Durante la pasada cumbre del 18 de noviembre entre los mandatarios integrantes de los tres países de América del Norte, Canadá, Estados Unidos y México, en una maratónica jornada, los presidentes Joe Biden, Andrés Manuel López y el primer ministro Justin Trudeau, alcanzaron en diversos momentos de sus entrevistas once acuerdos definitivos a desarrollar en el futuro inmediato de la zona ante la nueva realidad que caracteriza al mundo en el cual los tres países están inscritos.
De acuerdo a un comunicado de la cancillería mexicana, se definieron los siguientes acuerdos: buscar formas de reforzar las cadenas de suministro médico; reconocimiento de vacunas contra el covid-19 consideradas seguras y eficaces por la OMS; los tres países actuarán juntos para donar vacunas a América Latina y el Caribe; buscar un enfoque coordinado para resolver el problema de que cientos de miles de armas de fuego crucen hacia México anualmente; unir esfuerzos en tecnología, desarrollo económico, cadenas de suministro y competitividad en sectores prioritarios; abordar la crisis climática; atender causas de origen de la migración e invertir en la región, priorizando la cooperación para el desarrollo; aumentar la protección a víctimas de trata y tráfico de personas; justicia racial, equidad e inclusión para todos; y, continuar el diálogo en otra cumbre de líderes para 2022 en México.
Es de los mexicanos sabido que a nuestro presidente no se le da eso de las relaciones internacionales de una manera natural, por alguna razón le incomoda esta parte de las políticas de Estado, que señalan la necesidad de interactuar con otros líderes nacionales u organismos internacionales a fin de hacer efectiva la coordinación y colaboración con el mundo en el que México está inscrito y con quién interactúa permanente y necesariamente para su prevalencia y desarrollo.
Los acuerdos alcanzados eran todos y cada uno de ellos de la mayor relevancia para los países de la región, México entre ellos, por supuesto. Sin embargo, atender cada uno de los once acuerdos representa, para el gobierno de la 4T la inversión de una serie de recursos económicos, humanos, y sobre todo políticos, que, en su agenda, le pueden representar una enorme distracción al cumplimiento de sus objetivos e intereses propios.
A partir del cierre del 2019, el gobierno mexicano, enarbolando la bandera de su lucha contra la corrupción atacó frontalmente a empresas del sector médico y farmacéutico nacionales, y a algunas extranjeras, amén de que desmanteló el sistema del seguro popular sustituyéndolo por un Insabi que, a dos años de su creación, aún no acaba de arrancar, así que buscar formas de reforzar las cadenas de suministro médico exigirá a México el rediseño de su estrategia en esta materia. Por otra parte, derivado del impulso generado por el enfrentamiento a los devastadores efectos de la pandemia, los países de la región se vieron envueltos en la urgencia de contar con las vacunas necesarias para proteger a sus poblaciones, incluyendo aquellas no del todo con el reconocimiento contra el covid-19 pero que hoy son consideradas seguras y eficaces por la OMS; asimismo, los tres países aceptaron actuar coordinadamente para donar vacunas a América Latina y el Caribe. En este punto México irá a la zaga de sus poderosos socios.
Respecto al tema de buscar un enfoque coordinado para resolver el problema de los cientos de miles de armas de fuego que cruzan hacia México anualmente, es fundamental el acuerdo para mitigar el tema de la violencia que ahoga a nuestro país, por las laxas medidas de control norteamericano. Recordemos que en este punto existe una acción judicial ante las cortes estadounidenses presentada por el gobierno mexicano.
En el aspecto enfocado a la reactivación económica regional, se estableció el compromiso de unir esfuerzos en las materias de tecnología, desarrollo económico, cadenas de suministro y competitividad en sectores prioritarios y específicos, de manera inmediata. En este rubro, el presidente López Obrador, señaló como un asunto no menor la acción e impacto de China como “amenaza” a la región. Coincidiendo con esta línea de atención por parte de los mandatarios del norte de América, se comprometieron a abordar la crisis climática de manera formal, sobre todo después de los acuerdos resultado de la COP26 celebrada en Glasgow en semanas pasadas.
Un tema que preocupa permanentemente a los presidentes vecinos de EU y de México, es el atender las causas que dan origen a la migración hacia el primer país, y diseñar estrategias que atiendan y mitiguen este fenómeno relacionado por las condiciones económicas de pobreza de los países expulsores de población e invertir en la región, priorizando la cooperación para el desarrollo. El presidente López Obrador subrayó la necesidad de regularizar la situación de 11 millones de migrantes en EU, entre ellos de 5 millones de mexicanos (ooops); asimismo, y en línea con el fenómeno migratorio, aumentar la protección a víctimas de trata y tráfico de personas, fundamentalmente de mujeres y menores de todas las nacionalidades involucradas, así como de justicia racial, equidad e inclusión para todos. Finalmente, los presidentes y el primer ministro acordaron continuar el diálogo en otra cumbre de líderes para 2022 en México.
Los once acuerdos, todos son un resultado positivo de la reunión y los compromisos signados deben ser monitoreados por las propias poblaciones de cada uno de los países de la región con celo y objetividad. El momento histórico que atravesamos como naciones así lo exige. En nuestro país, sin embargo, hay una preocupación adicional. Los acuerdos alcanzados y firmados por el presidente López Obrador deben recorrer su camino de cumplimiento sobre una carretera que se ha ido definiendo a partir de un rígido presupuesto de reciente aprobación, sin que en él se identifiquen los debidos recursos para hacer honor a lo acordado el 18 de noviembre. Además, sigue con obcecación la contrarreforma energética (eléctrica dice la 4T), que apunta debajo de la línea de flotación de T-MEC. En fin, la 4T asume que prometer no empobrece y México se disculpará en el 2022.
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