandoval nació el 11 de junio de 1973 en Guadalajara, Jalisco. Fue un delantero incisivo, conocido por...

Aldo de Nigris — El ‘9’ regiomontano que dejó huella en Rayados y el fútbol mexicano

Orígenes y primeros pasos Aldo de Nigris — cuyo nombre completo es Jesús Aldo de Nigris Guajardo — nació el 22 de julio de 1983 en...

Santiago San Román: El arquitecto que llevó a Toluca a la gloria

En el vertiginoso mundo del fútbol mexicano, Santiago San Román emerge como una figura transformadora. Nacido el 21 de septiembre de 1991 en la Ciudad de México, este ex centrocampista no...

Pepe del Bosque: El analista que revolucionó el periodismo deportivo

En un mundo donde el periodismo deportivo a menudo se reduce a gritos y escándalos, Pepe del Bosque emerge como una voz fresca y profunda. Nacido en la...

“Tenemos que generar otra idea de mundo, ese es el trabajo del feminismo hoy”: La huella de Rita Segato en la FIL Guadalajara

Mientras Rita Segato se preparaba para una rueda de prensa en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), esperaba un encuentro más cercano, sin saber que...
- Advertisement -spot_img
- Advertisement -spot_img

Recientes en LJA.MX

Enrique Eduardo Palos — “El guardián fiel de la portería felina”

Trayectoria desde Aguascalientes hasta la élite Enrique Palos nació el 31 de mayo de 1986 en Aguascalientes, Aguascalientes. Como guardameta, desarrolló...
- Advertisement -spot_img

MÁS INFORMACIÓN EN LJA.MX

- Advertisement -spot_img