- Impericia y timidez en Miguel Ángel Godínez Antillón y Heberto Vara Oropeza
- Hay encarnizada y sorda disputa del PRI y PAN por los liderazgos empresariales
Se presume que los más de 20 millones de pesos que se llevó el gerente de la Canacintra, Sergio Sáez Avilés, fueron un regalo de Luis Armando Reynoso Femat, 48 horas antes de concluir su gobierno.
Mientras tanto, los empresarios del PRI y el PAN se disputan ferozmente, en silenciosa y subterránea lucha, el poder, o sea su capacidad de interlocución ante el poder global; hay en esa batalla también muchos episodios de corrupción.
Durante los doce años de gobierno panista, el sector privado resultó privilegiado a través del Fideicomiso de Inversión y Administración para el Desarrollo Económico del Estado de Aguascalientes, en particular con la administración del impuesto sobre nómina y de los préstamos a fondo perdido, así como la cartera vencida en la que están algunos.
Tímidamente, el priísmo asumió el liderazgo empresarial en 2011, pero sus impericias y vacíos rápidamente buscan ser llenados por blanquiazules más experimentados, que quieren recuperarlo: el abogado Miguel Ángel Breceda, el condusef Juan Carlos Medina Mazzoco y el arquitecto Pedro Robledo García, buscan reemplazar a Miguel Ángel Godínez Antillón.
Los blanquiazules empujan fuerte por los dos hilos más delgados de la iniciativa privada: El CCE y la Canacintra, ésta última dirigida por Heberto Vara Oropeza, que tampoco ha podido contrarrestar aquellas presiones con las que prácticamente iniciara su gestión hace año y medio, cuando los panistas lo quisieron culpar de casi 20 millones de pesos pertenecientes a esa Cámara y que andan perdidos.
Se trata de poco más de diez millones de pesos provenientes de fondos federales, así como nueve millones más del crédito del Fiade para el terreno del edificio México Emprende, en Capital City, que fueron “desaparecidos” por el entonces gerente de la Canacintra, Sergio Sáez Avilés, en la presidencia de Francisco Dávila Ponce, según averiguación previa en la Procuraduría General de Justicia.
En la observación número cinco de la cuenta pública 2011, el Órgano Superior de Fiscalización habla del Contrato de Asignación de Recursos, del 30 de noviembre de 2010; es decir, a dos días de concluir la administración de Luis Armando Reynoso Femat y que se hiciera en favor de la Canacintra, Coparmex y el Centro Empresarial de Aguascalientes -o CCE- por nueve millones de pesos.
Se menciona erróneamente un plazo para pagar cada uno de esos tres millones de pesos que vence en 2014, con un año de gracia; sin embargo, la fecha correcta fue diciembre de 2011 y a la fecha no han pagado.
Hay episodios de corrupción en muchos de los 22 integrantes del Comité Técnico del Fiade, creado con reglas de operación en 2006 y con reglamento interno hasta 2010 para evitar que la siguiente administración -la de Carlos Lozano- “pulverizara los recursos”, según dice aquella reglamentación.
Sus integrantes, además de Reynoso Femat, eran: Jorge Martínez Estebanez, Raúl Cuadra García, Ricardo Alba Obregón, Luis Arteaga Niepmann, Pedro Carneado García, Armando Jiménez San Vicente, Francisco Dávila García, Luis Gerardo del Muro Caldera, Francisco Javier Buenrostro Gándara, Pablo Giacinti Olavarrieta, de los cuales seis tienen cuentas pendientes con la justicia.
Por la iniciativa privada: Salomón Gutiérrez Mayorga, Francisco Dávila Ponce, Felipe de Jesús González Ramírez, Jorge Armando Narváez, Juan Bernardo Manríquez Paniagua, Roberto Díaz Ruiz, Irma Patricia Muñoz de León, José Arteaga Niepmann, Fernando del Cojo Ramírez y Salvador Alcalá de Alba, de los cuales dos han sido señalados por irregularidades.
Y el último de aquella baraja fue, por el Congreso, sin voz ni voto, Antonio Arámbula López, hoy alcalde electo de Jesús María. Por todo eso es que Armando Ávila Moreno, de la Nissan, ha resultado el más respetado de los líderes empresariales, porque coordina al sector sin despeinarse.
Foto: Roberto Guerra.




