Si fuéramos un pueblo que no se equivoca, uno que defiende a su presidente a capa y espada, aunque el personaje en cuestión esté errado en todo, entonces seguramente estaríamos más atrasados de lo que ahora mismo nos encontramos. La reflexión viene porque estos doce meses hemos escuchado por diferentes medios de comunicación, en los pasillos, en las calles, que nuestro país se encuentra en un momento delicado, me refiero a la seguridad y a la economía, sobre todo en esos dos temas, la división entre los que comulgan con las ideas del actual presidente y de los que consideramos que fue un error haberlo elegido se agudizan, la guerra de encuestas de aceptación o rechazo por parte de las empresas dedicadas a eso definitivamente se rigen por los dineros, el que paga manda, tan sencillo es ordenar un estudio de preferencia o de popularidad a la agencia que me dé más credibilidad. No es por ahí estimado lector, la política entre los gobernados se hace a nivel tierra, cancha, piso, como le quiera usted llamar; nos pasa a cada rato, nuestra sociedad, me refiero a la mexicana nos dejamos llevar por la primera impresión, por la especulación y sobre todo por los datos de las encuestas. Le pongo un ejemplo mundano, me gusta el futbol americano sobre todos los demás deportes; en la liga colegial de nuestro país mi corazón le pertenece a los equipos del Politécnico Nacional, los Burros Blancos y las Águilas Blancas, en ese orden, en la liga gringa, en la NFL, soy Carnero de toda la vida, nunca he cambiado de equipos; entonces, de pronto mis amados Rams comienzan a jugar para el olvido y apenas para el cierre de la campaña se aplican y parece que están regresando a su nivel habitual, aquel que les hizo llegar al Super Bowl el año pasado; bueno, pues resulta que pese a la evidencia de mejora de juego los comentaristas de ESPN, Fox y hasta los Televisos no tienen comentarios neutros para ellos, ya deje los favorables, neutros, lo que orilla a que la opinión pública, aficionados al deporte de las tacleadas, en particular los seguidores del equipo tengamos dos hipótesis, la primera es que nuestro equipo no sirve para nada o bien que los medios no lo quieren, esto hace que se siembre la duda entre los gustosos seguidores del deporte de las tacleadas. Es decir, por mucho que yo tenga firme mi preferencia por el equipo, entienda y sepa de las capacidades de los jugadores, el entrenador y todos los integrantes de la organización, aun así, los medios se encargan de hacernos dudar, o bien de polarizar la postura del respetable.
Lo mismo pasa con los temas y las figuras que juegan en la cancha del día a día en este país, los medios se encargan de enaltecer o desacreditar al mero mero, a los adversarios, a los chairos y a los fifís, a todas las figuras que el mismo señor presidente se ha encargado de etiquetar y confrontar, es ahí donde me di cuenta que ser como Peña es menos peligroso que ser como López. Se fue Evo, mire nomás, no podía dormir de la preocupación, detuvieron a Genaro García Luna, como detendrán a más funcionarios de la pasada administración y de esta misma, tenemos un embajador que se roba libros de las librerías de Buenos Aires, tenemos a la maestra Gordillo con toda la actitud para formar su partido e hincharse de billetes, tenemos al creador y dueño de la caída del sistema en aquel inolvidable 1988, o que tal Durazo que trabajó y juró lealtad al mal logrado Luis Donaldo, sin duda los acontecimientos históricos se reciclan, se repiten, como si hubiera un guion o un patrón que va marcando la pauta hacia dónde nos tenemos que mover como país, un poder sobrenatural que les dice a los gobernantes en turno qué es lo que se debe y no debe hacer, un poder sobrenatural que a veces pienso que viene arrastrado por los vientos del norte condicionado por las firmas de tratados internacionales.
Le debo confesar que desde mis épocas de estudiante universitario nunca comulgué del todo con los gobiernos en turno, Salinas me parecía el más inteligente de los presidentes hasta ese momento, pero no por eso estaba de acuerdo con su manera de vendernos la idea de que por fin México era primer mundo, altos índices de popularidad, con sus enemigos y adversarios domados e identificados, con crímenes relevantes en su haber, con un narcotráfico emergiendo o por lo menos saliendo a la luz pública con mayor naturalidad, un Salinas que le faltó lo que Andrés está cocinando pero seguro estaba en su agenda, la reelección, reciclar, México recicla, si bueno pero quién recicla, nosotros, la sociedad, el pueblo sabio, los vientos del norte, la historia que nos juega una mala partida, nuestros ancestros, los espíritus de todos los dioses aztecas, quién, cómo podemos romper con esa inercia, o será costumbre; ya probamos dictadura, dictadura disfrazada de democracia, derecha, ultraderecha y ahora populismo, pero nada funciona del todo, de verdad será que la persona que tiene la respuesta a todos nuestros males se apellida Cárdenas Solórzano, o cómo.
Para 2020 no estaría mal pedir al creador de su preferencia que por favor rompa con estas cadenas de tradición, de falsas respuestas y nos encamine por la democracia verdadera y saque de nuestras vidas de una vez por todas a la clase política corrupta, inepta, hipócrita y populista para dar paso a la 5T.
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