Orquesta Sinfónica de Aguascalientes
Maurice Ravel en el primer concierto de la segunda temporada 2025
Esta es una temporada corta, son cinco conciertos los que integran este segundo ciclo del año 2025 de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, y en esta ocasión recordaremos aniversarios del nacimiento de dos grandes compositores en la siempre inconclusa historia de la música: los doscientos años del natalicio de Richard Strauss y los 150 años de que Maurice Ravel vio la primera luz.
Así que considerando estas importantes fechas, inició la segunda temporada con un concierto compuesto íntegramente por música del compositor francés Maurice Ravel, hablamos de una extraordinario compositor, pero también del que posiblemente sea el más grande orquestador de toda la historia, entre sus grandes trabajos de orquestación, encontramos, por supuesto, el realizado sobre la obra del ruso Modest Mussorgsky, Cuadros de una Exposición, que este gran compositor de perfil nacionalista compuso en 1874 para piano solo. Posteriormente se han hecho por lo menos una veintena de diferentes orquestaciones de este monumental trabajo, y sin ánimos de demeritar las orquestaciones de maestros como Lepold Stokowski, o del amigo de Mussorgsky y colega en el celoso Grupo de los Cinco que buscaban mantener intacta la pureza de la música rusa, Nikolai Rimsky-Korskakov, que orquestó dos movimientos de la obra, o el de Michail Tuschmalov, alumno de Rimsky-Korsakov y que orquestó siete movimientos, incluso la versión del trío de rock progresivo inglés Emerson, Lake & Palmer, que hicieron un excelente tratamiento para grupo de rock de esta misma obra, sin duda la orquestación de Ravel realizada en 1922 es la mejor, es la más interpretada, y consecuentemente, la más conocida de las diferentes versiones con que contamos.
Pues bien, a este gran compositor francés fue dedicado el primero de los cinco conciertos de la actual temporada, esta primera sesión musical inició con la célebre Alborada del Gracioso, que en realidad se trata del cuarto de los cinco movimientos de la suite para piano Mirrors, o Espejos, en una versión para orquesta hecha por el propio compositor.
Después de esta breve introducción -la Alborada del Gracioso dura, dependiendo del tempo del director, alrededor de los 7 minutos-, continuamos con un gran monumento concertante, el Concierto para la mano izquierda que Maurice Ravel compuso entre 1929 y 1931 y compuesta al mismo tiempo que el Concierto para Piano en sol mayor, y que el maestro dedicó al pianista Paul Wittgenstein que perdió su mano derecha durante la Primera Guerra Mundial.
Para este concierto, el compromiso le fue encomendado al maestro Rodolfo Henkel, un músico que ya ha tocado anteriormente con la OSA, si no me equivoco interpretando aquí en Aguascalientes, y en una presentación de la OSA en el Festival Bernal Jiménez de Morelia, el monumental y complicado Concierto para piano No.3 de Sergei Rachmaninov, conocido coloquialmente como el Rach 3, y que sin duda es uno de los conciertos para piano más difíciles que existen. Recordemos que Rachmaninov tenía aracnodactilia, es decir, las manos demasiado grandes, lo que le permitía hacer en el piano cosas que pianistas con manos de tamaño normal no podían, o lo hacían con ciertas dificultades, o bien, se permitían ciertas licencias para tocar este concierto de elevados niveles de exigencia.
Es un concierto de espíritu lúgubre y de un solo movimiento que fue resuelto con gran solvencia por el maestro Henkel y acompañado muy bien por la batuta del maestro Revueltas, director titular de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes.
Después del intermedio, disfrutamos de la Suite No 2 de Dafnis y Cloe, se trata de un ballet que el maestro compuso en 1912, posiblemente en su versión completa sea la obra más larga de Ravel, el mismo compositor hizo dos suites que suelen interpretarse en formato de concierto, en este caso fue la segunda de las dos suites la elegida por el maestro Revueltas para el programa de este primer concierto.
El programa terminó con la que sin duda es la más conocida de las obras de Ravel, el celebérrimo Bolero, obra que el maestro compuso en 1928 y se estrenó en la Ópera Garnier de París el 22 de noviembre, día de Santa Cecilia, de ese mismo año. La obra está dedicada a la bailarina Ida Rubinstein.
Es una obra en un solo movimiento con un ritmo y un tempo que no cambian, especialmente me llama la atención la percusión, un tambor sobre el que se construye todo este complejo andamiaje armónico con efectos orquestales que son verdaderamente impresionantes, de manera tal que, si el ritmo tiene la más insignificante falla, toda esta compleja estructura musical se derrumbaría sin remedio. No tengo duda al afirmar que es una de las obras orquestales que se interpreta con mayor frecuencia por todas las orquestas del mundo. El maestro Revueltas hizo una gran versión de este Bolero que, a pesar de su grandeza y su popularidad, para Ravel no era más que un ejercicio de orquestación, nosotros entendemos esta obra como un ejemplo muy elocuente de la grandeza de Ravel en el trabajo orquestal.
Para mañana, en el segundo de temporada, disfrutaremos de la Obertura Donna Diana de Emil Nikolaus von Rezneick, el Concierto para violín de Manuel María Ponce, con el maestro Carlos Egry oficiando como solista, y finalmente, la Sinfonía No.5 de Dmitri Shostakovich. Tendremos para este segundo concierto al maestro Natanael Espinosa como director huésped.
Nos vemos mañana a las 20:30 horas en el Teatro Aguascalientes, todavía la casa de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes.




