- La zona de La Pona se convierte en epicentro de actividades culturales autogestivas
- PROFEPA clausura obras sin permiso en la zona protegida, validando la denuncia ciudadana
- Movimiento invita a mantenerse informado a través de las redes oficiales de “Salvemos La Pona”
El movimiento ciudadano en defensa de La Pona se ha robustecido con una amplia participación de la comunidad artística local, que ha convertido este espacio en un punto de encuentro para la cultura, la organización colectiva y la exigencia por el respeto al entorno natural.
Sofía González Ponce, representante de la asociación civil “Salvemos La Pona”, compartió que las actividades culturales han tenido una respuesta entusiasta y creciente: “La comunidad artística sigue haciendo su gestión. Está muy autogestivo todo lo que se está realizando, y ya nada más nos pasan su información. Le damos el visto bueno y se arma el evento”.
Durante los últimos días, se han realizado talleres simultáneos de grabado, costura, danza, canto y otras expresiones. Uno de los símbolos que ha cobrado fuerza en redes sociales es una imagen realizada por el grabador Magallanes, la cual se ha vuelto emblema del movimiento: “Muchos ya la tienen de foto de perfil porque le quedó muy bonita”, compartió Sofía.
El acceso vehicular al área ha sido restringido como medida de protección al entorno. Los asistentes deben dejar sus autos en el estacionamiento y caminar hasta el campamento. Las actividades se concentran en la zona de las banquitas, donde hay sombra y espacio para el encuentro comunitario: “La misma gente ha gestionado esta organización. Nos ha ayudado mucho incluso en la disposición del campamento”, explicó.
Entre los esfuerzos logísticos también destaca la instalación de baños secos, gestionados por voluntarios como Josué, quien reorganiza los servicios conforme avanzan los días.
Uno de los momentos más significativos en la defensa de La Pona fue la colocación de sellos de clausura por parte de PROFEPA, lo que confirmó la falta de permisos para las obras que se pretendían realizar en la zona: “Nosotros estábamos seguros de que no tenían los trámites ante SEMARNAT. Era cuestión de tiempo para que esto sucediera”, señaló.
A pesar del optimismo, los integrantes del movimiento reconocen que con el regreso a clases el panorama podría cambiar, por lo que invitan a la población a mantenerse informada a través de las redes oficiales: “Salvemos La Pona” en Facebook, Instagram y TikTok. “Es el medio para tener certeza de que son iniciativas ciudadanas. No son partidos, no son políticos”, subrayó Sofía.
El llamado a la sociedad de Aguascalientes es claro: apoyar sin protagonismos, cuidar el entorno y seguir construyendo comunidad desde la cultura, la organización social y la defensa del territorio.




