Antes de la pandemia, Aguascalientes tenía 80 mil habitantes menos que ahora, contaba con 585 mil personas ocupadas, es decir, 10 mil personas menos respecto a los datos de 2021. La economía de Aguascalientes registra ahora casi mil empleadores menos por otros tanto de los llamados cuenta propia, pero alcanza este año casi 20 mil asalariados adicionales respecto al cierre del 2019 (cuando la pandemia aún no se presentaba).
Comparando la situación actual con la del trimestre pasado, las diferencias son notables en materia de recuperación de la ocupación laboral. Hay 35 mil empleados más que al cierre del 2020. Básicamente, insistimos, por incremento en la cantidad de asalariados y por crecimiento de la economía.
Aguascalientes, es una entidad 16 por ciento económicamente más formal que la nacional, tiene 16 por ciento más personal asalariado aun teniendo la misma dotación de empleadores (2.8 por ciento). El estado suma solo la mitad del porcentaje nacional de población ocupada sin pago y carece en su mercado informal de “cuenta propia” particularmente con oficio, del que alcanza solo la mitad del porcentaje nacional.
Los ocupados en el mercado informal aguascalentense obtiene mejores ingresos que los dados de alta en el su mercado formal que, en ninguna modalidad entre los mayores de edad y sexo, obtienen el salario promedio nacional. Es notable que en el mercado formal de Aguascalientes las mujeres mayores de 65 años sean quienes estén obteniendo los mejores ingresos de la plaza, superando la barrera de los 10 mil pesos mensuales.
Para el semáforo estatal de México ¿Cómo Vamos?, Aguascalientes luce color verde en cinco de las ocho variables económicas semaforizadas; con dos en amarillo y sólo una con avance tenue: ésta última se refiere al crecimiento económico proyectado en 4.5 por ciento y obteniendo hasta ahora un 2.6 por ciento, en todo caso superior al 1.5 por ciento nacional.
En el vecindario regional:
El semáforo de Zacatecas exhibe siete de ocho indicadores en rojo por uno en verde (ha mejorado la desigualdad laboral) pero presenta un crecimiento económico negativo, baja generación de empleo, con productividad a la baja y una alta informalidad.
San Luis Potosí muestra seis de ocho semáforos en rojo por dos en amarillo (la ocupación del gobierno y la deuda pública) Crece en negativo y con alta informalidad mantiene alta pobreza laboral.
Querétaro alcanza cuatro de ocho semáforos en verde por tres en amarillo (la productividad laboral, la ocupación del gobierno y la deuda pública) Crece en negativo y con una informalidad del 40 por ciento.
Jalisco logra cuatro verdes de ocho indicadores. Es un estado que sí está creciendo – al 2.2 por ciento-, pero sin alcanzar los empleos formales propuestos y con una baja en la productividad que lo pone en rojo.
Guanajuato exhibe cuatro semáforos en color rojo (crecimiento económico, empleos formales generados, productividad e informalidad) sólo dos en verde (desigualdad laboral y ocupación en el gobierno) por dos en amarillo (pobreza laboral y Deuda pública) de ocho semáforos. Guanajuato no crece en positivo y presenta baja productividad.
Aguascalientes y Jalisco son los únicos estados de la región que están creciendo económicamente al 2.6 y 2.2 por ciento respectivamente.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 8 de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, apunta a estimular el crecimiento económico sostenible mediante el aumento de los niveles de productividad y la innovación tecnológica. Así, fomentar políticas que estimulen el espíritu empresarial y la creación de empleo es crucial para este fin, así como también las medidas eficaces para erradicar el trabajo indigno. Con estas metas en consideración, el objetivo es lograr el empleo pleno y productivo y un trabajo decente para todos los hombres y
mujeres para el 2030.
