Después de dos años y dos meses de trabajo de la actual administración del gobierno del estado, es posible percibir rasgos que estructuran su modelo de desarrollo; la forma de esbozar el modelo de desarrollo es identificar las estrategias de gobierno que van siendo las más impulsadas y destacadas por los propios gobernantes, y que se van constituyendo en conformadoras y constructoras de la identidad que quieren dar a su administración ante los ciudadanos.
Es así que las estrategias que integran el modelo de desarrollo son aquéllas que van recibiendo más atención de los gobernantes, más impulso, más difusión, más posicionamiento ante la sociedad; es, por lo tanto, la frecuencia con que los ciudadanos, desde la periferia de la información, vamos dándonos cuenta de lo que más aprecia el gobierno.
De esta manera, podemos identificar algunas estrategias como constantes y, por lo tanto, como definidoras del modelo de desarrollo: la empresa extranjera –japonesa- como la principal atención del gobierno; reuniones de trabajo o de cortesía, con actores de gobierno y organizaciones económicas y sociales representativas; entrega de bienes y servicios de manera gratuita o casi gratuita a ciudadanos de bajos ingresos; impulso a algunas acciones extraordinarias, como es el desarrollo de la UAA o la creación de una nueva universidad internacional en El Llano; y una comunicación social gubernamental de construcción de imagen-fachada de gobierno exitoso.
La pregunta obligada es ¿qué pasa con todas las otras acciones, como la educación, salud, desarrollo social y agropecuario, construcción de infraestructura, cultura, etcétera? Es oportuno señalar que todas estas acciones, efectivamente, siguen siendo realizadas por los servidores públicos responsables de cada área, pero no tienen mayor repercusión en el modelo. Son acciones que se realizan de manera inercial, con la responsabilidad y profesionalismo del personal operativo.
Considero importante destacar, desde este punto de vista, que la estrategia de comunicación social gubernamental es clave en el modelo de desarrollo; su importancia radica en que es la vía y el canal para que la sociedad aguascalentense conozca a su gobierno, las acciones que realiza y los resultados que logra, los cuales son presentados bajo su misma interpretación. Aprecio un rasgo que puede iluminar, exactamente, el significado y la función de esta estrategia: tarda más el presidente Enrique Peña en dar a conocer un nuevo programa del gobierno de la república, que la comunicación social gubernamental promocione que aquí, en Aguascalientes, ese programa ya se aplica y es “punta de lanza” entre los otros estados de la república.
De esta forma, con el anuncio hecho por el presidente Peña, el 21 de enero, para poner en marcha la cruzada nacional contra el hambre, Aguascalientes ya está de lleno en esa lucha y ya no habrá pobreza extrema al final de la administración (LJA, 22 de Enero); si el presidente anuncia la reforma educativa, en Aguascalientes ya se realiza todo lo que propone la reforma (somos primer lugar en carrera magisterial, El Heraldo, 12 Enero); si el presidente anuncia programas de salud, estado de derecho, desarrollo agropecuario, transparencia y acceso a la información, seguridad pública, o combate a la corrupción, Aguascalientes, según la difusión gubernamental, ya es punta de lanza, va en primer lugar y es ejemplo nacional.
En este renglón de la comunicación social gubernamental prefieren anunciar pactos con, por ejemplo, las tiendas Oxxo, y promocionarlas, que con tiendas de abarrotes; o promocionar el concierto de Luis Miguel, gracias a la seguridad que tenemos en el estado, aunque, por otro lado, hablen de que si existe inseguridad en algún municipio del estado, es en el de Aguascalientes.
La pregunta que surge ahora en la reflexión es ¿con este modelo de desarrollo, la administración gubernamental podrá lograr los objetivos que se propuso desde su inicio, como es el progreso para todos? Para tener alguna respuesta, recuerdo algunas informaciones de dirigentes sindicales o empresariales que perciben problemas tanto en los salarios que tenemos en Aguascalientes –incluidos los trabajadores de la industria automotriz- como de la participación de empresarios locales, por ejemplo, en la proveeduría de esa misma industria. Ricardo Rodríguez, dirigente de Coparmex, comenta que la industria local no logra ser proveedora de Nissan (El Heraldo, 3 de Enero). Gerardo González Enríquez, presidente del Sistema Producto Bovino Leche en el Estado, informa que en el estado hay corrales abandonados, o que Aguascalientes cayó de los tres primeros lugares al décimo en producción de leche; Pedro de la Serna, presidente CMIC, dice que se propone en este año que las empresas constructoras locales puedan tener mejor capacitación para ganar obras públicas, en lugar de las empresas foráneas (notas tomadas de El Hidrocálido, días 20-22 Enero en la red).
Con un modelo de desarrollo como éste, difícilmente se logrará el valioso objetivo de progreso para todos y la erradicación de la pobreza. Es un modelo que no transforma la estructura económica del estado al no promover la participación y desarrollo de empresas locales –como articuladoras del mismo autoempleo- que con dádivas a los pobres y pobres extremos no los incorpora a la actividad económica que les permita ser incluidos, que con la comunicación social gubernamental está creando una imagen-fachada que se queda en la reproducción de este mismo modelo (la foto y posar para ella, se han convertido en una herramienta de gobierno).
La sola entrega de bienes y servicios a las familias en pobreza no les remedia su circunstancia, los deja como están; es necesario transformar su entorno económico de exclusión e incorporarlas a la actividad productiva –por pequeña que sea- y a sus beneficios; es necesario promover que esas familias se organicen en sus colonias, no para asistir a eventos de gobierno o de partido, sino para que puedan estructurar una actividad económica. Si el modelo se reorienta hacia la sociedad, podrá lograr beneficios para muchos más.
Celebro los homenajes al crítico político y social José Guadalupe Posada.
