Estimado lector, el jueves pasado reflexionábamos sobre la tecnología que se pretende utilizar para hacer llegar las clases a los millones de estudiantes de este país, y mire que es de suma importancia el tema considerando que no estamos cerca a un semáforo en verde que permita el regreso a las aulas de manera presencial. Según los estudios y alcances del gobierno federal, la mejor opción es impartir las clases utilizando algunos canales de televisión abierta; seguramente esta decisión se tomó partiendo del supuesto de que no todos los alumnos tienen acceso a internet, sin embargo, tampoco el uso de televisores está garantizado. Como mencioné la semana pasada, según la Encuesta Nacional de Consumo de Contenidos Audiovisuales 2018 del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el 11% de los hogares en zonas rurales del país, es decir alrededor de 14 millones de personas no cuentan con un aparato receptor de televisión para captar la señal, es un número considerable de alumnos que se van a quedar sin clases, por lo menos por televisión y presenciales.
No sé usted, pero yo he escuchado, leído y visto las evidencias del caos que es dar clases de manera virtual a través de un sin número de plataformas en internet, todos de alguna manera lo hemos padecido, como estudiantes, padres, docentes o simples espectadores de la clase.
Los testimonios ya son muchos y las experiencias compartidas también, el problema es que hoy por hoy, no se tiene una propuesta clara de cómo será esta segunda oportunidad para dar la clase al educando que no comparte el aula con el docente y sus compañeros, no podemos no corregir los errores del ciclo anterior.
Algo que considero no se ha tomando en cuenta, o si se hizo no se adecuó para ser sustituido por alguna otra actividad, es lo que señala el currículum integrado y el currículum oculto.
El currículum integrado dentro del sistema educativo se refiere a poner al estudiante en contacto con la realidad, los sistemas de educación de todos los países pretenden poner a sus educandos en contexto con sus realidades a través de las asignaturas que les parecen más apropiadas, para que en cada uno de los escenarios nacionales la lectura y redacción, las matemáticas, así como las historia, la geografía, la literatura, las ciencias naturales y el arte ayuden a comprender y a vivir el entorno local. El problema que tenemos como nación es que nuestro currículum por ser tradicional desde hace mucho tiempo quedó rebasado y lo que se ve en el aula es obsoleto, ya no existe en la realidad.
Qué pasa en estos momentos, de por sí estábamos atrasados en el aula, en casa nos fue peor, ¿por qué?, porque el docente no estuvo de manera presencial para poder dirigir la cátedra; no es lo mismo captar la atención del estudiante a través de una pantalla que cuando el grupo está en el aula, muchas de las veces las dudas quedaron flotando en el aire, no hubo esa interacción de apoyo a la metacognición del alumno.
Según Jurgo Torres, “El currículum integrado lo que hace es coger una parcela de la realidad, algo que sea relevante o significativo, y la investiga, así trae a colación ese conocimiento disciplinar y ve cómo está relacionado”.
Entonces, si la premisa del currículum integrado es poner al estudiante en contacto con su realidad, en teoría, solo en teoría hubiera sido más fácil educar a los alumnos desde su realidad, desde su entorno, pero esto no sucedió, porque dicho entorno no fue ni será el propicio para hacer conciencia de lo que la educación quiere lograr. Mire, de por sí, el alumno siente que la información que recibe en la escuela no sirve para nada o no tiene mayor relevancia en ese momento de su vida, no alcanzan a entender que todos los análisis que hacen dentro de su cotidianeidad son resultado del aprendizaje en el aula, por lo tanto son aplazados permanentemente, y acabamos escuchando a más de una persona decir que de nada le sirvieron las clases de civismo, deje el civismo, español, física o química; mis alumnos de comunicación dicen que decidieron estudiar esa licenciatura porque no llevan matemáticas…
Y entonces, citando nuevamente a Jurgo Torres, catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Coruña en España, leemos que “este tipo de aprendizajes cuya funcionalidad y, por lo tanto, comprensión se aplazan permanentemente, hasta que construyen lo que algunos llamamos conocimiento escolar. Este conocimiento te permite pasar de primero a segundo, de segundo a tercero, pero, en tu vida cotidiana, muy rara vez utilizas.”
Se requiere urgentemente un cambio en el sistema educativo nacional, independientemente del modelo que cada institución aplique o utilice, si no adecuamos el sistema educativo no vamos a obtener los resultados que esperamos o que por lo menos necesitamos alcanzar en esta modalidad a distancia. Tomar más en cuenta lo que plantea el currículum integrado, seguramente bien aplicado nos puede dar resultado; identificar de qué manera se puede sustituir la premisa del currículum oculto, aquellos aprendizajes que los alumnos asimilan de los docentes pero que estos no tienen la intención de enseñar; disciplina, honestidad, lo que está bien y lo que no está permitido dentro del reglamento de la institución; por ejemplo, si en la entrada de cada aula existe un letrero donde se informa que no se pueden introducir alimentos, o no se puede utilizar el teléfono celular, o simplemente no se puede correr en los pasillos y el docente lo refuerza predicando con el ejemplo, el alumno está recibiendo información relacionada con el tema de la disciplina, cosa que en este modalidad no aplica, en ningún momento aplica, ni en alumnos ni en docentes; qué tal las clases en pijama de ambos lados de la pantalla.
Existe más trabajo del que podemos visualizar en una primera lectura del hecho, no es únicamente buscar las ventanas tecnológicas que conecten al docente con el alumno, es adecuar lo que ahora del todo ya no funciona y buscar esquemas que nos permitan sacarle provecho a la situación, para detonar lo que realmente necesita México en materia de educación, las reformas educativas, ni la de Peña ni la de López nos aportan algo para salir adelante.
Buen momento para evolucionar.
@ericazocar
