- El trabajo, uno de los principales lugares donde se violentan derechos de las mujeres: Jesús Ramírez
- Exige políticas públicas y fiscales que beneficien a empresas y trabajadores
La discriminación de las personas que superan los 40 años de edad, así como de las mujeres, no sólo bloquea el desarrollo de las personas y de sus familias, sino que genera un retroceso en la economía de nuestro estado. Las empresas están dando preferencia a las personas que cuentan con menos de 30 años, y a su vez relegan a las mujeres por las condiciones laborales que representa contratarlas, así lo manifestó Jesús Ramírez Ramírez, secretario general de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) en Aguascalientes.
Actualmente los empresarios se mantienen en una negativa de contratar a personas que superen los 40 años de edad, pero pierden de vista que los avances tecnológicos en materia de salud han incrementado considerablemente las expectativas de vida de los mexicanos. Por ello, este rechazo es una política laboral que no tiene ninguna justificación y que sólo representa discriminación.
“Por esta situación estamos a favor de que las autoridades de gobierno impulsen políticas públicas y fiscales que permitan que las empresas realicen contrataciones de personas de más de 40 años, pues a fin de cuentas es con quienes se presenta el mayor nivel de discriminación”.
Resaltó que sólo la discriminación no es un problema como tal, sino que consiste en la limitación de la libertad, evitar el desarrollo de las capacidades, no permitir el crecimiento profesional, y lo más lamentable es que genera humillación, frustración e impotencia en las personas.
Con base en los datos del Inegi, el líder de la CROM manifestó que el espacio laboral es el tercer lugar en el que se ejerce más violencia en contra de las mujeres. También informó que tres de cada 10 mujeres asalariadas, que trabajaron durante 2012, enfrentaron actos de violencia en su espacio de trabajo, principalmente discriminación laboral.
Entre algunas de las formas de discriminación más frecuentes, según el líder cromista, está la discriminación salarial, que se refiere a las diferencias en la retribución económica por el mismo trabajo realizado por un hombre o una mujer, en donde esta última percibe un menor salario sin que medie ningún criterio de productividad o de mayor calificación laboral.
Foto: Roberto Guerra




