16.6 C
Mexico City
domingo, diciembre 21, 2025

19 S / Memoria de espejos rotos

Te podría interesar

The thrill is gone away from me.

Although, I’ll still live on,

but so lonely I’ll be….

Thrill is gone, B. B. King

 

El diecinueve de septiembre está grabado en la memoria colectiva de nuestro país como una efeméride catastrófica. Los dos sismos que han acaecido en esa fecha, en 1985 y 2017 nos han dejado lecciones y ha permitido vernos a nosotros mismos, en plena desnudez, con nuestras luces y sombras. La efeméride sirve para hacer un repaso del impacto que nos han dejado los siniestros.

En principio, los sismos han revelado que podemos ser un pueblo rapaz, que abusa de la necesidad ajena para el beneficio inmoral de algunos pillos; pero que, también, esta rapacidad escala hasta la autoridad, luego de que no todas las construcciones de casas, edificios, y demás inmuebles, se han hecho de manera reglamentaria. Sea con permisos apócrifos, o de plano sin autorizaciones de construcción; con materiales de baja calidad; con diseños estructurales deficientes, o incluso sin éstos; con alteraciones en las supervisiones de obra; con pequeñas y grandes triquiñuelas que han sido posibles gracias a la corrupción, o a la omisión de la autoridad (voluntaria o no), que propició desastres, y personas heridas o muertas. La corrupción y la omisión de la autoridad matan, no sólo metafóricamente, sino en una desgarradora literalidad.

En el anverso, la solidaridad social ha emergido como un estandarte de quiénes somos ante la tragedia. Tanto en el sismo de 1985, cuando la propia sociedad civil se organizó de manera autónoma e independiente de la autoridad, para rescatar, albergar, y atender a las personas en desgracia (originando movimientos sociales que aceleraron la alternancia política y la formación de organizaciones sociales indispensables en las democracias); como en el sismo de 2017, cuando la propia gente organizó colectas, brigadas, albergues, y dio seguimiento a las acciones oficiales de protección civil para la atención de víctimas. Si la corrupción mata, la comunidad salva, y -ante el desastre- nos hemos levantado en comunidad.

Así, el diecinueve de septiembre nos significa nuestro propio claroscuro: el de la mezquindad y la rapiña, de la corrupción y la pésima ejecución de los desarrollos urbanos; pero también el de la solidaridad, del acompañamiento empático con las víctimas, de la preocupación por los otros, de las redes de apoyo que nos hacen ser comunidad. Sobre esta dualidad que nos integra, debemos aprender ¿qué aspectos de nosotros mismos nos es conveniente fortalecer, y cuáles -necesariamente- erradicar? ¿Qué mecanismos de transmisión de valores son idóneos para inculcar en las generaciones jóvenes estos aspectos positivos? ¿Cómo lograr que los anti valores sean percibidos (y rechazados) por los próximos adultos que tomarán decisiones comunitarias?

Más allá de esas preguntas, otro deber que nos compete comunitariamente es el de cuestionarnos la forma en la que habitamos nuestro entorno. Depredamos nuestro hábitat y luego nos quejamos de la consecuencia. Posicionarnos como colectivo sobre la forma en la que queremos habitar el mundo, también es una responsabilidad, y es doble: desde la postura individual, y desde el empuje comunitario de la postura estructural. No basta con “cambiar ni propio metro cuadrado”, eso sólo es un paliativo de la propia conciencia ante el desastre; por ello, en extensión, es necesario que no sólo más personas cambien su metro cuadrado, sino que -además- se entienda la perspectiva sistémica: y sí, tiene que ver con el capitalismo, con el individualismo hedonista, con la dinámica de consumo, con la noción de éxito económico o político como aspiraciones mayores, con la matriz de inequidades que vivimos a diario pero de la que no solemos discutir a fondo.

Que sea esta efeméride el pretexto propicio para revisarnos, para consultar la brújula, y para reorientar el rumbo, en los individuos y en los colectivos. La muerte de miles de mexicanos, la pérdida y el desamparo de millones, deberían ser motivo suficiente.

[email protected] | @_alan_santacruz | /alan.santacruz.9

RELACIONADOS

Liderazgo de las Ciudades en la Agenda 2030 | El apunte por: Eugenio Herrera Nuño

Es un compromiso adquirido por todos los países en pos del desarrollo sostenible: así definió la Agenda 2030 la propia ONU. El plan de acción consta de 17 Objetivos de...

Golpe al CJNG: detienen a Armando ‘Delta 1’, operador clave de El Mencho

Autoridades federales detuvieron en Zapopan, Jalisco, a Armando Gómez Núñez, alias Delta 1, de 46 años, considerado uno de los principales operadores del Cártel Jalisco Nueva...

Estados Unidos ejecuta ataque masivo contra Estado Islámico en Siria tras muerte de tres soldados

El Ejército de Estados Unidos informó este viernes que inició un ataque a gran escala contra infraestructura y depósitos de armas del Estado Islámico (EI) en Siria, como...

Eduardo Camarena: trayectoria y legado en el periodismo deportivo mexicano

Perfil profesional Eduardo Camarena Reyes es un periodista y comentarista deportivo mexicano con una larga trayectoria en los medios de comunicación, especialmente en el análisis y narración de...

Raúl Pérez: de futbolista a voz emblemática del relato futbolístico mexicano

Raúl de Jesús Pérez Reyes, nacido el 2 de enero de 1960 en Ciudad de México, es un cronista deportivo mexicano ampliamente reconocido por su larga trayectoria como narrador...

Navidad y Año Nuevo: Las fiestas que más pesan para las mujeres

¿En tu hogar quién se encarga de las cenas de Navidad y Año Nuevo? Sabemos que las fiestas de fin de año suelen ser...
- Advertisement -spot_img
- Advertisement -spot_img

Recientes en LJA.MX

Liderazgo de las Ciudades en la Agenda 2030 | El apunte por: Eugenio Herrera Nuño

Es un compromiso adquirido por todos los países en pos del desarrollo sostenible: así definió la Agenda 2030 la propia ONU. El plan de...
- Advertisement -spot_img

MÁS INFORMACIÓN EN LJA.MX

- Advertisement -spot_img