- Pasado, presente y futuro de Aguascalientes
El 4 de mayo de 2010, a unos pasos de este mismo lugar, aquí donde hoy cruza la Línea Verde, di comienzo a mi campaña política por la presidencia municipal de Aguascalientes.
Era el año 2010, el Centenario de la Revolución Mexicana. Recuerdo bien ese día. Este sitio era un terregal lleno de basura y lo único que sobresalía eran esos postes amarillos que anuncian el poliducto de PEMEX que transporta su carga bajo la tierra; una imagen muy representativa: la riqueza y el progreso que pasan de largo, sin dejar sus beneficios a amplias capas de población.
Aquí, con mis amigas y amigos del oriente, inicié mi campaña y, con ella, este sueño, la etapa más satisfactoria de mi vida.
Era un día de emociones encontradas; entre el dolor profundo que me causó la muerte de mi padre sólo unos días antes, y la firme convicción de cumplir la promesa que le hice de trabajar intensamente a favor de quienes menos tienen.
Lo hice plenamente convencida de dos cosas: la primera, que no daba lo mismo quién ganara la elección para alcalde: qué partido político, qué trayectoria, qué nombre o qué género ocuparía la presidencia municipal. Todas esas cosas sí importaban, y mucho, porque la visión del gobernante transforma, para bien o para mal un Municipio.
La segunda es que, a pesar de que Aguascalientes desde hace muchos años se distingue por la cobertura y calidad de sus servicios públicos, no todo estaba bien. Bajo esa apariencia persistían profundos desequilibrios. Mucha gente vivía y vive aún en condiciones de segregación social y de violencia; durante años muchas mujeres nos hemos sentido discriminadas, y aunque en el papel gozamos de los mismos derechos, en la realidad hacía falta un mayor esfuerzo a favor de la igualdad. La percepción de inseguridad era muy alta y el delito se combatía de forma reactiva con una política de control y contención sin pensar en soluciones de fondo.
Fue el voto ciudadano, especialmente de las mujeres, el que me dio la oportunidad de llevar a cabo mi visión y mi sueño por esta ciudad que tanto quiero. Para responder a esa confianza había que ponerse a trabajar en serio… y así lo hice.
Hoy, tres años después, es momento de entregar cuentas; de compartir y recapitular el contenido de esa visión, los principios que han animado estos años de gobierno y sobre todo, los resultados obtenidos a la cabeza de un envidiable equipo de profesionales, técnicos, artistas, policías, bomberos, voluntarias y voluntarios, esa gente de corazón bondadoso que son las compañeras y los compañeros del Municipio de Aguascalientes.
Creo que se me podrá recordar por muchas cosas: que si fui la Presidenta de la Línea Verde o de la igualdad de género, de las ciclovías, del “Convive Feliz e incluso de la foto multa”… todas esas serán maneras de entender un trabajo que hoy me llena de satisfacción; sin embargo, yo quisiera que vieran a Lorena Martínez como la mujer que implementó una Nueva Política; la gobernante que dijo “No” a los privilegios, “No” a las simulaciones y la opacidad, “No” a encerrarse en su palacio municipal; y Sí, que me recuerden como la Alcaldesa que buscó un mejor Aguascalientes para todas y todos, la Presidenta Municipal que le dijo SÍ al oriente y puso sus horas de trabajo sobre todo en y para las colonias y comunidades donde las carencias y la marginación agobiaban a las familias.
Para entregar mi tercer informe quise estar aquí, porque aquí comencé hace tres años, y aquí mismo quiero cerrar mi gestión, con la frente en alto, con las manos limpias, con la sonrisa de la tarea cumplida.
Éste, fue tiempo de grandes decisiones, porque eso es lo que tiene que hacer un político, lo que le debe a su gente: el valor y la madurez para tomar determinaciones que hagan historia; adoptar decisiones que, hay que decirlo, no tienen por qué ser las más cómodas. “Las luchas fáciles”, dijo don Jesús Reyes Heroles, “no son luchas: son trampas mortales para ingenuos que creen que la política es vía sencilla, sin tropiezos”. El veredicto final es del mañana.
De los 155 compromisos que firmé ante notario público, solamente dos no se cumplieron. De las 60 metas estratégicas plasmadas en el Plan de Desarrollo Municipal, se cumplieron 57, quedando solamente tres en proceso, en ambos casos por cuestiones técnicas, tiempo o insuficiencia presupuestal.
En estos tres años tuvimos tres grandes tareas: una para el pasado, otra para el presente y una más para el futuro.
Nuestro pasado
Al poner los ojos en el pasado, mi gobierno revivió para nuevas generaciones lo mejor que como sociedad hemos producido y promovió la revalorización de nuestra identidad; me refiero a actitudes de aprecio por la cultura, por el patrimonio y por aquello que nos distingue como la gente buena que somos.
En este gobierno destacó, como en ninguna otra administración, el apoyo a las manifestaciones artísticas y culturales. La intención fue llevarlas no sólo a las élites, no sólo a quienes pudieran pagarlas, sino a toda la población.
Había que atender a mujeres y hombres de la tercera edad, a las niñas y los niños, por lo general ignorados por quienes toman las decisiones de política cultural, porque ellos no votan ni reclaman.
Más de un millón de personas tuvieron la oportunidad de disfrutar un concierto, obra de teatro, taller o espectáculo de cultura organizado por el Municipio, esto sin contar la asistencia a los eventos y festejos de aniversario en el mes de octubre, en los que privilegiamos aquellos que fortalecieran nuestra identidad y valoraran nuestro pasado.
Gracias a una inversión de 40 millones de pesos, la calle Madero, una de las joyas de nuestra ciudad, fue objeto de un encomiable trabajo de rescate no sólo físico, sino “espiritual”, si me permiten la palabra, porque después de mucho tiempo, los habitantes de esta ciudad volvimos a “maderear”: le dimos un nuevo rostro, digno de una gran ciudad como es Aguascalientes.
Por años, habíamos estado negando la hermosura y las potencialidades de esta calle, que hoy vuelve a ser motivo de paseos familiares, de compras, de cultura, de convivencia. De esta forma, dimos continuidad al trabajo de varias administraciones para concretar el corredor turístico que va del Templo de San Antonio, por Madero, hacia la Plaza Principal, Carranza, el Jardín de San Marcos y la plaza Monumental. Es, justamente, el corazón del Aguascalientes del ayer que revive con nuevos bríos.
Saludo con emoción a mis antecesores: Miguel, Héctor, Armando, María Alicia, Fernando, Alfredo, Ricardo, Luis, Martín, Gabriel y Adrián.
Más allá del centro, trabajamos por llevar la cultura y el aprecio por las artes a toda la ciudad, especialmente a las colonias populares. Dimos magia y luz a los módulos de policía abandonados. Con empeño e imaginación, los convertimos en Luciérnagas: pequeños centros culturales que ofrecen talleres para la enseñanza de las artes en 16 colonias.
A través del programa la “Cultura te Toca” generamos actividades en beneficio de la ciudadanía como “Todas y Todos nos Vemos en el Cine”, “Teatro Callejero”, “Aguas con la Ópera”, además de las numerosas presentaciones de nuestra Banda Sinfónica Municipal.
Mientras “El Cometa”, el vistoso camión, recorría calles y terracerías del municipio, llevando exposiciones, talleres y espectáculos para niñas y niños, en el “Faro Carranza” se enriquecía la oferta cultural durante la Feria Nacional de San Marcos.
Destaco por su importancia, la construcción de la Casa de Cultura Oriente, con una inversión de 27 millones de pesos. Se acercaron la cultura, el arte y la recreación a las personas que carecían de ellos.
Antes de que termine el año estará funcionado el Centro Cultural “Refugio Reyes”, nuestro gran arquitecto sin título, constructor del Templo de San Antonio y de muchos edificios emblemáticos de nuestra ciudad.
Porque valoramos ese pasado, emprendimos también la rehabilitación de un espacio muy querido para los aguascalentenses, el Parque Hidalgo. Para recuperar su antiguo esplendor, incluyendo el viejo tren que hace tantos años se construyó en los ya desaparecidos Talleres del Ferrocarril.
Todas estas acciones –unas grandes; otras, semillas de cambio– fueron muestra de respeto por nuestro pasado que sigue proyectando su influencia y sus lecciones sobre un Aguascalientes que mucho las agradece y necesita. Porque una administración que gobierna para todas y todos, también tiene que mirar ese pasado y recuperar lo que hay de valioso: aquello que somos y no queremos perder, aquello que da testimonio del trabajo de generaciones y de la continua lucha para llegar hasta aquí, a la segunda década del siglo XXI.
Nuestro presente
Para el presente, el hoy, el momento político y social que me tocó vivir, atender las necesidades de la mayoría de la gente era vital; no admitía demora alguna.
Bajo la cobertura de buenos servicios, persistían graves problemas, como la segregación de amplios sectores urbanos, la inequidad de género, y la escasez de oportunidades; por ello, nuestro trabajo para el presente tuvo una misión específica: procurar una mayor justicia social. El papa Paulo VI dijo: “Si quieres paz, trabaja por la justicia”. Y con toda humildad pero con mucha confianza en esta visión, instrumentamos el programa “Convive Feliz”.
Convive Feliz fue la brújula que guió mi gobierno. Le dio vida a una política pública de convivencia y seguridad ciudadana, le apostamos a la prevención social con la fuerza de la participación de la gente. Gracias a las y los maestros, empresarios, líderes religiosos y sociales, académicos y de manera muy especial a ustedes líderes de las redes y comités que fortalecieron el tejido social, la confianza de los ciudadanos entre sí y su capacidad para organizarse y construir una sociedad que cree en sí misma.
Para alcanzar este propósito, había que hacer la obra física que fuera necesaria, para incidir de manera fundamental en lo social. Por ello, deliberadamente decidí contrarrestar los desequilibrios con inversión en las zonas marginadas del Municipio.
En esta administración, se ejecutó un programa de obra cercano a los 2,200 millones de pesos, cantidad mayor a lo invertido en la suma de los dos trienios anteriores. La mitad de estos recursos se destinaron al oriente de la ciudad y comunidades rurales y son producto de nuestras eficaces gestiones ante la Federación y al apoyo del Señor Gobernador.
Todo este esfuerzo, que implicó la participación y -quiero reconocerlo públicamente- el cariño de cientos de servidores públicos municipales y de miles de personas, se articuló en “Convive Feliz”. Sin duda, amigas y amigos, que ése es el primer objetivo de un gobierno municipal: que la gente cuente con un lugar digno donde trabajar, desarrollarse y convivir junto con su familia y vecinos.
Por eso había que comenzar donde más falta hacía: al oriente de nuestra ya gran ciudad. Como muestra les comparto tan sólo tres aspectos:
- Al oriente del segundo anillo viven alrededor de 350 mil personas, casi la mitad de los habitantes del municipio, y el 50 por ciento de todas las niñas y niños de nuestra ciudad. Pero el 80% de la infraestructura educativa, cultural y deportiva se encuentra fuera de ahí.
- A lo largo del poliducto de PEMEX se ubican la mayoría de los polígonos de pobreza de la ciudad, con graves problemas de pandillerismo, adicciones y delincuencia. Aquí mismo ocurrían las dos terceras partes de todos los incidentes delictivos.
- Finalmente, el promedio de áreas verdes en la ciudad era de 13 metros cuadrados por habitante, pero en esta región, hace tres años, era de menos de uno.
La obra más trascendente es, desde luego, la Línea Verde, donde hoy nos encontramos, esa sonrisa vital y alegre que pintamos en el rostro de la ciudad, la expresión más concreta e importante de ese gran programa trianual que es Convive Feliz y que, puedo afirmar con plena certidumbre, es un parteaguas histórico en la vida de la ciudad.
En la obra física de la Línea Verde, hablamos de la transformación de una franja de 12 kilómetros de largo y una superficie de más de 60 hectáreas, la cual ha tenido impactos positivos para toda la ciudad y en particular para la zona oriente.
El programa “Convive Feliz” en la Línea Verde beneficia de manera directa a 90 colonias y 300 mil habitantes, con una inversión cercana a los 500 millones de pesos, lo que la convierte, sin duda, en la obra municipal más grande e importante que se haya desarrollado en la historia del Municipio.
Más de 75 mil familias caminan de manera segura a sus actividades formativas, culturales, recreativas y deportivas. Con el mejoramiento de la imagen urbana en la zona, aumentó un 25% la plusvalía de 12 mil viviendas aledañas. Y lo mejor de todo, en las áreas de influencia de la Línea Verde, las conductas delictivas disminuyeron en 25%. Con todo ello, se enriqueció la vida de miles de personas en el oriente de la ciudad donde, recordemos, vive la mayor parte de los niños y niñas de Aguascalientes.
Esta amplia inversión no significó, por cierto, que hayamos descuidado la prestación de otros servicios municipales. El 80% de los recursos para la Línea Verde fueron extraordinarios, no provenientes del presupuesto municipal ni de endeudamiento, sino de diversas instancias federales, como Conaculta, Semarnat, Sedesol, Conade, Conagua, la SCT, Sedatu y Pemex lo cual fue un logro en materia de gestión de recursos, y muestra de la confianza de los gobiernos federal y estatal en el proyecto.
Hay otra parte de “Convive Feliz” que no se ve, que es intangible, que se puede sentir en nuevas actitudes y habilidades, es decir, el desarrollo de competencias ciudadanas. Todo esto sucede a través de la creación de redes de prevención, cohesión y generación de espacios para la convivencia en 101 colonias, las cuales han presentado avances significativos en materia de prevención del delito, por lo que hoy quiero compartir con todas y todos ustedes que este modelo, se replica ya en todo el país, a través del Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, que puso en marcha aquí en Aguascalientes el Señor Presidente de la República.
Para garantizar la tranquilidad de la ciudadanía, en tres años evaluamos y acreditamos a la totalidad de las y los policías en pruebas de control de confianza. Aumentamos la fuerza de tarea y hoy contamos con 2 policías por cada mil habitantes. Esto ha sido posible gracias a la incorporación de 5 generaciones de policías y a la reincorporación del personal que anteriormente se encontraba comisionado en otras actividades.
Esta buena combinación de servicio policial y prevención social dio resultados. En 2012, las denuncias de robo de vehículos disminuyeron 31%, los homicidios dolosos 69% y las extorsiones 25%. Quiero referirme de manera especial al delito que tanto preocupa a los aguascalentenses, el robo a casas habitación sigue siendo muy inquietante, sin embargo, logramos disminuirlo de 2,300 denuncias en 2011, a 1,980 en 2012 y 1,049 hasta octubre de este año. Son muchos, pero van decididamente a la baja.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción Sobre Seguridad Pública, hoy el 62% de los aguascalentenses sienten que viven en una ciudad segura.
Donde hay colaboración, hay buenos resultados. Por ello di todo mi respaldo al mando único.
Más allá de la Línea Verde, se construyeron o rehabilitaron 35 nuevos espacios y se equiparon otros cien con gimnasios al aire libre. Otras importantes obras en las que se están invirtiendo recursos federales adicionales, incluyen el nuevo panteón municipal, el nuevo mercado en Villas de Nuestra Señora de la Asunción, la Nueva Subestación de Bomberos ubicada en Ciudad Industrial, la conclusión de la V etapa del Relleno Sanitario, además de los 28 millones de pesos para modernizar y promover la utilización del microparque industrial en la comunidad de Calvillito.
Adicionalmente, como parte de la estrategia integral de formación de espacios públicos, con un apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de 30 millones de pesos, se están instalando 35 Centros Tecnológicos Comunitarios “Convive Feliz” en 28 colonias y comunidades rurales. En estos centros, planteados desde una perspectiva de equidad en el acceso a las tecnologías de la información, la población cuenta con equipos de cómputo, acceso a internet de banda ancha y software educativo.
Contar con buena circulación y vialidades ya no es un lujo sino una condición para que sigamos siendo una ciudad viable. El número de vehículos en Aguascalientes, desafortunadamente, continúa creciendo de forma importante y las nuevas inversiones extranjeras nos hacen prever un aumento incluso mayor, a mediano plazo.
En el trienio que concluye, logramos una inversión sin precedentes para rehabilitar nuestras principales vialidades: primero y segundo anillos de circunvalación, Héroe de Nacozari, avenida Universidad, José María Chávez y la avenida Independencia. Acciones de esta magnitud no se realizaban desde hace cerca de 20 años.
Asimismo se pavimentaron más de 100 calles en diversas colonias populares y comunidades rurales. En total fueron 1.2 millones de metros cuadrados de pavimentación en tan sólo tres años, es decir, trabajamos a un ritmo de más de mil metros cuadrados por día.
De manera permanente, fomentamos con hechos y obras el uso de la bici como medio alternativo de transporte, y convencida les digo que esta es una misión que no podemos dejar de lado, pues es una opción por una ciudad limpia y personas más sanas.
Incluso el foto radar, tan criticado y politizado, fue una opción por la vida y la tranquilidad de muchos padres de familia. Los números no me dejarán mentir: en los dos trienios anteriores hubo, en promedio, 4,877 accidentes de tránsito. En éste hubo 2,286. Menos de la mitad.
Dos mil llamadas menos, tal vez a la media noche a un hogar que está esperando al hijo o a la hija que se fue a una fiesta; 2,000 accidentes menos en una ciudad que en ese tiempo no redujo, sino aumentó su número de conductores jóvenes. 50% menos muertes por exceso de velocidad.
Desde la implementación del foto radar tuvimos 223 personas lesionadas menos por accidentes viales. ¿Cuántos son 223 lesionados menos? La respuesta es obvia para quienes han sufrido este trauma.
Estos son hechos, no apreciaciones personales. Hemos cumplido y si hay un costo político personal lo asumo con gusto, pues considero que gané mucho, pero mucho más al proteger las vidas y el patrimonio de muchas familias. Si hay otra manera de salvar vidas y mantener los números de accidentes viales en el nivel que yo los dejo, qué bueno. Si no es así, sólo espero que no tengamos nada que lamentar en el futuro.
Hace tres años, cuando comencé mi encargo de presidenta municipal, la segunda mujer electa al cargo en Aguascalientes, me propuse abrir más puertas y espacios a las mujeres profesionistas, amas de casa, empresarias, obreras y servidoras públicas, porque soy muy consciente de los retos y dificultades que enfrentamos en una cultura que todavía favorece a los hombres. Por eso integramos un gabinete equilibrado, con 50 por ciento de mujeres.
Otro paso importante fue fortalecer el presupuesto del Instituto Municipal de la Mujer, el cual se incrementó siete veces.
Logramos la Certificación en la Norma Mexicana de Igualdad Laboral entre Mujeres y Hombres, y la creación de la Unidad de Atención a la Violencia Intrafamiliar y de Género.
Todos estos esfuerzos se vieron coronados este año con la celebración de la II Cumbre Iberoamericana de Agendas Locales de Género, una jornada histórica y a la vez de reconocimiento internacional a las políticas públicas que implementamos a favor las mujeres.
Hace unos días, perdimos a una de las grandes figuras de nuestro tiempo en la lucha contra la injusticia: Nelson Mandela, quien dijo “A una nación no se le debe juzgar por cómo trata a sus ciudadanos más notables, sino por cómo trata a los que están más abajo”.
Estoy plenamente convencida, y por ello nuestra política social se sumó a la Cruzada Nacional Contra el Hambre, invirtiendo cerca de 120 millones de pesos en comunidades marginadas urbanas y rurales en obras y apoyos como becas, alimentos, agua potable, alcantarillado, alumbrado y piso firme.
“Así como la esclavitud, la pobreza no es algo natural. Es hechura del hombre y se puede superar a través de las acciones de los seres humanos” dijo ese gran líder africano, Nelson Mandela.
Nuestro futuro
Esta fue, por cierto, nuestra tercera gran tarea. Además de la revalorización del pasado y de actuar con decisión en el presente, trabajamos por el futuro de Aguascalientes. Había varios asuntos municipales que demandaban una visión de largo plazo, es decir, trabajar en el presente por las generaciones futuras.
Mirando al futuro, en estos tres años, mi gobierno implementó el Plan Integral de Mejora de la Operación Hidráulica (PIMOH), el Bono Verde, los Techos Verdes, los Huertos Comunitarios y el Plan Maestro de Red de Ciclovías; además, está la generación de energía a través de paneles solares y la generación de biogás en el relleno sanitario; la Agenda 21 Local, el Plan de Acción Climática y el Diagnóstico de Eccociudades, la promoción de las acciones incluidas en Carta de la Tierra y la reducción del consumo de energía en el alumbrado público, entre otros.
De todas ellas, la más importante por su impacto fue la gestión del agua, un asunto siempre pendiente, y subrayado con marcador amarillo en la agenda de la ciudad. La escasez es más que el tema de nuestras campañas de ahorro; se trata de una amenaza real.
Nuestra red de agua potable tiene más de 2,038 kilómetros. Una parte de esa red tenía más de cincuenta años de antigüedad y cuando llegamos, de cada diez litros, se perdían tres y medio. Había que cambiarla para reducir fugas.
Firmé un convenio de inversión tripartita por 330 millones de pesos con la CONAGUA y CAASA para mejorar la eficiencia en el servicio, disminuir la pérdida de agua por fugas y elevar la calidad de la misma.
Hoy, puedo anunciar que renovamos 75 kilómetros de redes; para que se den una idea, es como entubar 5 veces el Primer Anillo.
Incrementamos el tiempo de suministro de 7 a 21 horas en promedio en muchas colonias de la ciudad y gracias a la mejora en la eficiencia física, logramos un ahorro anual de 11 millones de metros cúbicos de agua. Esto equivale a la presa del Jocoqui a su máxima capacidad. Esta es la cantidad de agua que ahorraremos cada año a partir de este trienio. Agradezco a todas y todos su paciencia durante la realización de estas obras.
Además, la rehabilitación de la planta de tratamiento del Parque México y la construcción de seis nuevas plantas han permitido un mejor aprovechamiento de este recurso en los sistemas de riego municipales, en camellones, parques y jardines y, de manera especial, en la Línea Verde, pasando del 6 al 32% en el reuso de aguas tratadas ¡Ha valido la pena!
Gracias a obras como Línea Verde, los 35 parques y los bosques urbanos, incrementamos 1 m2 por habitante para llegar a 14 m2 de áreas verdes en el 2013.
El otro tema que requería una visión de largo plazo es el de la basura. Nuestro propósito fue reducir la cantidad de basura que entra al relleno sanitario. Para ello, se impulsó la cultura del reciclaje.
Gracias al Sistema Integral de Manejo de Residuos Sólidos Urbanos, logramos reducir de 850 a 676 gramos la cantidad de basura por persona, con lo que Aguascalientes se mantiene en los niveles más bajos a nivel mundial y por debajo del promedio de nuestro país en su conjunto.
Parte del éxito fue reciclar más de 60 toneladas diarias de residuos sólidos urbanos con la separación por medio de mecanismos diversos, como el programa “Bono Verde”. Gracias a lo anterior obtuvimos el “Certificado de Calidad Ambiental” que otorga la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.
Finalmente, estaba la cuestión urgente de tener un alumbrado público sustentable. Nuestra meta era ante todo reducir significativamente el consumo de energía a través de la sustitución de luminarias por otras ahorradoras, menos contaminantes.
A lo largo de estos tres años se sustituyeron 27 mil luminarias que representan el 50% de las existentes en el municipio, con una inversión de alrededor de los 80 mdp. Hoy las calles de nuestra ciudad lucen más iluminadas y seguras y ahorramos el 16% del pago de energía eléctrica.
La salud de las finanzas públicas municipales no es sólo un asunto de política eficaz y transparente, sino también un tema de viabilidad a futuro. Hicimos más fuerte al Municipio al haber aumentado 46% nuestros ingresos propios. Reducimos el gasto corriente en 8% y aumentamos en 10% el destinado a la inversión.
Por nuestro buen desempeño financiero, recibimos 25% más participaciones federales en relación a 2010, y 200% más ingresos por convenios federales.
En este trienio se contrató deuda pública por 425 millones de pesos, que sirvieron de base para gestionar recursos federales y poner en marcha el ambicioso programa de obra pública y política social que detallé anteriormente. El servicio de esta deuda representa el 18% de los ingresos propios, mismo porcentaje con el que recibí mi administración en 2010.
Esto nos ha permitido mantener a Aguascalientes como uno de los tres Municipios con más alta calificación a nivel nacional de acuerdo a las evaluaciones practicadas por Moody’s y HR Ratings, las dos principales calificadoras crediticias,
Dejo un Municipio con finanzas sólidas y saludables.
Quiero hacer un especial agradecimiento a las y los trabajadores del Municipio, y aquellas personas que desinteresadamente se integraron al esfuerzo por transformar el municipio. Al Consejo de la Ciudad mi mayor reconocimiento por su participación crítica y propositiva que nos orientó en la consecución de señalados logros que obtuvieron el reconocimiento Nacional e Internacional.
Entre los que destaco:
- El premio “Gobierno y Gestión Local” que otorga el CIDE por los programas de Ahorro y Eficiencia Energética, Convive Feliz en Línea Verde y Visión Integral Hídrica en Aguascalientes. Somos el único Municipio en haber obtenido este premio por tres años consecutivos.
- El Premio Nacional de Ahorro de Energía otorgado por FIDE y la Comisión Federal de Electricidad.
- El Premio Nacional a la Innovación en Transparencia para Mejora de la Gestión otorgado por Banco Mundial y el IFAI.
- El Premio a Mejores Prácticas de Gobiernos Locales en el manejo de residuos sólidos, mejora regulatoria y ahorro de energía de la Revista Alcaldes de México.
- El Premio Nacional al Buen Gobierno otorgado por la FENAMM.
- El Premio Mundial del Agua por el PIMOH que nos entregaron instituciones como la CONAGUA, la ANEAS y el PNUMA-ONU.
- Certificación Internacional de Gobierno Confiable por IWA4 e ISO: 9001-2008.
Estos son, en resumen, los principales logros de la Nueva Política. En el aspecto material, se trata de 1,183 obras en tres años.
Una por día. Se dice fácil.
Fue un ritmo de trabajo intenso, enérgico, de 24 x 7: veinticuatro horas al día, siete días a la semana.
Pero lo verdaderamente notable es cómo la sociedad se apropió sin temor del espacio público, en absoluto clima de libertad. Muchos dejaron el encierro y volvieron a convivir con sus vecinos, sus amigos, sus calles, sus plazas. Recuperamos las ganas de participar y disfrutar.
En todo momento procuré encabezar un gobierno incluyente, que escuchara a la oposición, construyera alianzas y fuera respetuoso de la diversidad. Ejercimos a plenitud los principios de democracia y justicia social. Actuamos en congruencia con lo que prometí en campaña.
Hay una metáfora que dice que “la luz dispersa a todos da un poco de calor”; pero si está concentrada en un solo haz, es como un diamante capaz de cortar el acero. Esto se llama alto enfoque.
En estos tres años, además de atender las obligaciones que la Constitución confiere a los municipios buscamos tener un impacto real, hacer un cambio sustantivo, nos concentramos en reducir las desigualdades sociales y atenuar las grandes diferencias.
Integramos a grandes sectores, pero también a las minorías, a la vida comunitaria.
Por eso el programa articulador de este gobierno no se llamó “Vive feliz”… cada quien por su lado.
Su nombre fue “Convive feliz”, es decir, todas y todos; la colectividad. Y eso implica invitar a quienes no estaban participando.
Aguascalientes envió un mensaje contundente desde el centro de México: que es posible romper decretos injustos, muchas veces autoimpuestos, que nos lesionan como sociedad, que nos separan, que impiden que alcancemos todo nuestro potencial.
Nuestro legado no es una línea verde, ni la equidad de género como posibilidad abierta a miles de mujeres, ni la calle Madero.
Nuestro legado es una fuente de confianza, porque hacía falta acordarnos que se puede trabajar por esta ciudad no por obligación, sino con la certeza, ya perdida para muchos, de que las cosas sí se pueden cambiar, para mejorar.
La nueva política del Municipio, de ustedes, de la ciudadanía, de cada mujer y hombre de Aguascalientes, está hecha para seguir viva, no para que por un cambio de color o de partido se convierta en práctica vieja, en cosa del pasado, sino en esperanza de mejor democracia y justicia social.
Estoy segura de que el próximo presidente municipal, el ingeniero Antonio Martín del Campo, sabrá retomar lo mejor de este espíritu y continuar, con su propio sello, las tareas pendientes y urgentes que tiene Aguascalientes. El presidente electo merece todo nuestro apoyo y vamos a dárselo.
Al ingeniero Carlos Lozano de la Torre, le reconozco y le agradezco el interés y compromiso que en todo momento mostró por nuestro trabajo. Sin su apoyo jamás hubiera cristalizado esta suma de esfuerzos que hoy nos permiten contar con una comunidad donde la gente convive feliz.
Muchas gracias a todas mis compañeras y todos mis compañeros del Municipio: ustedes fueron mi fortaleza y mi confianza en los días en que más las necesité.
Si algo logré en estos tres años fue gracias a ustedes, los héroes que mueven las ruedas de los carros de bomberos, los coches de policía, los camiones de la basura y las camionetas de alumbrado público. Gracias por permitirme acercar a la ciudadanía su magnífico trabajo.
Gracias en especial a las mujeres de Aguascalientes, valientes, decididas, inteligentes y luchadoras, en especial a mi mamá Coco y a Liz.
Gracias a mi papá por su ejemplo, me duele que no esté aquí para ver mi trabajo como alcaldesa, pero estoy segura que allá arriba, está muy orgulloso de su hija.
Y porque yo sé que una carrera de servicio dura más de tres años, les aseguro que esto no es un adiós, sino un hasta luego.
Concluyo este período inolvidable con la satisfacción de haber marchado en la dirección que prometí.
Con nuevas fortalezas, con las lecciones y la sensibilidad que me dio el contacto con la gente. Con una visión política madura de lo que Aguascalientes necesita y de lo que puedo hacer por mi tierra en el futuro.
Aguascalientes está llamado a grandes cosas. Más grandes todavía. Vamos haciéndolas realidad. Porque cuando uno ha escalado una gran colina, es sólo para darse cuenta de que quedan otras colinas por escalar.
Foto: Gerardo González




