Como es de todos conocido, la situación sanitaria en nuestro estado es crítica, el porcentaje de contagios no disminuye, la capacidad hospitalaria es cada vez más limitada, con un desabasto no solo de camas disponibles en zonas de terapia intensiva sino de medicamentos necesarios para atender a las personas que ingresan contagiadas a los hospitales y que requieren de atención médica especializada, a pesar de las medidas sanitarias implementadas por los distintos niveles de gobierno, la situación lejos de mejorar va empeorando, situación que merece un análisis particular que no es el objeto de la presente columna.
Lo que sí es materia de la presente columna, es reflexionar respecto al desarrollo del proceso electoral en medio del contexto antes referido, la actividad electoral no puede ni debe ser suspendida, la transmisión del poder político no puede posponerse, la vigencia de los cargos, materia de renovación, es finita, por la salud misma de nuestra democracia las elecciones deben continúan y es que en últimas fechas, es recurrente que me pregunten en distintos ámbitos, sobre la posibilidad de que las elecciones se suspendan o cancelen incluso y déjeme decirle que esa posibilidad no es real, no ésta dentro de las posibilidades que se puedan prever, ya tuvimos el ejemplo cercano de las elecciones locales celebradas el año pasado en Coahuila e Hidalgo, comicios que si bien fueron suspendidos al inicio de la declaratoria de la emergencia sanitaria, ambas elecciones fueron reanudadas en plena contingencia y las jornadas electorales se desarrollaron en el mes de octubre sin sobresaltos ni consecuencias que lamentar. Ambos procesos fueron suspendidos justo previo al registro de candidaturas, por lo que al reanudarse continuaron justo en los momentos en los que se supone que mayores riesgos sanitarios se pudieran presentar, además de las campañas electorales con el riesgo de actos de campaña con la posibilidad de la realización de eventos con un aglutinamiento de personas no permitido, pero también con los trabajos de preparación de la documentación y material electoral, como del sellado y enfajillado de boletas electorales, integración y entrega de paquetes electorales a los presidentes de mesas directivas de casilla, debates electorales y por supuesto, el llamado día “d”, es decir, la jornada electoral, y que decir de la realización de los cómputos de las elecciones, se llevaron a cabo sin sobresalto alguno, garantizando en todo momento la salud de quienes intervinieron en tan importantes ejercicios; de ahí que dichos estados son un claro ejemplo de que las elecciones pueden llevarse a cabo con todo y el difícil contexto sanitario en el que nos encontramos, ya que se garantizaron en todas las etapas el cumplimiento de todos los principios rectores en la materia, incluso la respuesta ciudadana fue muy satisfactoria, ya que los porcentajes de participación ciudadana no se vieron mermados en comparación a elecciones desarrolladas sin pandemia de por medio.
La experiencia vivida en las elecciones locales en Coahuila e Hidalgo en 2020, fue exitosa, sin lugar a dudas lo fue, una de las características en común en dichos procesos fue la implementación de ciertos protocolos y medidas a cargo de las autoridades electorales locales, del propio INE, así como también de los partidos políticos, candidatas y candidatos, y por supuesto de la propia ciudadanía que respetaron las medidas y recomendaciones en cada tramo de esas elecciones, ello implica la observancia del principio de corresponsabilidad entre los involucrados, el reto no es menor, estamos hablando de garantizar la convivencia de dos derechos fundamentales, por un lado el de votar y ser votado y por otro, el derecho a la salud, no es cosa menor, todos tenemos un papel fundamental que cumplir para llevar a buen puerto el proceso electoral.
Es así que hablando del proceso electoral en Aguascalientes, es casi una obligación el retomar los elementos exitosos vividos en Coahuila e Hidalgo el año pasado, replicando lo positivo y evitando lo negativo, por lo que previo a los tramos con mayor complejidad para la situación sanitaria, es decir, donde se corre el riesgo de llevar a cabo actividades que implican la reunión de un número de personas importante, es que el pasado 3 de febrero, se llevó a cabo la instalación formal del Comité de Salubridad y Planeación Interinstitucional para el proceso electoral 2020-2021 en Aguascalientes, integrado por profesionales en la materia electoral y de la salud, para brindar las medidas sanitarias mínimas e indispensables para la prevención y mitigación del riesgo de contagio del virus covid-19, que nos mantiene en contingencia sanitaria, es decir, el Comité de Salubridad y Planeación Institucional se constituye como el rector que permitirá establecer, implementar y difundir las medidas necesarias para el correcto desarrollo del proceso electoral, garantizando la salud de las personas involucradas, dentro de la contingencia sanitaria.
El comité antes mencionado, entrará en funcionamiento de inmediato, frente a sí tiene el reto de establecer, por lo menos, 12 protocolos de actuación para igual número de actividades dentro del proceso electoral en el que se verán involucrados lo mismo el electorado que las candidaturas, militantes y simpatizantes de los partidos políticos, personal del IEE y de otras instituciones, dependencias y organizaciones involucradas.
El llamado será para todos quienes estamos, de alguna u otra manera involucrados en el desarrollo del proceso electoral a mostrar disposición y disponibilidad absoluta en las recomendaciones que desde el IEE con el acompañamiento de los servicios de salud en nuestro Estado, se emitirán en beneficio precisamente de los actores políticos; las estrategias que se planificarán para las actividades operativas, basadas en los principios de imparcialidad y de certeza, abonarán a la mejor organización del proceso en su conjunto, de ahí que sea necesaria, hoy más que nunca la participación ciudadana en su más amplia acepción.
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