Estimado Lector, en las últimas semanas estuvimos insistiendo en el problema español, el griego, en general el europeo y de que irremediablemente, tarde que temprano, se tendría el descalabro español en puerta. En esta ocasión, fue más temprano que tarde. El sábado pasado, los españoles tuvieron que pedir un rescate a la Unión Europea, por 100 mil millones de dólares, para poder subsanar las finanzas de sus bancos.
Esto, fue un duro golpe a la soberbia española, que desde la época de la colonia ha sentido superioridad a sus colonias latinas. Ahora estamos al mismo nivel. Nosotros ya hemos pasado por ellas, solo recordar el Fobaproa de 1995. Ellos ahora están haciendo lo mismo. Hay notables diferencias, así es. La primera de ellas, es que el dinero que ellos están pidiendo es tres veces más grande que el que el pedido por el gobierno Zedillo a los Estados Unidos. Y no les va a ser suficiente¸ el boquete del sistema financiero español es por lo menos otro tanto igual al pedido, y no tiene el gobierno español de donde sacar más dinero. Los impuestos, ni hablar, ya que hay un nivel de desempleo cada vez mayor, y las empresas han sacado muchas de ellas sus matrices a otros países, por lo que pagan sus impuestos en otros lugares.
El día martes, se ha bajado la calificación de los dos bancos más “fuertes” del sistema español, BBVA y Santander, ambos con filiales en México, de A a BBB, es como en lugar de sacar un 9.5 de calificación saques un 8, todavía estas aprobado, pero estás en la mira de seguir bajando de calificación y eso es muy probable que haga que tengan mayores problemas para colocar deuda a precios accesibles.
De hecho, la preocupación de BBVA es mayúscula, y nunca pensó que el gobierno fuera a pedir el rescate tan pronto. Apenas hace quince días, se dio el anuncio de la desincorporación (término rimbombante para decir poner a la venta) su negocio de Afore, según se dijo en ese momento, para consolidar el negocio bancario y quitar otros negocios que no son tan rentables. La realidad es que el banco necesita urgentemente dinero, y el negocio de BBVA está en México, donde se presta poco, y se gana mucho debido a las comisiones cobradas por los bancos.
Esperamos que el gobierno actúe en consecuencia, si se ve un detrimento en el valor del banco o el aumento de las comisiones a los clientes del mismo, basta recordar que este Banco es el mayor de México en cuanto al número de cuentas y el aumentar un “poco” las comisiones implica para ellos unas ganancias adecuadas para poder subsistir en el caótico entorno español.
Grecia… ya nadie se acuerda de ellos, pero sigue con problemas; el más grande que tiene en estos momentos es el auge que ha tenido en los últimos meses el partido ultraderechista de filiación Nazi, el cual ha obtenido cerca del 10% del gusto de la población y como nuestros políticos dirían “y vamos por más”. Las elecciones pueden ser el parteaguas para el mismo, y una nación con problemas serios de desempleo, de falta de dinero y de robos a casa habitación puede hacer pensar a la población que su opción es la mano férrea de esos partidos. (Esa fue la misma estrategia con la cual el Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes, abreviado Nazi, se hizo del poder en 1934 y ya sabemos las funestas consecuencias mundiales que trajo esto)
La caída de España, llevará a pensar después en Italia, en Francia y en otros países que actualmente se han tratado de salvar de esta crisis. La realidad es que no es así, siguen con problemas serios y cada vez más.
Si bien Europa tiene ya un color rojo de erupción tremenda, los asiáticos no están tan bien. La India ha crecido sólo el 5.8% este trimestre, sin explicación alguna. Esto es terrible para ese país acostumbrado a crecer más del 7% cada trimestre; esta caída no se había visto desde hace 10 años. Los chinos no pueden seguir creciendo a dos dígitos y para ellos el crecer debajo de este nivel implica menos ingresos, además, ellos le apostaron a la diversificación del riesgo y si bien es cierto muchas de sus reservas están en dólares, pues también compraron muchos euros, por lo que les preocupa de sobremanera lo ocurrido en Europa.
¿Cómo le ha ido a México con todo esto?
Debo reconocer que bien. El tipo de cambio está bajando un poco, pero seguirá inestable, tanto por Europa, como por las elecciones; los inversionistas siguen nerviosos por AMLO, sobre todo, porque no ha aceptado que si la diferencia electoral en su contra en caso de que pierda sea importante, él la aceptará. Se ha erigido en últimas fechas como si fuera el gran elector, el dios todopoderoso que sabe cómo se harán las cosas, en pocas palabras, mostró por fin la intolerancia de un dictador, a la que ya todos nos habíamos acostumbrado y que parece que a la gente se le olvida.
El crecimiento anual previsto para México sigue subiendo de un 3.2% de principios de año, a casi 4% que se proyecta actualmente. El motor interno y el crecimiento estadounidense (que probablemente se esté dando por las próximas elecciones de octubre) han influido también, así como la demanda creciente mundial de vehículos más pequeños y eficientes, lo cual beneficia a casi todas las plantas de las armadoras que están en el país.
Pues como dice el título, más temprano que tarde ocurren las cosas, así que a esperar que más noticias nos tenga la semana y esperar que los fanáticos partidistas sean más ecuánimes y no se llegue a agresiones físicas como se ha visto en los últimos días.
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