Hay un nuevo sheriff en el pueblo y se llama Batman. Vengadores y Spider-Man, háganse a un lado porque este oscuro superhéroe viene arrasando. Jamás creí posible que alguna otra cinta pudiera desbancar este año a la de Vengadores —bueno, tal vez El Hobbit, pero por meras razones sentimentales— y menos la del Caballero de la Noche, pues aunque las dos entregas previas habían sido buenas, nunca se me hicieron espectaculares, sin embargo ésta, que cierra la trilogía me pareció no sólo sorprendente, sino fantástica.
Fotografía, música, edición y efectos son elementos que Christopher Nolan, el director, maneja con una maestría absoluta para recrear esta historia, y lo hace de tal forma que el resultado supera, con mucho, a las cintas anteriores lo que le proporciona a la audiencia una experiencia sumamente satisfactoria.
De cierta forma esta entrega es menos oscura que las primeras dos y la trama es más fácil de seguir, no obstante, Nolan mantiene la visión de que los personajes, héroes y villanos, y hasta los habitantes de Ciudad Gótica son seres de luz y oscuridad que pueden transitar entre el bien y el mal según las circunstancias en las que se ven envueltos; lo que me parece muy bien ya que finalmente esa es una característica de la naturaleza humana ¿o no?
Han pasado ocho años desde la muerte de Harvey Dent y del Guasón, ocho años en los que Batman ha estado ausente de Gótica y de que es considerado como un enemigo público al que se le dará caza en cuanto asome su nariz por la ciudad. La tasa de criminalidad ha bajado gracias al supuesto legado de Dent. El comisionado Gordon aún resiente la mentira que ha perpetuado el mito del heroísmo de Dent y de las villanías de Batman, pero no se decide a decir la verdad por el bien de la Ciudad.
Mientras tanto, Bruce Wayne se ha convertido en un recluso y vive confinado en su mansión, al tiempo que sus empresas se desmoronan y el apoyo a sus obras de caridad disminuye.
En el lado de los malos, en los primeros minutos de la película —estupenda secuencia de acción que mete al público a la historia aún antes de poder comer el primer puño de palomitas— conocemos al malvado Bane, peligroso personaje quien después de rescatar con lujo de violencia a un científico ruso de manos de la CIA, enfila sus pasos a Ciudad Gótica tras ser contratado por John Daggett, rival de Buce en los negocios, y que planea una toma hostil de las industrias Wayne.
Para el mismo fin Dagget ha empleado los servicios de la afamada ladrona Selina Kyle, apodada La Gata —Gatúbela para nosotros—, personaje interpretado magníficamente por Anne Hathaway y el cual está tan bien construido, que es el que mantiene toda la trama unida y que no permite que el filme caiga en una oscuridad extrema.
Cuando Selina se encuentra con Bruce la química entre los personajes es tan fuerte que atraviesa la pantalla y los espectadores estamos seguros de que ambos han encontrado —para bien o para mal no lo sabemos— la horma de su zapato. Y es la aparición de ella la que impulsa al maltrecho Wayne a abandonar su retiro y empezar a reconstruir su vida y la de su álter ego, Batman.
Mientras tanto, el comisionado Gordon se encuentra herido en el hospital, cortesía de los hombres de Bane, y la policía se preocupa por atrapar al Caballero de la Noche, más que por darle importancia a los cada vez más evidentes planes de Bane de apoderarse de la ciudad para luego destruirla.
En esos momentos surge un personaje del lado de los buenos, John Blake, un policía de esos que sí se preocupan del bienestar público y que tiene la suficiente inteligencia para descubrir en Wayne al hombre murciélago y pedirle su apoyo al tiempo que se le ofrece su ayuda.
Sólo falta mencionar a otros dos personajes importantes para la historia, Lucius Fox y Miranda Tate, uno aliado y proveedor de todos los “juguetes” de Batman, la otra una millonaria preocupada por el ambiente y los habitantes de la ciudad y posible interés romántico de nuestro héroe.
El escenario está planteado y los personajes van tomando poco a poco su lugar, la batalla que se gestan tendrá, sin duda, proporciones épicas y lo mejor y peor de todos los involucrados saldrá a la luz antes de que termine.
Al encenderse las luces los asistentes estaremos satisfechos con la forma en que esta serie termina, no obstante, seguramente coincidiremos en que Necesitamos —así con mayúscula— una cinta más.
Productor: Christopher Nolan, Emma Thomas y Charles Rove; Director: Christopher Nolan; Guión: Christopher y Jonathan Nolan, basado en una historia del propio Nolan y David S. Goyer; Fotografía: Wally Pfister; Edición: Lee Smith; Música: Hans Zimmer; Elenco: Christian Bale, Michael Caine, Gary Oldman, Anne Hathaway, Tom Hardy, Marion Cotillard, Joseph Gordon-Levitt y Morgan Freeman; Duración: 2 horas 45 minutos.




