¿Morena vs. “la Dictadura Perfecta”?
En los tiempos sociales y políticos que vive nuestro país ¿es necesario un nuevo Partido?
Durante la época más fructífera del priísmo, Mario Vargas Llosa calificó al sistema político entonces encabezado por Carlos Salinas de Gortari como “La Dictadura Perfecta”, puesto que el esquema de nuestro país era el de un gobierno sin contrapesos que fueran capaces de siquiera hacer titubear a la maquinaria totalitaria.
Era el año de 1994, cuando por primera vez el Partido de la Revolución Democrática participó como tal en la contienda presidencial, en ese año obtuvieron casi 6 millones de votos (5.852) y 6.2 millones en la elección del 2000; las dos teniendo, al Ing. Cuauhtémoc Cárdenas como candidato y posicionándose en ambas como la tercera fuerza política de México. Para 2006, superaron los 14.7 millones y en 2012 por poco y llegan a los 16 millones de sufragios, estas dos ocasiones con Andrés Manuel López Obrador. Con lo anterior, se analiza fácilmente que durante los últimos años, el PRD ha vivido y sobrevivido de, a pesar de y gracias a López Obrador, según lo quieran ver, dependiendo del lado “izquierdo” que ahora se encuentren.
Tras el anuncio hecho por Andrés Manuel y la correspondiente decodificación de su mensaje, se establece que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) está en vías de transformarse en un nuevo partido político, ante esto luego de reunir los requisitos, obtener su registro, obviamente participar en elecciones y ganar algún tipo de representación vía el voto ciudadano. Tienen lo principal: gente y un líder. Serían un aliado más para evitar esas “dictadura perfectas”.
Sin embargo, antes que eso ocurra y durante el tiempo en que ningún “moreno” ocupe alguna posición vía el voto, por lo pronto el único poder que tiene el Movimiento de Regeneración, es el de las plazas públicas (llenas de simpatizantes); así pues no adelantemos vísperas, ya que el de AMLO por ahora sigue siendo un contrapeso sin formalidad, sin poder institucional, que se limita al micrófono, al discurso; es todavía un contrapeso sin partido, sin voto, sólo con voz, aunque una muy importante que ha sabido demostrar a través de su liderazgo.
Hablando del tabasqueño, dos veces candidato presidencial deberá analizar su postura, a decir de muchos analistas políticos y ciudadanos, se equivocó en 2006 con su plantón en Reforma, hoy se espera no se esté equivocando con la llamada “resistencia civil pacífica” o en el caso de hacer partido a Morena.
Deberá cuidar que no haya simulaciones, tan comunes en la política de siempre, habrá de cuidar las imposiciones y los típicos pagos de favores o el amiguismo. La intención principal de esta agrupación es seguir siendo una fuerza de lucha en contra de las acciones que degradan al país. Lo dijo el mismo Andrés Manuel, “esto no es de sexenios, esto es de por vida para quien tiene convicción”.
Luego de observar el Zócalo lleno de miles y miles de personas, simpatizantes de los partidos de izquierda, molestos con la imposición de poderes, la compra de votos, pero sobre todo simpatizantes de lo que se podría definir como “lopezobradorismo”, estoy seguro que a Morena no le faltará apoyo y es ahí donde surge el reto de ser algo más que un movimiento que sigue ciegamente a su líder, ¡vaya! a López Obrador se le acusa de mesiánico, es entonces cuando digo que Morena debe ser todo, menos un partido de “lopezobradoristas”, debe ser una opción plural, no otra tribu como las tantas que ya se cuentan.
Cantada estaba la división entre AMLO y el PRD, era un hecho desde tiempo atrás. Y tal vez ninguno de los dos se deban nada “estamos a mano y en paz”, diría López Obrador. Durante dos elecciones El PRD fue una plataforma óptima y AMLO muy rentable candidato, pero habrá que empezar a analizar el futuro de la Revolución Democrática tras la salida del personaje que tanto le ha dado, por supuesto que hasta ahora se queda con cartas fuertes, pero ¿Por cuánto tiempo?
El surgimiento de Morena, quizá no tenga la intención de mermar las posibilidades de “la izquierda” mexicana en terrenos político-electorales, pero si la de “acomodar las manzanas en la carreta”, ya que de una o de otra forma este suceso sacudirá y mantendrá por un rato entretenidos a los líderes políticos. ¿Quiénes sí y quiénes no están con AMLO?, ¿cuál es el objetivo de Morena?, ¿cuáles serán sus alcances reales? Serán las preguntas que tanto nos plantearemos en los siguientes días, semanas y meses. Si se unirán eventualmente en la misma línea del Movimiento los partidos de izquierda o desaparecerán, ya se verá.
Resulta urgente en México el contrapeso político, la oposición responsable y progresista, el compromiso social y los liderazgos reales. La partidocracia de izquierda en México no ha podido estar a la altura de lo que la gente demanda. ante todo lo anterior les pregunto: ¿Morena es una respuesta?, ¿Un contrapeso frente a la dictadura perfecta?, considero más bien, se convertirá en una nueva opción para el electorado. Total, cada partido de la fuerza progresistas (PRD, PT y Movimiento Ciudadano) tienen sus propios seguidores y sus propios líderes. El PRD sigue con una de las figuras más fuertes de este País: Marcelo Ebrard Casaubón; Movieiento Ciudadano a Dante Delgado Rannauro, pero de ellos, hablaremos en las próximas ediciones.
