La Jornada Aguascalientes
Presente
¿Será acaso un paso más hacia la apocalíptica dictadura donde implantarán en los cuerpos un chip de control? ¿Será una estrategia roñosa para exprimir un poco de dinero a Segob? ¿Será quizá un modelo de control para que no le dupliquen al gobierno el uso de Seguro Popular, IMSS, Oportunidades y becas al mismo tiempo?
En nuestro país hay una gran carencia de control y calidad de los sistemas informáticos. Dudo mucho que este nuevo registro, me refiero a la Cédula de Identificación para Menores con huellas dactilares, foto e iris (caro, por cierto) funcione adecuadamente.
Falta un buen argumento social para su implementación, servirá de muy poco si dicen que es para “agilizar los trámites en el IMSS o en las escuelas”, esto es una obligación del sistema público y del colegio, ¡faltaba más! Si el planteamiento fuese que con esa ID infantil, puedan los niños acceder a todos los museos, hospitales y bibliotecas del país, otra cosa sería.
Es una estupidez pensar que con un carnet de lujo (en el supuesto de que este bien hecho y el iris efectivamente coincida con el dato del menor) los menores estarán más seguros… La seguridad de mi hijo, en primera instancia es responsabilidad mía. Me da terror que la expedición de la cédula venga ya con error y entonces sea ahora el problema demostrar que es mi hijo. Este “chispazo” de gastar 600 o 700 millones de pesos en la primera fase se encamina a desbancar al IFE y su credencial para votar, al fin y al cabo, es el único poder que le queda a tan sometido instituto y cuyo jugoso presupuesto genera ambiciones malsanas.
Los niños no necesitan una credencial de siete candados, no antes de garantizarles alimento, atención médica, amor, etc. No antepondré a una iniciativa bofa y absurda de los honorables diputados, el derecho de mi hijo a decidir si otorga datos biométricos. De lo demás, me encargo yo y su madre.
Iván Amezcua




