APRO/Mathieu Tourliere
Después del abogado Juan Ramón Collado, el gobernador mexiquense Alfredo Del Mazo Maza o la hija del priista Manlio Fabio Beltrones, el diario español El País reveló que Elba Esther Gordillo, la entonces poderosa lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), trató de abrir una cuenta en la polémica Banca Privada d’Andorra (BPA) en abril de 2012 para esconder ahí 6 millones de dólares.
De acuerdo con el rotativo español, ejecutivos a cargo de la unidad antilavado de BPA se negaron en concretar la operación y autorizarle la apertura la cuenta, pues señalaron la “inexplicable riqueza” de la maestra, así como la “falta de transparencia” de su gestión de más de dos décadas al frente de uno de los sindicatos más poderosos de América Latina.
En un reportaje publicado ayer, El País señaló que Gordillo indicó en sus trámites que el dinero provenía de la herencia de su madre, la maestra rural Zoila Estela Morales Ochoa –fallecida en 2009–, y que transitaría por una sociedad de papel incorporada en Holanda por la sociedad fiduciaria Grupo Fidemont, llamada Marcel Holdings CV.
Según los documentos exhibidos por el rotativo, Gordillo presentó su pasaporte, una copia de la herencia y la copia de un contrato de “fibra óptica en Abu Dhabi entre C&O Consultancy BV y Broadlink, S.A. de C.V. por 2 millones 350 mil euros”, con los cuales pretendía justificar la cuenta bancaria; la maestra, a través de su abogado, negó haber realizado esta operación con la BPA.
Aparte, El País señaló que las autoridades de Andorra llevan siete años investigando sobre otra cuenta bancaria, abierta en el Andbank, con 604 mil 775 dólares y presuntamente vinculada a Gordillo, pues está a nombre de Álvaro y Laura Victoria Quintana Díaz -–el primero exasesor financiero del sindicato SNTE–, Alfredo Solloa Junco, expresidente de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF) –entidad estatal encargada de supervisar a las aseguradoras en México– y al abogado Ricardo Zazueta Chávez.
