Siempre se me ha hecho un tanto curiosa esa frase. La escuché alguna vez del viejo Don Luis aunque no le encontré el sentido en un inicio. Tuvieron que pasar muchos años para entender a cabalidad el concepto. El contexto es lo de menos, sirve lo mismo para repartir un puñado de dulces entre los niños, que para reforzar una instrucción a algún colaborador relacionada con los partidos políticos en la materia electoral. “Parejitos… como en la danza”.
En el baile en general, se valora el compás, la cadencia, el movimiento coordinado entre los bailarines. Estéticamente es bella cualquier danza donde los que intervienen lo hacen al parejo. Estoy seguro que por eso, la sabiduría popular ha vuelto a la danza, el baile, el ejemplo de equilibrio.
Viene a colación la frase en la materia político electoral, en este ánimo de considerar a la democracia en su dualidad de forma de gobierno y forma de vida.
Estamos acostumbrándonos a vivir en democracia, y eso siempre será bueno. Pensemos que no hace muchos años todavía, las mujeres no podían votar, o los jóvenes entre 18 y 20 años tenían también vedado su derecho al voto activo; la figura de la candidatura independiente es de muy reciente creación, y no se diga la reelección consecutiva, por ejemplo, que se ha usado en un par de elecciones apenas.
El tiempo en que nos ha tocado vivir es un acercamiento cada vez más sustancial para la democracia del estado y del país, sin embargo para que sea una cualidad efectiva debe trascender de la forma de gobierno a la forma de vida. Necesariamente se tiene que ver reflejada en la cotidianidad esta condición de cercanía con la naturalidad democrática: volver algo común el respeto, la tolerancia y la participación en todos los ámbitos donde desarrollamos nuestras actividades.
El momento en que nos encontramos dentro del proceso electoral, obliga a replantear la situación de que los partidos políticos definan a las personas que abanderarán sus causas en cada uno de los ayuntamientos de la entidad. Hay que recordar, en primera instancia, que es el fin legítimo (y el más importante) de los partidos políticos la lucha por los puestos de gobierno en disputa durante los procesos electorales, permitiendo con ello el acceso de la ciudadanía al poder. Como segunda premisa, no hay que ir muy lejos en el tiempo para encontrarnos en la historia política del país los periodos poco claros en los que los candidatos eran seleccionados.
Dos conceptos no escritos, y mil veces ilustrados, nos remiten a esos días, “el tapado” y “el dedazo”, uno a consecuencia del otro: cuántas veces no vimos el cartón, en la sección de política del periódico, donde el enorme dedo omnipotente y reverenciado del señor presidente señalaba al pequeño designado entre sus pares sin que se pudiera apreciar su rostro, precisamente por estar cubierto por una capucha.
Pues bien, este es un excelente momento para que la ciudadanía observe a los partidos políticos en su actuar interno. Durante estos días, como eventuales votantes, debemos prestar atención, seamos partidarios o no, a los procesos democráticos de selección de cada opción política. No todos los procesos inmiscuyen a la población en general, pues hay que recordar que la publicidad de cada uno de los aspirantes a candidatos va dirigida a su propia militancia, sin embargo, el hecho de que se haya regulado un periodo para tal actividad obligó por un lado a terminar con aquellas eternas campañas realizadas por políticos con el fin de posicionarse en el ánimo del electorado, años antes de que iniciara el proceso electoral; por otro lado, exige de la ciudadanía mantenerse atenta del proceso electoral, acostumbrados más bien a la efervescencia de las campañas electorales.
Por poner un par de ejemplos, los partidos políticos, parejitos, han comprendido a cabalidad las nuevas reglas del proceso democrático; los medios de comunicación, parejitos, poco a poco, se van inmiscuyendo no solamente en informar la nota política, sino que van adquiriendo el compromiso de abrir espacios para el sano debate democrático. Toca hacer la reflexión de si como ciudadanos estamos dispuestos a ejercer la democracia en trabajo, familia y sociedad. Todos, parejitos, como en la danza.
/LanderosIEE | @LanderosIEE




