- El sexo anal no es exclusivo de las personas homosexuales:
- La Iglesia busca normalizar la vida privada de las personas
El director de la asociación civil Fundación Vihdha, Marco Antonio García Robles, consideró lamentables las aseveraciones del arzobispado de México en las que calificó el sexo anal como antinatural pues, a su decir, está tratando de normar la sexualidad de las personas y su vida privada.
Según García Robles, la alta cúpula de la Iglesia católica mexicana tiene una obsesión con los cuerpos y el ejercicio de la sexualidad de las personas en general, además de que se extralimita en tratar de normar la vida íntima de las personas.
Que la Iglesia prohíba el uso del cuerpo con fines de placer es excesivo según el activista, pues cada persona es libre de decidir sobre su sexualidad y su cuerpo, siempre y cuando se haga con responsabilidad y cuidado, “no debería ser motivo de una normatividad religiosa”.
Según el texto escrito por el arzobispo Norberto Rivera, que fue incluido en el diario semanal del obispado de Aguascalientes, “el ano está diseñado sólo para expeler. Su membrana es delicada, se desgarra con facilidad y carece de protección contra agentes externos que pudieran infectarlo. El miembro que penetra el ano lo lastima severamente pudiendo causar sangrados e infecciones”.
Al respecto, el titular de Vihdha explicó que el sexo anal no es exclusivo de las personas homosexuales, sino que también las parejas heterosexuales lo practican, además de que, al contrario de lo publicado por el arzobispado, el ano no es tan sensible ni delicado.
García Robles comentó que ha habido un cambio importante en la sociedad mexicana y también en la de Aguascalientes y existe una enorme diferencia general respecto a la forma de pensar y vivir la sexualidad pues las nuevas generaciones tienen una percepción positiva a la diversidad sexual.
Detalló que en la Encuesta Nacional de Discriminación de hace algunos años, había una percepción de la homosexualidad mayormente negativa; sin embargo, entre la población joven ha habido un cambio notorio para la libertad de las personas sobre su ejercicio de vida.
“Me parece que entre los jóvenes no hay tanto problema como si lo puede haber entre los estatus de edad más mayores, pues estos se formaron en un tiempo en el que la Iglesia católica tenía más influencia en la vida de las personas”, expresó García Robles.
