Esta semana encontramos noticias sobre la transcripción de las notas de reuniones que se efectuaron en la Fed en el año 2007. En esas transcripciones, estimado lector, podemos ver que la Fed sabía de los problemas financieros que se avecinaban y que era probable que el sistema completo colapsara de un momento a otro, cosa que efectivamente ocurrió, pero no hicieron nada.
De hecho en esas transcripciones, uno de los integrantes del comité de libre mercado (FOMC), incluso asevera que no tenía ni la más remota idea de lo que iba a pasar. Es entonces una realidad, que los integrantes de la clase política mundial no tienen la más remota idea de lo que pasará en el futuro. Los que entonces tienen seguro y cierto que ocurrirá son aquéllos que manejan realmente la economía mundial, los grandes banqueros.
En México, la Secretaría de Hacienda y el Banco de México son los que tienen un mejor acercamiento a lo que está ocurriendo en el mundo. El Banco de México, mientras veía que se desplomaban las tasas de interés en todos los bancos centrales mundiales, se mantuvo al margen de esas políticas expansionistas, con justa razón. Sorpresivamente, el gobernador del Banco de México da a conocer que es probable que puedan someterse a una revisión las tasas de préstamo en México “a la baja”, debido a las condiciones económicas europeas y estadounidenses.
Un momento…. ¿esto significa que la temida doble recesión viene este 2013? ¿Qué saben Carstens y Videgaray que no sepamos nosotros?
Pues la realidad es que los mercados financieros siguen con la resaca de las celebraciones decembrinas, pensando que no ocurrirá nada y que seguiremos tan campantes como hasta ahora.
México ya tuvo un decrecimiento con respecto al año anterior en el trimestre cuarto del 2012, lo cual si se repite en este trimestre puede dar pie a otra recesión económica en nuestro país. Por eso se están preparando y muy probablemente antes de un mes veamos una tasa de interés más baja en nuestro país para reactivar, por medio del crédito, la economía.
El problema que tienen en ese sentido, es que los bancos son cada vez menos propensos a dar crédito a las empresas, pero son muy rápidos para dar el crédito personal, hipotecario o de tarjeta de créditos a personas físicas que no dan plusvalía a la economía.
El gobierno federal a través de la Secretaría de Economía quiere impulsar a través de los programas ya existentes, pero con cambios sustanciales en los mismos. Sin más, ya se dio la noticia que el famoso Fondo Pyme será reestructurado, ya que probablemente se hizo mal uso del mismo. Se creó el Instituto del Emprendedor, y se incluirá el famoso programa “México Emprende” de Calderón y las incubadoras, que han sido muchas de ellas objeto de fraude. Se piensa dotar de mayores recursos al programa de garantías del gobierno federal, por medio del cual los proyectos que sean viables pueden acceder a créditos con tasas más blandas para con la garantía del gobierno federal.
En nuestra entidad viendo este panorama, es urgente que se pueda comenzar a trabajar otra vez en el Fondo Progreso de forma importante y que el FIADE pueda ser también para grandes proyectos de empresarios sobre todo locales. Sé muy bien que los compromisos con Nissan son muy grandes y que el beneficio para la localidad será importante. Pero también sé que no es posible que nada más le apostemos a ese sector, ya que la detonación económica que va a ser necesaria para cubrir todo lo que implica una planta de ese tipo, necesita empresarios locales fuertes.
Muchos de nuestros empresarios locales, de abolengo, han terminado por cerrar sus negocios. Muchos, porque no previeron los cambios globales, de pasar de una economía cerrada y con tasas impositivas más blandas (desde Díaz Ordaz hasta parte de Miguel de la Madrid), y otros, víctimas de su propia soberbia. Los que han sobrevivido lo han hecho con sangre, sudor y lágrimas, y la mayoría, sin la ayuda de los gobiernos estatal, municipal o federal. Es tiempo de ayudar a que vuelva la tradición empresarial a Aguascalientes, y que tengamos empresas fuertes y que ayuden a sortear las recesiones económicas.
Si el escenario de Carstens es cierto, entonces veremos cómo la reforma fiscal y hacendaria será pospuesta para tiempos mejores, porque en México, cuando estamos en recesión, ver un incremento en impuestos sería un polvorín. Lo que menos deseamos es más violencia. Aguascalientes tiene menos índices delictivos que otros estados, pero aun así, el sobreprecio que se está pagando por la violencia es muy grande como para ignorarlo.
Esperar y ver qué nos depara este mes y el siguiente, y aquí lo seguiremos comentando. n
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